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Al placer y la lectura... la imaginacion la pones tu. To the pleasure and the reading... the imagination puts it your. (Nota: Busco dibujantes para convetir a dibujos o comics mis relatos, sin animo de lucro.) (Notice: I look for designers for convert to drawings, 3D or comics my stories, for free distribution) Visita, http://x3dstoriesvideos.blogspot.com/ Actualización de relatos y videos cada dos días, aproximadamente. Upload, stories and videos, every two days aproxymately

domingo, 28 de febrero de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... (II)

Unos cuernos bien puestos... y disfrutados (capitulo 2)


20 DE FEBRERO... UN DIA DESPUES.


Esa mañana me llamó el cornudo de su marido para preguntarme que tal, pues quería verme en el hotel para ver la habitación donde la noche anterior le había descubierto el placer anal a su mujercita. Le dije que pasara a recogerme por mi oficina y juntos nos fuimos la hotel.

Me sorprendió con un bonito obsequio, un CD con 14 videos de su mujer follando con él en diferentes situaciones y un completo catalogo de fotos de ella en todas las posturas, vestida, semidesnuda, desnuda... mas de 500 fotos a cual mas excitante de aquella hermosa hembra, incluso habló con ella por teléfono desde la habitación, fingiendo estar en otro sitio, para mayor morbo de ambos.

Una hora antes de mi cita con su mujer se marcho para sustituir en su casa a su mujer en las tareas domesticas mientras ella estaría conmigo disfrutando de su cuerpo.

La noche fue de otra manera, primero cenamos en un restaurante oriental donde charlamos y disfrutamos de la comida, mientras yo no veía el momento de llevármela de nuevo al hotel.

Ella me había dicho que la noche anterior lo había pasado genial, pero no tenía muy claro si quería volver a repetir la experiencia.

El caso es que yo dejé la puerta abierta aunque estaba la 50% de posibilidades.

Cuando terminamos de cenar le pregunte que si nos marchábamos a tomar una copa y enganchándose a mi brazo me dijo... "De copa nada... vamos al hotel", por fin salia la caliente hembra que llevaba dentro.

En pocos minutos entrábamos en la habitación.

Nos abrazamos y besamos con pasión, ella estaba caliente y dispuesta a repetir al sesión de la noche anterior y yo satisfecho de que aquella hembra estuviera a mi completa disposición con el morbo añadido de que unas horas antes su cornudo marido había estado en esa misma habitación para darme vía libre para disfrutar de su hermosa mujer.

En breves instantes estabamos los dos desnudos y revolcándonos sobre la cama, besándonos y acariciándonos como dos colegiales, mientras ella me decía que hoy también la quería solo por el culo...

La tumbé sobre la cama boca arriba y empece por levantarle las piernas y clavársela de esa manera, mirándole los ojos ella asentía con la cabeza cada empuje mío y sus ojos parecía que se saldrían de las órbitas a cada empellón, mientras gemía y me animaba a seguir dándole teniendo en poco espacio de tiempo dos orgasmos, el último de los cuales fue tan bestial e intenso, una corrida tan fuerte que pensé que me iba a romper las caderas de la forma en que me apretó. tuve que apretar fuerte los labios para no decirle que parara que me estaba reventando...y es cierto.

En ese momento cuando me exprimía de esa manera fué cuando me vino la primera corrida.

La dejé descansar unos segundos y comencé a acariciarle el cuerpo a magrearle y pellizcarle los pezones, mientras ella acariciaba mi polla tratando e volver a ponerla a punto, lo que logró en pocos instantes.

Entonces la puse boca abajo en la cama y me tumbé sobre ella, primero jugando con mi polla entres sus nalgas, mientras la acariciaba y besaba el cuello y las orejas, para poco a poco volver a buscar su ya superdilatado ano, que recibió con frescura mi embestida haciéndola gemir de placer.

Mientras la bombeaba hasta el fondo en cada golpe de caderas ella con ambas manos se masturbaba como una loca hasta alcanzar un orgasmo larguísimo en el transcurso del cual, yo vacíe toda mi leche en sus entrañas, derrumbándome sobre su confortable cuerpo tras el esfuerzo.

Se la deje metida durante un rato, y tras un momento nos separamos y nos tumbamos boca arriba en la cama charlando sobre diversas cosas, pero era mirarla, recorrer su cuerpo solo con mis ojos y mi aparato empezaba a recuperarse, por lo que en pocos minutos estando junto a ella, la levante una pierna y de lado volví a ensartarla hasta mis genitales, notando la facilidad de entrada de mi aparato nuevamente en su culo y su casi inmediato gemido de placer... seguí bombeándola en esa postura mientras acariciaba y magreaba sus pechos e incluso nos comíamos la boca, hasta que ella volvió a tener una corrida descomunal con movimientos rítmicos al encuentro de mis empujones provocándome a mi una nueva corrida...

Se acercaba, por la hora, el momento de dejar marchar a aquella hembra caliente y tragona, por lo que decidí cerrar el fin de fiesta con una enculada a 4 patas, para lo cual, tras hacerla mamar un poco para volver a colocarme en condiciones, la puse sobre el borde de la cama, con los brazo apoyados en ella, y de un solo golpe le sepulté mi miembro entre las nalgas, haciéndola casi caer de bruces, pero aguantó el tirón y no solo eso sino que comenzó a moverse empujando hacia atrás y en círculos mientras mis golpeos de cadera eran cada vez mas fuertes, apoyada solo sobre una mano aguanto mis embestidas mientras con la otra se masturbaba hasta enlazar dos orgasmos seguidos que fueron preludio de mi extensa y última corrida de la noche.

Ella decía que se marchaba mientras se vestía, pero no parecía muy decidida a si que empecé a besarla y acariciarla, pero de pronto decidió que si debía marcharse.

Despues apunto de dormirme en la habitación recordaba las dos intensas noches en las que a aquella mujer le había descubierto su placer anal, con más de una decena de polvos exclusivamente por su vía trasera, en mi próximo viaje lograría por fin conocer su caliente y tragón coño, que su cornudo marido me había prometido que era algo excepcional.


NOTAS PARA EL CORNUDO: Espero que disfrutes ese nuevo camino anal que tiene, porque debe tener las sensaciones a flor de piel aún. Le dije que me encantaba hacerle sentir ese agujero como un coño y la verdad es que lo disfrutaba de la misma manera. Ya me contarás

No sabes las ganas que tengo de probar ese coño totalmente, de disfrutar metiendo mi lengua y mi polla en él. Espero seguir haciéndola gozar y disfrutar mucho mas, en todos los sentidos.

Si, cuando la ponía a 4 patas no se derrumbó en ningún momento, solo al final se apoyaba en los codos, lo cual era mucho mejor porque levantaba el culo pero en ningún momento hasta que se corrió se dejó caer, es más empujaba hacia tras moviendo el culo como una profesional.

La ropa del segundo día era un regalo para los ojos, y se lo dije, que me sentía totalmente halagado por ese precioso detalle de envolverme el regalo. Eso la encantó.

sábado, 27 de febrero de 2010

RECIEN CASADA... A ESTRENAR (I)

RECIEN CASADA… A ESTRENAR


Sinopsis: Unos recién casados viajan a México en viaje de novios… por diversas cuestiones no pueden consumar el matrimonio antes del viaje… ni tampoco lo harán después,

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Es curioso a veces como el destino predispone las cosas y estas acaban superando al ser humano.

Alicia y Mario, llevaban 8 años de noviazgo en los que Alicia, ahora con 26 años, jamas había consentido en una relación completa con su novio, ni con ninguno de los tres o cuatro que tuvo antes de Mario.

El tenia cuando se conocieron 20 años, por lo que llegaba con 28 al matrimonio, después de haber degustado algún que otro conejillo, aunque tenia clavada la espinita de ocho años sin catar el de su, a partir de hoy, esposa.


18:00 horas:

La ceremonia había sido como siempre, brillante, emocionante y Mario esperaba con ilusión y hasta con desesperación poder catar a su mujer… catarla del todo, pues desnuda y jugar a médicos ya lo habían hecho en muchas ocasiones… ocho años cunden mucho ¡¡¡


22:00 horas:

Nada más terminar el banquete de bodas, habían decidido irse a la habitación del hotel, donde se celebraba el festejo y después de madrugada quedar con los amigos para la típica juerga… antes de coger por la mañana el deseado vuelo hacia el caribe en viaje de novios, casi 10 horas de vuelo para dormir des obra, por tanto después de consumar el matrimonio tendrían tiempo de divertirse y enlazar con el avión.

Mario no veía el momento de estrenar a su ya mujer.


22:15 Horas:

Acababan de entrar En la habitación, cuando sonó el teléfono de la misma, lo cogió Alicia:

"Si... quien..." dijo con cara sorprendida, mientras Mario empezaba a desnudarla... "Esta bien, pero que ocurre..." dijo ella, apartando a su flamante esposo, "esta bien..., ahora voy..." colgó con fastidio el teléfono, "Lo siento cielo, debemos bajar pues a mi tía Agata le ha dado una especie de ahogo y como soy su sobrina preferida, pues... debo bajar..." dijo volviendo a abrocharse el vestido y poniéndose los zapatos.

Mario se quedo parado en medio de la habitación.

"Que haces cielo...?" dijo ella saliendo hacia la puerta con el vestido de novia pero sin el velo..."Vienes o no...?"

"Ya voy..." dijo con fastidio Mario poniéndose la chaqueta y los zapatos..."Será posible¡¡¡", masculló entre dientes mientras cerraba la puerta de la habitación y seguía a su mujercita hasta el ascensor.



03:00 Horas:

"Lo siento cariño..." decía melosa Alicia mientras daba un beso a su marido en la sala de espera del hospital.

"De chiste..." pensaba Mario, viéndose en aquella situación...

Por fin salió el medico para decirles que su tía se quedaba ingresada y que podían marcharse.

"Perfecto..." pensó Mario frotándose las manos, "vamos al Hotel... " no podía ni siquiera pensar en la situación sin que su aparato empezara a rebullir en el pantalón...

"Vamos cariño..." dijo Alicia cogiéndole de la mano, "vamos al Hotel pues el vuelo sale a las ocho de la mañana... "



03:10 horas:

Al salir del hospital, se despidieron de sus familiares, y cuando se disponían a subir al coche, aparecieron un grupo de amigos...

"Hey, os estabamos esperando en la discoteca y nos han dicho lo que ha pasado..."

Tras contarles que no había sido muy grave estaban a punto de entrar en el coche cuando alguien dijo: "Magnifico... podemos celebrarlo y luego os llevamos al aeropuerto..."

Mario estaba a punto de decir que no gracias, que querían descansar, je, je, descansar, pero sus amigos más pesados acabaron convenciendo a Alicia de irse todos a la disco... !Y sin pasar por el Hotel¡¡¡.


06:30 Horas:

Mario estaba cansado, medio borracho y desorientado cuando llegaron al aeropuerto, Alicia no había parado de bailar toda la noche con sus amigos e incluso a el le pareció, quizá por los efectos del alcohol, que con alguno había estado en exceso cariñosa...

Fue casual que tan sólo sus 4 amigos les acompañaran a la disco, así que el se dedico a beber por el cabreo que tenia, y la verdad es que en ese momento se encontraba bastante mareado.

Mientras sus amigos les ayudaban embarcar su equipaje, Alicia se había ido al baño para cambiarse su traje de novia que aún llevaba por algo más ligero para el viaje.

Por fin y tras las consiguientes despedidas, subieron al avión.

Alicia se había puesto una blusa de flores y unos ajustados vaqueros con sandalias, y estaba preciosa, aunque el semicolocón de Mario no le permitía apreciarlo en su totalidad, aunque se percató de las miradas de algunos pasajeros y de uno de los "azafatos" mientras ella colocaba su bolsa de mano en el maletero encima de su asiento...

La verdad es que ella era una mujer atractiva, no muy alta, bien proporcionada con unos pechos bastante firmes y atractivos, un culo apretado y terso, una cintura muy marcada, y unos muslos y piernas muy bien formados, a lo que añadía unos hermosos ojos color miel, pelo castaño y unas facciones atractivas, con labios ligeramente gruesos y sensuales...

En fin un bombón, que seguía totalmente virgen, para desconsuelo de su ya marido.

Por fin el vuelo despegó, y por un momento por la cabeza de Mario pasó la idea de repetir la escena de Enmanuel en el servicio del avión... pero estaba tan mareado, que decidió espera a llegar al hotel en México para por fin estrenar a su flamante esposa.

Unas horas después ya en vuelo, Marcos se dio cuenta que Alicia no llevaba sujetador, algo que ocurría por primera vez, de ahí que sus firmes pechos llamaran la atención de algunos hombres, cuando se levantó para ir al servicio.

El no dijo nada, pues en el fondo le gustaba esa iniciativa de su mujer, algo que él había tratado de conseguir durante el noviazgo, así que más vale tarde que nunca...

Comieron en el avión y poco a poco Mario volvió a recuperarse e incluso le hizo algunas caricias y arrumacos a su mujer, pero de vez en cuando le volvían las imágenes de ella bailando un tanto alocadamente en la discoteca...

"Oye cielo..." dijo como sin darle importancia, "bailaste mucho en la disco, no has dormido y no estas cansada..."

"Ya sabes que me encanta el baile y además los chicos estuvieron muy divertidos y agradables, sobre todo Juan..." era el que Mario recordaba más meloso, " que la verdad es que hablamos mucho sobre ti y más cosas..." y con un ligero suspiro que sorprendió a Mario añadió, "es un chico magnifico, y tienes suerte de que sea tu amigo..."

El resto del viaje, con comida y merienda incluida transcurrió sin mas aunque cada vez que cerraba los ojos, Mario veía a Alicia bailando muy apretada con Juan...

viernes, 26 de febrero de 2010

COMPARTIENDO A MI ESPOSA (I)

En recuerdo a una DIOSA (Erika)

COMPARTIENDO A MI ESPOSA (I)


2003.

Bien, querido amigo colega, te relato, con la mayor cantidad de detalles posibles las dos hermosas noches que he pasado con Erika y nuestros amigos.

En principio me sorprendió un poco que Miguel y mi esposa propusieran encontrarnos nosotros con todos ellos, o sea él, su esposa Mari y el hijo de ambos Marcos, un joven apuesto de 19 años.

Yo ni imaginaba como terminaría la reunión y no me había hecho muchas ilusiones, más que la presencia del hijo hubiera perturbado seriamente cualquier intento de pasar a vías explícitas.

Por mi no hubiera habido problema alguno, ya que estaba dispuesto a sentir como Erika se entregaba a los dos ya que los trataba a ambos delante de mí con todo desparpajo sin escatimar juegos con las manos. Con Mari no tenía conocimiento que fuera otra cosa que un ama de casa diligente, alegre y confianzuda, pero hasta ahí y nada más... Presumía que habría problemas al momento de que los dos amantes quisieran intimar. Sabía que entre ellos no había prácticamente relaciones de pareja puesto que muchas veces llamó a casa para hablar con Miguel, lo que suponía que venía regularmente a visitarnos, mas bien a visitar a mi esposa.

Solo por de amistad y con ánimo de pasar una hermosa velada decidimos ir a Pinamar, en la costa atlántica, donde tenemos un chalet para vacacionar. Previamente, como fue de rigor acompañé a Erika al centro para comprar los regalos que deseaba hacer a nuestros amigos.

Los chicos permanecieron en casa de la mamá de ella, de modo que estábamos prácticamente libres y eufóricos. Fuimos a una tienda de ropa elegante y compró dos hermosos conjuntos sport para Miguel, y yo le compré una musculosa y un slip para Marcos, porque el muchacho comenzaba a hacerme sentir generoso con él. A las 6 de la tarde del sábado estábamos en casa preparando los bolsos, y llamó Miguel para decirnos que efectivamente, como había concertado con Erika vendrían Mari y Marcos también a Pinamar.

Bueno, pensé yo, no pasará nada, pero al menos pasaremos fin de año bien acompañados. A la media hora llegaron a casa cuando estábamos subiendo los petates al auto.

Bajaron de un taxi, distendidos, y me sorprendió gratamente Mari pues vino vestida con un conjunto sport muy juvenil (para sus 43 años), muy elegante e inusualmente provocativa, pues nunca le conocía más que vestidos correctos, pulcros, sin audacia desmedida.

Llevaba el pelo medianamente corto, y su carita denotaba picardía, con sus ojitos chispeantes y la boquita a punto de reírse.

Subió Erika adelante conmigo, y ellos tres atrás. Tras comentarios livianos acerca del tránsito y de la tranquilidad que hallaríamos lejos de Buenos Aires noté que Erika se había dormido. Miré por el espejito a Miguel y alcé los ojos como inquiriendo que podría pasar. Me hizo un gesto como diciéndome: tranquilo, que todo va a estar o.k. Luego el ronroneo del motor lo hizo dormir también a él y al muchacho.

Mari estaba sentada justo detrás mío y de pronto siento su aliento cerca y una caricia suave en mi nuca. Me susurra: estos se han dormido, jejeje, que ocasión Alberto para nosotros no?. No supe que decir. Y ella me tranquilizó: es broma, Alber. No me hubiera disgustado que no lo fuera pero mi idea no era convertirme en swinger. De todos modos la calidez de su voz denotaba cierta agitación que luego comprendí. Le dije: despacio Mari que el chico oye. Naaa... respondió, está dormido. Lo estaba o se hacía, tal vez esto último.

Llegamos una hora antes de la medianoche y Miguel, con su autoridad que siempre me seducía me ordenó, ve a comprar bebidas y buena comida, Alber. Bajaron las cosas y Erika los acompañó a sus respectivas habitaciones mientras yo cumplía diligentemente las órdenes del amante de mi mujer.

Llegué con los bolsos cargados de exquisiteces y botellas de Champan, lo que provocó en Mari un alegre batir de palmas y en Erika una mirada de reojo como diciendo: hoy nos vamos a embriagar.

Erika llevaba un jean muy apretado con sandalias transparentes y un top anudado bajo los senos, el pelo castaño suelto, sin maquillaje. Su andar provocaba no solo a Miguel sino a Marcos que no le quitaba los ojos de encima a mi esposa. Las miradas de ambos se encontraron varias veces pero el muchacho la retiraba enseguida pues no quería que el padre lo notara.

Mari estaba seria y me hacía señas imperceptibles que los mirara. Entonces me di cuenta que Mari estaba al tanto de las relaciones de su marido con mi mujer y del deseo de Marcos por ésta. Me extrañó que cambiara la expresión de su rostro cuando veía a Marcos sonreírle mi mujer, pero lo atribuí a que quería mantenerse y mantenerlo discreto y dejando a los amantes sin obstáculos.

Ay, exclamó en un momento Erika, falta poco para la medianoche, me iré a cambiar. Yo también, dijo Mari, y subieron a los dormitorios. Miguel me hizo preparar la mesa e hizo que le sirviera un whisky con hielo (El chalet está siempre en condiciones de ser habitado, gracias al personal de servicio que ocupa un ala del mismo).

El viaje y las palabras de Mari, junto con las miradas audaces de Marcos me pusieron un poco en ascuas. El muchacho quiso ir al toilette y como no sabía donde estaba lo acompañé.

Ni bien entró se quitó la camisa y dejó al descubierto un torso musculoso levemente velludo, con pelo que se unía en una línea oscura perdiéndose dentro del jean, que ya tenía un botón desprendido. No quise irme. Los ojos de él estaban ardientes.

Se peinó frente al espejo del toilette y de pronto se dio vuelta y quedó muy cerca mío. Le puse una mano en el pecho y sentí la sedosidad del vello. El me quiso apartar.

Me dijo: te das cuenta que mi viejo se está cogiendo a tu mujer?... Si, lo se,... Y no vas a hacer nada?. Porque? Le respondí, me guste, y a ellos también. Sos puto? Me preguntó tras un leve silencio. Nooo. Entonces como te puede gustar si no sos puto?. Soy cornudo complaciente, le dije. Te gustaría que me coja a tu mujer? Me preguntó con voz algo ronca. Siiiiii, claro, si ella quiere, a vos te gusta mi mujer?. Me tiene loco, me dice., pero mi viejo me mata si me tiro.

Yo te voy a ayudar entonces, le dije. Si, porque esa hembra me tiene loco. MMMMMMm, le dije, estás muy caliente con ella?. Si, no te das cuenta?. Baje la vista a su bragueta. Se notaba el bulto. El también bajó la vista y me dijo despacito: La querés?.

Me mordí los labios. Me ordenó súbitamente, desabróchame. Lo hice con dedos nerviosos. Sácala del slip. Saltó como un resorte, enorme, jugosa, palpitante. Chupámela, me ordenó en forma perentoria., apoyándose en el lavabo con las piernas semi abiertas.

Me arrodillé para hacerlo con comodidad. Tomé la tranca que estaba totalmente erecta y lamí el agujerito del glande, del que salían unas gotitas. Dale, chúpala, puto.

Están esperando, le dije pero no quité la boca de la pija. Dale que acabo enseguida, estoy muy caliente. Comencé una mamada dulce, suave, apretando la cabeza del pene con mis labios. Más adentro, me ordenó, dale, puto.

La metí lo más que pude, hasta la garganta. Asiiiiiiiiiii, asiiiiiiiiiiiii, repetía el muchacho.

Me sacó un poco la cabeza y tomó el pene con su mano como pajeandose. Yo reemplacé su mano con las mías y comencé un movimiento combinado entre manos y boca. Como noté que comenzaba a suspirar, lo masaje intensamente y le apreté el glande chupándolo simultáneamente.

El muchacho se arqueó.....Alcanzó a decir: ahí va.... se mordió los labios, y se distendió. El placer que experimentaba era indescriptible. Y luego vino el alivio, un enorme chorro me llenó la boca, y lo tragué sin pestañear. Luego otros cinco o seis chorros menores que bebí golosamente, saboreando el sabor agridulce de un semen joven fresco. El muchacho se agarró del lavabo mientras yo absorbía las últimas gotas.

Luego le abotoné la bragueta y bajó seguido por mí.

jueves, 25 de febrero de 2010

OBJETO DE CAMBIO (II)

OBJETO DE CAMBIO...

La Iniciaciòn (II)

Cuando se corrio, llamò a otro de sus secuaces y le dijo que también me diera por culo...

“Hay que abrir ese agujero como si fuera un pozo... no sabes lo que se valora una buena enculada.. así que… dale duro!!!… sin compasiòn!!!… hasta que grite como una loca…”, le dijo a mi nuevo enculador…

“Si jefe…” le contestò el hombre mientras me embestia como un bulldozer… metiendome su màs que considerable aparato, hasta los cojones…

Los otros dos hombres le jaleaban…

“Venga màs fuerte!!!… aplastale las tetas contra el coche… duro con ella!!!…”

El chaval se estaba empleando a fondo y ya el dolor y el placer se entremezclaban en una sensaciòn que me hacia temblar y gemir de forma desesperada…

“Asi…Luigi…así… se lo estas abriendo bien…sigue….” le dijo el jefe…

Se volvió hacia mi marido y le preguntó que donde estaban las herramientas del coche...

Este le dijo que en el maletero, y alli se dirijiò...

Mientras un nuevo hombre había tomado el relevo del anterior en mi ya dolorido trasero, y el semen vertido en el me fluia abundante del culo, cayendo por mis muslos y piernas e impregnando mis medias...

Cuando el cuarto hombre, estaba terminando su faena, vi como llegaba el jefe con las pinzas de arrancar la bateria...

“Vamos a jugar un poquito, zorrita...”, me dijo mientras me desataban y me colocaba las pinzas en los pechos.

Entonces me desnudaron totalmente y me hicieron arrodillar delante de mi marido y uno a uno me hicieron chupar sus pollas, en su misma cara.

Cuando ya estuvieron a punto, me tumbaron en el suelo ante mi marido y se corrieron todos sobre mi cara y mi cuerpo…

Despues el jefe conectó las pinzas a un cable que habian conectado a su vez en el encendedor del coche, durante milesimas de segundo...

… pero lo suficiente como para que una sacudida electrica recorriera mis pezones que se pusieron aùn màs grandes y duros, así como todo mi cuerpo...

Tras repetir la operaciòn un par de veces... me tumbaron boca arriba sobre el capò del coche, atandome las muñecas a los retrovisores exteriores, una a cada lado, abriendome bien de piernas, atando mis tobillos a los bajos del coche y el jefe le pidiò a uno de sus secuaces la maquina de afeitar...

Yo me quedè alucinada, pero efectivamente el hombre, sacò de un bolsillo una rasuradora electrica que conectaron al encendedor del coche, y empezaron a rasurarme mi cuidado coño, que yo personalmente mantengo con poco pelo, hasta que quedò completamente pelado...

Todos reian mientras tanto...

“Como una niña...” y los cuatro me lo manoseaban “…te hemos dejado el chichi que està diciendo... Comeme!!!” decían entre grandes carcajadas...

En ese momento, apartando a los demás, el jefe se colocó entre mis piernas y comenzò a chuparmelo...

Yo crei que me moria...de placer...pero mi disfrute se viò cortado cuando escuchè gemir a mi marido...

Los otros tres hombres, mientras su jefe me comia el coño y yo atada sobre el capò del coche no podia hacer mas que retorcerme de placer... habian desatado a mi marido y le estaban dando una paliza...!!!

Yo trataba de ver que pasaba, pero en mi posiciòn era imposible, mientras aquel hombre seguia trabajandose mi entrepierna con una maestria increible... creo que me corrì un par de veces, antes de que el hombre se levantarà y bajandose denuevo los pantalones me endosara su aparato por mi màs que humedecido coño...

Cuando se corriò y yo notè como su liquido salia entre mis muslos sobre el capò del coche, les gritò que dejaran ya a mi marido, al que trajeron todo golpeado y arrojaron al suelo junto a mi...

Luego me follaron uno a uno así como estaba tumbada sobre el capó del coche y mientras uno me follaba otro me metía la verga en la boca y el tercero me magreaba las tetas... cuando uno se corria en mi coño, pasaba a ocupar el puesto del que me sobaba los pechos, asì hasta que me follaron todos...

Cuando estuvieron satisfechos me destaron y tras volver a colocar a mi marido esposado al retrovisor del coche me dieron la vuelta y volvieron a atarme en la misma postura de “X” a la baca del coche...

Entonces el jefe dirijiendose a mi marido le dijo:

“Bien... ha llegado el momento de dejarte un recuerdo de nuestra visita, para que recuerdes que debes pagar...vamos a marcar a esta zorra para que no se te olvide que nos debes dinero por la iniciación de esta zorra...” y mientras decia esto me hizo una “x” con la punta de la navaja en ambas nalgas...”Sabes... tienes suerte pues se ha portado como una autentica puta, aguantando y corriendose como una zorra...asì que no te cobrarè mucho por su formaciòn como puta, pues ha aprovechado la noche, y no han hecho falta clases extras…, pero ahora le daremos unos cuantos azotes y os dejaremos en paz... hasta que volvamos a cobrar...”

Me escocia el corte y notaba la humedad de la sangre, sobre mis nalgas, cuando de pronto note un agudo dolor sobre una de ellas...

Dos de los hombres se habian quitado sus cinturones y empezaron a azotarme con saña mi trasero, hasta dejarme las nalgas ardiendo de dolor, y según comprobaria mas tarde cruzadas por múltiples señales de los cinturones sobre mi piel...

“Y la próxima vez serán los pechos...”dijo el jefe dirijiendose a mi marido,”... y entonces no andaremos con miramientos...!!!”

Sòlo de pensarlo un escalofrio me recorrio el cuerpo..

Me desataron y mientras el jefe me abrazaba y daba un largo beso con lengua, al que tratè de no rersponder...

Dos de sus secuances, dieron un par de puñetazos a mi marido, mientras le recordaban que volverían y que sería mucho peor si no les daba dinero.

Incluso el jefe le dijo que hablaria con el para montarse el negocio conmigo...

”A esta zorra se le puede sacar mucha pasta, tres o cuatro polvos por noche... con gente bien... y tu te quedarias con el 31% y yo el 69%... ¿entiendes?... soy muy romantico...!!! bueno ya hablaremos...” y mirandome a mi continuo...”Te has portado como una autentica puta...ya te follarè otro dia...¿verdad que me la dejaras tio?” y mientras decia esto le diò una patada a mi marido...

Se fueron tras desatar a mi marido que quedò tendidio en el suelo...

Yo estaba destrozada, totalmente desnuda y dolorida...

Había ya amanecido y al mirar el reloj de mi marido comprobé, que habíamos estado màs de cuatro horas en aquel establo…

(Continuarà)

miércoles, 24 de febrero de 2010

MANUAL DEL MARIDO (Cornudo) FIEL (VII)

EN EL BANQUETE DE BODAS


En las bodas modernas, ahora ya no se lleva aquello de subastar trozos de la liga o la corbata del novio, ahora lo “guay” es subastar el striptease completo de la novia pieza por pieza y después como colofón, subastar su primer polvo de recién casada en el mismo local de la celebración.

Eso si es de buen gusto probar el producto antes de su subasta, aunque sea de forma rápida.

También puedes dedicarle un tiempo a que tu mujer practique sus habilidades sexuales, eso sí con unas tarifas acordes a la celebración, en un reservado del propio restaurante.

Si se crea mucha expectativa podrán también subastarse los siguientes polvos… la noche es joven… hasta que los novios salgan de viaje de novios.

No obstante es de buen gusto ofrecer a tu jefe, aunque no te lleves bien con él (quizá eso no cambie tampoco después), el disfrute de tu novia esa mismas noche.

Incluso darle la oportunidad al “jefe de ella” de conocerla más a fondo por si cree conveniente ponerla a su servicio para que haga horas extras.

Da una oportunidad a ese grupo de camareros jóvenes que la miran con deseo, un gangbang mientras los invitados comen, tampoco es un mal regalo para la novia, seguro que después ellos se desviven con los invitados.

Mientras tu mujercita atiende durante la noche a sus invitados...clientes, será bueno que tú junto a la cama los vayas poniendo a tono e incluso si alguno no queda satisfecho le ofrezcas repetir en tu retaguardia.

En algún momento de la velada será necesario un descanso que puede realizarse en la discoteca del hotel, donde la novia acudirá con su mejor lencería como única vestimenta, pero eso si con el velo de novia cubriéndole la cara por aquello de preservar su intimidad.

Deberá brindar con todos los presentes hasta que alcance tal grado de inhibición que la permita desnudarse en medio de la pista y acceder a los requerimientos de los presentes, sean o no invitados de la boda, mientras tú grabas en video para que ella pueda verlo al día siguiente, pues seguro que no lo recordará.

martes, 23 de febrero de 2010

ESPOSA BLANCA, ESCLAVA EN AFRICA (IV)

ESCLAVA BLANCA EN ÁFRICA IV


En el mercado de esclavos.


Una vez el coche se puso en marcha, note que alguien me levantaba la falda, me deje hacer, no podía hacer otra cosa. Me quitaron el cinturón de castidad y alguien me limpio con agua y jabón y me perfumo. Luego me tumbaron sobre el asiento. Me quede dormida.

Una mujer me despertó "desde este momento tu nombre aquí será "AN" me ayudo a incorporarme "sígueme". Bajamos del coche y entramos en una casa. Allí me quitaron la venda y me desataron las manos. "¿Querrás ducharte?" me dijo la mujer, negra, bien parecida de unos treinta años, me llamo la atención sus grandes pechos aunque levantados y proporcionados, bien vestida aunque al estilo africano, con una túnica de colores. Le dije que sí y me llevo a un cuarto de baño en condiciones, con una ducha, lavabo, la civilización después de lo que había pasado. Me dejo sola.

Me metí bajo la ducha, primero fría para reaccionar y luego templada hasta alcanzar una temperatura ideal, y me deje llevar por el relax.

Después de la ducha, la mujer me llevo a una pequeña habitación sin ventanas donde había una especie de camastro, pero con sabanas limpias y parecía confortable, donde me tumbe y me quede dormida.

Me desperté sobresaltada, no se cuanto había dormido, pero a mi alrededor, varios hombres armados con palos me observaban. Al verme despierta dos se abalanzaron sobre mí y con rapidez me ataron las manos a la espalda y me colocaron una capucha tras ponerme cinta aislante en la boca. Me levantaron de la cama y en volandas me sacaron de la habitación. Bajamos por unas escaleras hasta un coche en marcha.

En el coche me dieron a beber un líquido y en unos segundos estaba otra vez dormida.

Me desperté abofeteada, seguía sin poder ver nada por la capucha y etnia la boca seca y tapada con una cinta. Me despeje y note un tremendo dolor de cabeza, oía ruido a mi alrededor como de estar en una gran sala o algo así. Oía a un hombre que gritaba como en una feria hablando en un lenguaje extraño y la gente gritaba. Me pusieron de pie y me quitaron la capucha. Estaba en un estrado de madera en medio de una especie de nave industrial pequeña, mire a mi alrededor, varios hombres y mujeres negros amordazados y atados de pies y manos estaban junto a mi, entonces me di cuenta d que estaba en un mercado de esclavos. Al igual que los otros, yo estaba completamente desnuda, y sin duda mi blanca piel llamaba la atención, sobre todo por algunas marcas aún visibles de la sesión de latigazos sufrida.

Los presentes eran todos negros, solo yo era de raza blanca.

Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz mejor vi a Hans en un extremo de la sala grabando con una cámara de video, sonreía. Junto a el mis dos supuestos guardaespaldas.

El hombre que voceaba se acercó a mi me agarro por el pelo y me hizo adelantarme al resto. Los presentes gritaban, sin duda me iban a vender.

Mientras hablaba a los presentes el hombre sopeso mis tetas, me abrió la boca como a un caballo, me palmeo las nalgas y la parte interior de los muslos y me hizo ponerme sobre una pierna guardando el equilibrio. Acerco su mano a mi entrepierna y acaricio primero mi peludo coño, luego tiro sin miramientos de mi vello púbico ante las risas de los presentes. Seguía hablando y como subastándome, de pronto un hombre mayor en un extremo de la sala levanto la mano. El hombre que hablaba paro y el público quedo en silencio. El hombre hizo un gesto a otro junto a él y este se acercó hasta el estrado, le dio un fajo de billetes al que gritaba y este me coloco un collar con una correa que entrego al otro hombre. Este tiro de la correa y me obligo a bajar del estrado y entre los gritos de los presentes me saco fuera del recinto.

Era de día, hacia calor y parecía ser más del mediodía, el hombre me llevo a tirones hasta una camioneta desvencijada obligándome a subir a la caja trasera. Me ato las muñecas y los tobillos a unas argollas y se volvió al recinto dejándome allí al sol.

Poco después Hans apareció con su cámara grabando, pero haciendo como que no me conocía, no contestaba a mis llamadas y después de grabarme en aquella situación volvió al recinto. La camioneta se fue llenando con otros esclavos que aquel hombre había comprado, 4 hombres, tres de ellos muy jóvenes y dos muchachas de menos de 20 años. Todos fueron atados igual que yo y al cabo de unos minutos el hombre volvió y tras inspeccionarnos, subió a la cabina y arranco.

Se introdujo por una zona de selva hasta llegar a una especie de claro, donde había una avioneta. Teníamos que agarrarnos fuerte para no caer por los baches del terreno, así que casi instintivamente decidimos tumbarnos unos sobre otros, sentí su piel áspera pero caliente y ellos me miraban con cara de compasión, pero me reconfortaba sentir sus cuerpos junto al mío.

La camioneta se detuvo junto a la avioneta, nos desato pero manteniendo nuestras manos amarradas a la espalda y con unos grilletes que nos unían entre nosotros por los tobillos. Nos hizo bajar de la camioneta y subir a la avioneta, en una especie de bodega, sucia y con cajas obligándonos a sentarnos en el suelo sobre unas mantas raídas y todos juntos, como en una especie de fardo humano, nos rodeo con unas cuerdas y cadenas por la cintura. Me fije entonces en mis compañeros de cautiverio. Las chicas tenían la piel bastante cuidada y parecían limpias, me fije en su sexo muy depilado y comparé con el mío bastante peludo, lamentaba no habérmelo depilado, pero Hans me dijo que no lo hiciera, sin duda buscaba contrastes de mi cuerpo con los nativos, las chicas tenían buenos pechos muy proporcionados a su edad y eran de estatura media.

Los hombre, mas jóvenes, debían pasar los 20 años, fuertes para su edad, latos de piel muy negra también y con un buen pene a pesar de estar en reposo. Me miraban con compasión. El cuarto hombre de unos treinta año, parecía mas curtido, buenos músculos y también bien dotado, pero mantenía los ojos cerrados. Nos echaron una manta por encima y cerraron la bodega.

En unos minutos el traqueteo de la avioneta nos indicó que rodábamos hacia el despegue.

No se el tiempo que estuvimos en el aire, pero una de las chicas, la que iba atada a mi, se mareo y vomito sobre la manta y sobre ella misma y los hombres parecían inquietos. Yo estaba como aturdida pensando en como acabaría todo y que al menos ver a Hans me había tranquilizado un poco.

La avioneta se detuvo y se abrió el portón de la bodega, el hombre tiro de uno de los negros y nos hizo levantar a todos, yo estaba atada entre uno de los hombres jóvenes que no había parado de mirar mi peludo sexo durante el vuelo y la chica que había vomitado.

Bajamos en fila india del avión y nos alienaron sobre el suelo de la pista. Estaba atardeciendo y estábamos en un paraje agreste sin una sola casa alrededor. Un Jeep esperaba un poco más allá pero nada más. El hombre a nuestro cargo se despidió del piloto que me miro con lujuria y el comento algo en africano. El hombre se rió a carcajadas y me miro. Me ruboricé y baje la vista. Al pasar junto a mí el capataz me dio dos palmadas en el culo con bastante fuerza que me hicieron estremecer.

Después se coloco ante la fila y empezó a hablar en africano, los demás le entendían pero no decían nada, yo no entendía nada pero estaba asustada, fue parándose ante cada uno de nosotros y entonces vi que llevaba un látigo en la mano y con el mango levantaba la barbilla de alguno de los otros o se lo pasaba a las chicas por entre las piernas o los pechos, paso a mi lado sonriendo y también me metió el mango por entre las piernas pero con mas dedicación que a las otras y me manoseo personalmente las tetas, diciendo "good, good", luego paso por detrás inspeccionado sin duda nuestros culos y espalda, volvió a darme dos duras palmadas y noté que pasaba su mano por mi espalda "strong" dijo como sorprendido, se retiro unos pasos hacia atrás y el látigo restallo en el aire una vez, la segunda vez tras el ruido note una laceración en mi espalda, el hombre rió al verme encogerme y dijo algo en africano que no entendí pero los otros esclavos creo que habían entendido pues la fila empezó a moverse, yo iba la última.

El hombre de treinta y tantos iba al frente de la línea, el capataz golpeo con el látigo el suelo, el hombre empezó a caminar un poco mas rápido hacia el Jeep. El capataz subió al coche y arrancó mientras el hombre que encabezaba la fila se situaba tras el coche y empezaba a andar.

Estábamos descalzos, yo notaba las hierbas y las tierras bajo mis doloridos pies… ¡iríamos andando detrás del coche hasta donde fuera!. Me armé de paciencia.

Caminamos durante más de media hora, calcule yo, por un sendero de tierra y piedras tras el coche a un buen paso. Mis compañeros de cautiverio parecían caminar sin dificultad pero yo ya tenia heridas en los pies, aunque trate de no rendirme.

Nos detuvimos ante una especie de choza de cañas con tejado de brezo o algo así. El capataz nos desato los grilletes de los tobillos y nos fue haciendo entrar en la casa.

Cunado me toco a mi, entre y vi una serie de vigas de madera alrededor de la misma, en ellas había algunos hombres y mujeres atados a las mismas por la cintura y con los brazos extendidos hacia arriba y los tobillos con grilletes a los lados de las vigas. En las paredes lucían antorchas que iluminaban fantasmagóricamente el lugar.

El capataz de hizo un gesto para que fuera hacia una de las vigas. Me desato las manos pero volvió a unirlas con una soga que lanzo por encima de una viga transversal, empezó a tirar hasta que mis brazos estuvieron bien estirados hacia arriba. Fijo entonces la cuerda tras mi cabeza y me obligo a pegar mi espalda a la viga. Me ato por la cintura con una cinta de cuero a la viga y luego con unos grilletes mis tobillos a la misma.

Así fue haciendo con los que llegaban en el nuevo grupo, aunque había ya allí otros hombres y mujeres, todos negros, atados en la misma posición.

Cuando hubo atado a todos los nuevos, se acerco al centro de la choza donde había una especie de tubo grueso. Dio a un interruptor y el tubo empezó a girar mostrando unos tubos mas pequeños horizontales, de los que empezó a salir un chorro de agua que con gran fuerza nos enchufaba a todos los que estábamos allí atados.

El primer chorro de agua me hizo estremecer, estaba fría, pero después de recibir varios de ellos mi cuerpo se templo.

Al mismo tiempo el capataz con una manguera con agua a presión se detenía en cada uno en determinadas partes de su cuerpo en busca de una limpieza a fondo. Cuando me tocó el turno se aplico sobre todo en mis pechos, provocándome un gran dolor en los pezones cuando los enchufaba el agua y después en mi sexo, donde se mezclaba una sensación d dolor por el impacto del agua y de placer cuando enchufaba a mi clítoris.

Pasados unos minutos, el hombre detuvo la maquina de riego y se retiro sin más, apagando las antorchas y dejándonos me penumbra. Los demás esclavos empezaron a hablar y gemir en voz baja entre ellos, pero en un idioma que yo no conocía, trate de saber si alguien hablaba al menos ingles, pero nadie contesto a mis palabras.

Llevaba ya 48 horas de aventura, estaba cansada, dolorida, asustada, nerviosa…

Quedaban 4 días antes de volver a la civilización… o al menos eso pensaba yo.

lunes, 22 de febrero de 2010

domingo, 21 de febrero de 2010

DIARIO DE UNA MUJER CASADA (V)

DIARIO DE UNA MUJER CASADA (V)



Enero 97

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Lógicamente despues de aquella fabulosa follada, vinieron las vacaciones y hasta hace unos días no hemos podido volver a vernos. Me llamó hace unos días para ver si podíamos comer juntos, a lo que accedí. Me dijo que me había echado de menos y que el recuerdo de nuestra follada le seguía a todas partes, incluso cuando hacía el amor con su mujer apenas podía evitar decir mi nombre.

Quedamos en venos uno de estos días, y ese día fue hoy: Vino a buscarme al trabajo y al llegar me dijo que quería llevarme a su casa, a lo que me negué, pues ya le he dicho que no quiero entrar en su intimidada conyugal, despues de todo me siento un poco puta a veces, pero tengo mis principios.

Despues de un tira y afloja hemos ido al parque a morrearnos y meternos mano dentro del coche.


Febrero 97:

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Desde el día que estuvimos en el parque no había vuelto a estar con Jose, y la verdad es que con mi marido invitándome a seguir la aventura con él, y en el fondo mi deseo de volver a sentir otra polla diferente, aunque ya conocida, por fin accedí a ir a su casa. La única condición que le pues e fue no hacerlo en la cama de matrimonio. Tampoco teníamos mucho tiempo hoy a la hora de comer, pues debíamos volver al trabajo y además a las 5 volvía su mujer de su curro. Vino a buscarme y me llevó a su casa, me sentí excitadísima y ya de camino estaba toda mojada, Cuando llegamos él entró primero pues vive en un edificio de esos con piscina y guardia de seguridad y no me apetecía que me vieran con él. Al rato llamé al portero suyo y me abrió rápidamente. Pase por el jardín de la piscina y como ea la hora de comer no estaba el guardia. Cuando entre en su apartamento, él estaba ya sólo con el pantalón, pues se había quitado la camisa, me cogió en brazos con intención de llevarme al dormitorio pero le dije que no, así que me llevó al salón y me tumbó sobre la mesa. Yo llevaba una falda larga con botas, así que me levantó la falda hasta la cintura mientras me desabrochaba la blusa y me sacaba las tetas del sujetador, y empezó a magreármelas diciéndome lo buena que estaba y lo que le excitaba verme allí expuesta con las piernas abiertas y las bragas bajadas esperando a su polla. La verdad es que estaba un poco incomoda por la situación, por lo ridícula que me debía ver desde fuera y porque no había habido preámbulo como en el apartamento aquel por horas de la primera vez, para cuando me quise dar cuenta se había subido sobe mi y noté como su polla entraba de un sólo golpe en mi coño haciéndome estremecer. Empezó a besarme y acariciarme las tetas mientras empujaba como un poseso, hasta que se corrió como un loco jadeando y gritando, dentro de mi coño. Me quede un poco incomoda, pero rápidamente se bajo de la mesa y me agasajó con una fantástica comida de coño, que me reconcilio con la situación.

Cuando acabamos me vestí y salí corriendo como una vulgar puta, pero sin cobrar, con lo cual no me sentí bien el resto del día.

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A lo largo de este mes hemos follado así en su casa un par de veces más, en la cocina y en el baño, pero la verdad s que llevamos unos días sin vernos, pues él parece haber pedido el interes por mí una vez me ha follado como ha querido, y yo cada vez que voy a su casa luego salgo bastante mal.



Abril 97

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Definitivamente mi relación con José se ha terminado, pues no funcionaba lo de ser su puta para follar y luego se acabó. Yo necesito algo más, ternura, sensibilidad, algo, aunque sólo sea una sintonización y estar a gusto con la persona y sobre todo sin tiempo ni prisas.

Aunque sigo bien atendida sexualmente por mi marido, están empezando a aparecer nuevos hombres en mi vida.

Hace unos días tuve que visitar por temas económicos al director de un banco que hay cerca de casa y que conoce a mi familia desde hace años, Ricardo, tiene casi 50 años, pero no es mal parecido. El motivo era pedirle un crédito para la reforma de la casa y fui precisamente porque conoce a mi familia. La verdad es que me trató muy bien, incluso en exceso agradable y sobre todo me fije que no apartaba sus ojos de mis pechos. Me sentí halagada pero al tiempo contrariada.

Mientras tanto Fidel sigue haciéndome insinuaciones, medio en broma medio en serio, mientras otro compañero, Lorenzo, ha empezado también a piropearme y decirme lo "biien" que estoy, aunque por su forma de decirlo más bien debería leerse como "lo buena " que estoy.

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Hace tiempo que no escribo sobre mis pretendientes, pero entre el trabajo que tengo y cosas que me ocurren, la verdad es que tengo pocas ganas de hacerlo a veces.

El otro día tuve que volver a ver a Ricardo para lo del crédito. La verdad es que no nos hace mucha falta, pero contar con él nos desahogaría a la hora de pagar la obra de la casa de una vez. Se mostró muy amable y solicito quizá más de la cuenta, aunque me puso algunas pegas "fácilmente solucionables hablándolas con calma" me dijo. En resumen que me invitó a cenar en un restaurante en las afueras de Madrid. Se lo comenté a mi marido y me dijo que veía claro el tema, que estaba tratando de seducirme, pero que era mi decisión, pues siempre podía estar a tiempo de darle un bofetón y pasar de su crédito, aunque creo que el fondo está deseando que me acueste también con el una vez fracasado lo de Jose. "Necesitas que te arreglen el cuerpo de vez en cuando fuera de casa" me dice muchas noches mientras follamos.

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El caso es que acepté la invitación, curiosamente un viernes por la noche. Él está soltero, y vive en un chalé cerca Madrid, pero quedo en pasar a buscarme sobre las 8 en su BMW.

Una vez más mi marido me hizo ponerme ropa erótica interior y por fuera un vestido largo negro que tengo que uso de vez en cuando y que se me ajusta mucho al pecho, con la espalda al aire. Tuve que ponerme liguero, con tanga y medias negras de rejilla, y la verdad es que cuando me miré en el espejo estaba francamente bien.

Al salir me dió un beso y me dijo "disfrútalo hasta donde tu creas que debes llegar... o más" y me dió una palmada en el culo.

Como un clavo a las 8 estaba en la puerta con el BMW. No paró de mirarme todo el camino al pecho, pues con la falda no podía ver mis piernas. Estuvimos en las rozas en un restaurante y toda la cena estuvo muy interesada en mi trabajo, el tiempo que llevaba casada, si era feliz con mi marido, que tal los niños, y cosas así. Ya cerca del postre le pregunté cuales eran esos problemas que había para concederme el crédito. "Veras Laurita, te conozco desde que ras muy jovencita como a tu familia." Hizo una pausa mirándome a los ojos. "Y la verdad es que me hubiera gustado casarme contigo, pues para mí has sido la única mujer realmente interesante que he conocido". Me dejo planchada sobre todo porque sé que es muy mujeriego y se hablaba de sus juergas con dos y tres tías, y no putas precisamente, en su chale. "Ya que lo de casarme contigo, no puede ser pues eres una mujer, "parece" y remarco esta palabra, "feliz y decentemente casada" ¡si él supiera!, "te hago una oferta" y entonces me miro de arriba abajo " Yo os concedo el crédito en una condiciones muy ventajosas y sin plazos concretos de pago... " y se paró un momento para beber vino, " a cambio de ciertos favores tuyos hacia mi..." se me quedó mirando fijamente a los ojos, "Si has aceptado esta cena, creo que sabias a lo que venias, por tanto no puedo admitir una negativa rotunda..." dijo sonriendo. Estaba empezando a enfadarme de verdad, pero no quise montar el número en el restaurante "Está bien Ricardo yo esperaba algo así y quería saber hasta donde pensabas llegar, como bien dices estoy feliz y decentemente casada, y no lo parece, es una realidad, y por un cochino crédito, no me voy a vender como una puta, primero porque si yo quisiera ponerme precio sería para no tener que devolver el dinero que me ganara, ni en cómodos plazos ni nada, y segundo porque aparte de mi marido, en el caso hipotético de que quisiera follar con alguien lo elegiría yo. Y levantándome de la mesa, le dije mirándole a los ojos "y ahora llévame a casa si no quieres que monte un número aquí que te conocen". Se quedo pálido y llamando al metre le dejó un fajo de billetes sobre la mesa. "La señorita se ha puesto indispuesta" le dijo cogiéndome suavemente por el brazo" y nos vamos". Ya en el coche al principio el silencio se podía cortar, pero luego en marcha por la carretera trato de razonarme su oferta, pues él pensaba que no me había ofendido sino todo lo contrario, pues después de tantos años seguía interesándole y no veía porque no podía tener una aventura con él. Que mi marido no tenía porque saberlo, ni mi familia ni nadie, que él sería discreto, y lo que me acabó de rematar, que si yo quería, aparte de regalarme lo que quisiera, podía efectivamente darme una cantidad de dinero como obsequio despues de cada relación. Me estaba llamando PUTA, así con todas las letras y encima me estaba haciendo un favor. Luego ya en casa cuando se lo conté a mi marido nos reíamos los dos por la situación, aunque sé que en el fondo a él le hubiera gustado que me enrollara con Ricardo aunque hubiera sido sólo esa noche. Unas semanas despues me he enterado que le han cambiado de sucursal bancaria.



Junio 97

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El otro día me llamó Jose para vernos. Estuvimos tomando un café y me dijo que quería volver a mantener relaciones conmigo, aunque esta vez iríamos a un apartamento alquilado, pues entendía que en su casa no estuviera a gusto. La verdad s que le tengo mucho cariño y estuve muy ilusionada con él, en un momento difícil de relación con mi marido, pues nuestra historia empezó platónicamente siendo novios mi marido y yo, aunque exploto físicamente como os he contado. Por eso no le mande a la mierda, peo le dije que no podía usarme y luego tirarme y además sin una explicación. Hemos quedado en vernos de vez en cuando y charlar. A mi me sigue gustando, pero no puede ser.

Mientras tanto otro hombre intenta entrar en mi vida. Se trata de Lorenzo, que el otro día hablando conmigo sobre un tema de idiomas, me dijo que le gustaría aprender francés y griego conmigo.



Octubre 97

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Estamos casi terminado otro año, y mi vida sentimental tiene altos y bajos, aunque si fuera por mi marido, debía estar siempre en lo alto... de una cama con un tío encima, y no necesariamente el.

Este verano, el no pudo venir de vacaciones a la playa con nosotros, así que me fui con mis padres y los niños. Una noche en Gandía donde estabamos, decidí dejarle a mis padres a los niños y salir con unas chicas de mi edad, solteras que conocimos en la playa a una discoteca, y me dí cuenta de que si quisiera, efectivamente podía tener cada noche un hombre distinto en mi cama e incluso alguna mujer, pues aquella noche se me insinuó una rubia, alemana, que seguro me hubiera dado un buen repaso.

Como decía otro año se va y con él muchas oportunidades. La vida es así.



Diciembre 97

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Hoy es 24, y ayer tuvimos la comida tradicional de compañeros donde vi otra vez a Jose que como siempre se ofreció a llevarme a casa despues de la comida, pero esta vez le dije que no, aunque luego me arrepentí un poco y cuando se lo conté por la noche a mi marido, me dijo que había sido tonta.

Otro año, mientras Lorenzo sigue insistiéndome en aprende idiomas o que le enseñe francés y griego, y Fidel me ha dicho que despues de las vacaciones quiere comer conmigo para charlar.

sábado, 20 de febrero de 2010

DE FIEL CASADA A... (VI-I)

De fiel Casada a.... (Capitulo 6: Videosexo controlado, primera parte)


Me desperté en casa sobre mi cama pero aun con el sabor de la leche de aquellos tíos en la boca y mi cuerpo totalmente dolorido. Por supuesto que el orificio de mi culo, dolorosamente dilatado, y mi coño, como un pimiento morrón.


Me revolví en la cama y al mirar a los pies de la misma, vi a don Jaime sentado en un sillón mirándome.


"Es Ud. Un...", empecé a decir, pero me interrumpió con energía:


"¡cállate puta!...¿no querías marcha?... pues lo de esta tarde solo ha sido una muestra, vas a vivir sensaciones y experiencias que te convertirán en una experta del sexo insaciable, así que ahorra tus fuerzas y duerme, pues mañana vas a necesitar energías...!", y tras decir esto se levanto y se marcho apagándome la luz del dormitorio.


"¡joder con el maestro!", pensé yo.


Y mi marido mientras tanto en Ámsterdam... ¿Ámsterdam?... ¿sería casualidad?...


La verdad es que ahora analizándolo fríamente fue el principio de una serie inimaginable de experiencias que me han hecho una degustadora del sexo hasta extremos insospechados, y me han permitido viajar por todo el mundo y conocer muchos rituales del sexo.


Pero lo que paso al día siguiente y en días sucesivos os lo contaré mas tarde.


Ese fin de semana fue más o menos tranquilo, y digo más o menos porque mis "guarda... ¿espaldas?", me follaron un mínimo de 3 veces cada uno al día.


Y la siguiente semana tan solo alguna jodienda con Javier o Pedro hasta mediados de semana que volví a vivir el sexo intensamente pero esta vez en el trabajo.


Cada vez que había que conseguir alguna cuenta difícil con algún cliente macho, no sé porque, o si lo sé, me la pasaban a mí.


Pero aquel día me sorprendió mi jefe cuando me dijo que desde ese mismo día tendría mi despacho en la planta noble de la oficina, con todos los jefazos, y que conste que he dicho jefazos.


Cuando me trasladé, descubrí que el decorador no era malo y que el despacho no estaba tan mal. Comprobé también que dos puertas me separaban por un lado del despacho del director general, según este porque mis últimos logros en la empresa le habían llevado a pensar en mi como estrecha colaboradora, estrecha no sé hasta qué punto, y por el otro lado otra puerta me comunicaba con el despacho del subdirector de la compañía.


Aquella misma tarde me ocurrió algo curioso.


Mi jefe me había encargado el estudio de unos futuros clientes, tres hombres y una mujer, y este último me sorprendió, pero dado que su negocio era de asesoría fiscal no le di mucha importancia.


El caso es que me tuve que quedar en la oficina tras avisar a Javier, a Pedro y por supuesto...a don Jaime, que eso si respetaba a rajatabla mi trabajo y mi carrera.


Eran cerca de las ocho y estaba sola en mi nuevo despacho cuando llamaron a la puerta, y acto seguido entro el vigilante de noche, un hombre bastante apuesto de unos 35 años, alto y moreno, bueno no estaba mal.


"Buenas noches señorita", me dijo," ¿se quedara hasta muy tarde?", me pregunto, y al responderle que no sabía, añadió, "bien, pues si necesita algo no tiene más que llamar, puesto que entro de guardia y estaré hasta las ocho de la mañana"


"Muchas gracias", le conteste, observando que me miraba mitad con admiración, quizá por mi ascenso, mitad con un cierto morbo, pues debía pensar que estando tan buena algo había en mi progresión laboral.


Seguí trabajando, estábamos próximos al verano, y a pesar de que tenía aire acondicionado en la oficina, la verdad es que me gustaba ir ligerita de ropa.


Aquel día llevaba una minifalda blanca, por supuesto sin bragas, y una camiseta tipo baloncesto negra, también sin sujetador, y sobre ella una chaqueta amarilla.


A eso de las diez cuando estaba a punto de irme, volvió a entrar el vigilante


"Señorita", me dijo, ¿se va a quedar mucho tiempo más en la oficina?, es que ya no queda nadie en el edificio y me gustaría ir a mi oficina a cenar".


"Está bien", respondí, “me quedaré aun un rato mas así que puede irse a cenar si quiere, yo le avisaré cuando vaya a salir".


Se marcho y yo seguí un rato más. Cerca de las once decidí que ya estaba bien así que llame por el teléfono interior al vigilante pues debía abrirme la puerta del edificio.


"Enseguida voy", me respondió.


Efectivamente apenas unos minutos después, llamo a la puerta, ya estaba a punto de salir, y al entrar él en mi despacho le vi titubear, al verme de cuerpo entero, pues solo me había visto tras la mesa.


"Bien, la acompaño al ascensor", me dijo.


"¿cual es su nombre?", le pregunte.


"Miguel", me respondió mientras me cedía el paso en la puerta y aprovechaba para echar un vistazo hacia mi escote. Sentí que al pasar detrás de mí, mi culo era el blanco de su mirada, así que lo contonee un poco.


"Que casualidad...” le dije, “se llama Ud. Como mi marido...."


"¿Esta Ud. Casada...?", pregunto cómo sorprendido sin perder de vista mi trasero...


"Si", le conteste mirándole de reojo...


Se coloco a mi lado y hablamos de cosas triviales hasta llegar al ascensor, mientras lo esperábamos, yo la verdad estaba con ganas de juerga, pero una juerga mía, no programada por don Jaime.


"Miguel", le dije de pronto a punto de entrar en el ascensor, “nunca he estado en un control de seguridad, y puesto que ahora estoy en el staff, ¿le importaría enseñármelo?", y mientras decía esto le mire fijamente la entrepierna. Vi que se quedaba un poco cortado, y reaccionando me contesto que estaría encantado.


Entramos en el ascensor y yo estaba dispuesta a follármelo, pero quería disfrutar de su aparente inocencia o del miedo a liarse con una ejecutiva. En un momento determinado me agache frente a él como si se me hubiera caído algo, dejándole ver a través de mi escote mis hermosas tetas, quedo sorprendido.


"¿se le ha caído algo?", me dijo mientras también se agachaba para ayudarme y nuestras caras quedaron muy cercanas.


"No", respondí, “creí que un pendiente, pero no, lo llevo en el bolso, me lo quite para hablar por teléfono y no me acorde de volvérmelo a poner".


Seguimos hasta el sótano 2 que era donde estaba el control de seguridad.


Vi que estaba un poco nervioso y decidí seguir jugando con él antes de probar su aparato, que empezaba a revolverse inquieto bajo el azul pantalón de reglamento.


Al llegar al control, abrió y volvió a cederme el paso, por lo cual volví a mover suavemente mi culito, para su deleite.


"Está bien esto", dije sonriéndole, mientras el cerraba la puerta, y después echaba la llave, pensé yo que por seguridad.


Un amplio cuarto con una mesa llena de luces y botones y sobre ella una docena de monitores de televisión, que nos mostraban diversas partes del edificio.


Un poco más allá había una puerta, me acerque hasta ella, mientras observe que tras una rápida mirada a los monitores de una forma muy profesional, volvía a fijar sus ojos en mi anatomía.


"¿donde da esta puerta?", la pregunte, mientras la entreabría.


"A un cuarto con un par de camas", sentí que decía a mi espalda.


¡Perfecto! Pensé yo, al menos no me follara en el suelo.


"¿quiere un café, o una bebida fresca?", me pregunto.


Me volví tras ver el estado de dos camastros un tanto cutres, pero que bien podían cumplir su función.


Últimamente a la hora de abrirme de piernas había decidido no ser muy exigente, le daba más morbo al tema, e incluso había leído en algún sitio, que se disfruta más...


"Bueno", conteste, “mejor un café", cerré la puerta del cuarto y volví junto a los monitores mientras él iba hacia una maquina de café.


Me senté distraídamente en el borde de la mesa mirando hacia donde él estaba, entrecruzando la piernas, lo suficiente para que al volverse, viera mi pelado coño sin bragas frente a él.


Efectivamente cuando se volvió con los cafés en la mano, se quedo un momento quieto y le costaba apartar los ojos de mi rajita que de forma entrevelada se veía entre mis muslos.


Se acerco titubeante, "tenga su café".


"Miguel", dije recreándome en el nombre, "¿no tendría Ud., algo con lo que bautizar este café?".


"¡por supuesto que no señorita!", me dijo como si hubiera tratado de pillarle, ya que el alcohol, está prohibido en seguridad durante el servicio.


"Es una lástima", dije bajándome de la mesa, mientras me quitaba la chaqueta y la dejaba sobre una silla, “puesto que yo con un poco de alcohol me pongo muy cariñosa".


Vi que dudaba y comencé a pasearme por la habitación. Observe sobre una mesa auxiliar unas revistas para hombres y pensé que el tema pues podía salir mucho mejor.


"Vera...", le oí decir desde el otro extremo de la habitación,"...si no dice Ud. Nada le diré que siempre llevo una pequeña petaca de whisky, más que nada porque aquí son muchas horas solo y a veces apetece echar un traguito"


"¡estupendo!", dije volviéndome rápidamente de forma que mis pechos bailaran un poco, y acercándome a él,"¡venga esa copa!", le dije tendiéndole la mano.


Cogí la pequeña botella y le di un largo trago. El me miraba mitad sorprendido, mitad incrédulo y bastante excitado.


Se la devolví y volví a sentarme sobre la mesa, esta vez con las piernas bien abiertas, para que pudiera ver mi coño.


"Perdone señorita...", empezó a decir mientras trataba en vano de apartar su vista de mi entrepierna,"...pero no sé muy bien lo que pretende"


"¡yo no pretendo nada, caballero!", respondí yo como muy ofendida, bajándome de la mesa y sentándome en una silla en plan modosito," tan solo ver como es este control y tomarme un café y una copa con Ud. Para que no se sienta solo esta noche".


"Perdone", me dijo volviendo a cortarse.


Guardando la botella, se estiro la chaqueta del uniforme y acercándose a donde yo estaba sentada, posiblemente su sitio para controlar los monitores, volvió a disculparse


"Si me permite, seguiré con mi trabajo", me dijo mientras trataba, debido a su posición de pie junto a mí, de no mirar mi escote, "si quiere la acompaño fuera del edificio".


"No por dios", dije yo, “no se moleste, conozco el camino", y me incline a recoger mi chaqueta, dejándole ver mi desnudo culito, durante unos segundos.


Hacía rato que estaba buscando la forma de prender la mecha de aquel hombre cuyo paquete estaba a punto de reventar, y creí haberlo conseguido, pues en cuestión de unos segundos oí un rudo a mi espalda, de una silla al caer y me sentí empujada brutalmente sobre el sillón donde estaba mi chaqueta.


"¡no puedo más...", decía Miguel jadeante,"...tú te lo has buscado zorrona, ya sé cómo has llegado arriba y ahora vas a ver como las gastamos aquí en el sótano...", y mientras decía esto se quitaba las esposas de la parte trasera del cinturón y sujetándome las manos a la espalda me las ponía con un clic, que a mí me sonó a música celestial,"...te voy a follar cuanto quiera y no vale que grites, primero porque no hay nadie en el edificio, y luego porque este cuarto esta insonorizado, así que prepárate...", siguió vociferando mientras dándome la vuelta me tiraba de espaldas sobre el sillón.


Le vi allí todo enfurecido y excitado, mientras se quitaba primero la porra del cinturón y la dejaba sobre la mesa, después se desprendía de la pistola y hacia lo propio y por último se desabrochaba los pantalones, quitándoselos con rapidez, por lo cual pude ver un hermoso y voluminoso paquete que apenas podía mantenerse dentro de unos calzoncillos de un sugerente color negro.


Yo quería provocarle mas así que me hice la estrecha,"¡no por favor!, no me violes, solo trataba de ser un poco amable y de hacerte compañía...", gemía yo tratando de enfardarle aun mas.


"¡cállate hija de zorra!... ¡te voy a dar sexo!... ¿no era eso lo que buscabas?", y mientras decía esto se quitaba la chaqueta y la camisa dejando ver un musculoso cuerpo y un fuerte torso, que me presagiaban una noche estimulante.


Pero yo estaba sedienta de violencia.


Cuanto más enfadado le veía más me apetecía picarle, por ello me deslice al suelo, tratando de hacerle creer que quería escapar...


"¡donde crees que vas puta!", me dijo cogiéndome del pelo y haciéndome levantar...


Trate de zafarme opero aquel hombre estaba realmente enfadado.


Luego después de pasado todo, pensé lo que arriesgue, pues aquel hombre enfurecido no solo estaba bien armado entre las piernas, sino que tenía a su alcance un arma de fuego.


Me levante y de pronto sentí un fuerte golpe en la cara, y vi una especie de relámpago a mi alrededor, ¡me había soltado una bofetada!, y lo peor es que me gustaba. Me tambalee mientras me insultaba y cogiéndome por los brazos me tumbaba sobre el sillón...


"¡te la voy a meter hasta la garganta por el coño!...o mejor...", dijo volviéndose rápidamente hacia la mesa,"...mejor por el culo..."


Entonces comprobé, por primera vez horrorizada de verdad, que no se refería a su todavía no liberada polla, sino a su larga y gruesa porra reglamentaria que blandía en el aire...


Esta vez sí suplicaba de verdad,"¡no por favor...eso...no!", le dije gimiendo desesperada, recordando entonces que quien juega con fuego se quema...


Me cogió otra vez por los pelos y me llevo sobre la mesa de control,"¡apoya las tetas sobre la mesa...y ábrete de piernas...quiero ver bien el agujero de tu jodido culo!...


Yo trataba de levantarme de la mesa pero su poderoso brazo sobre mi espalda me apretaba las tetas contra la fría madera, mientras por el reflejo de los monitores podía ver como se disponía a ensartarme como una aceituna...

viernes, 19 de febrero de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... (I)

... y disfrutados (capitulo 1)



19 DE FEBRERO DE 2002.

ANTECEDENTES: Mi mujer y su amante se conocieron accidentalmente hace dos meses escasos. Ella está actualmente de forma esporádica con otros tres tíos con los que de vez en cuando se da un revolconcillo. Al principio no parecieron congeniar muy bien, de hecho se conocieron por fin una noche que el la invitó a cenar y ella luego se vino a casa, aunque yo la vi ya algo nerviosa y como "tocada". El se prendó de ella, y es que es para eso y mucho más, y la siguió cortejando por móvil y mail, puesto que vive fuera de nuestra ciudad y sin saber como, el pasado 19 de Febrero, ella se presentó en su habitación del hotel "para charlar" aunque era consciente de que iva a ser poseída por él... al día siguiente él me contaba como fué su primera noche, y desde ese momento cada vez que viene ella va a su hotel las dos noches que está aquí y él al día siguiente me cuenta con detalle lo que han hecho, relato que contrasto con mi mujercita y ella me confirma punto por punto lo que han hecho... A estas alturas es tal su entrega a él, que ha conseguido de ella que realice posturas y viva situaciones que nunca había vivido o hecho conmigo. Por ejemplo no le gustaba para nada que la dieran por el culo y era sólo en su época de regla cuando a mi me lo pemitia, la primera noche con él... ya vereis lo que pasó... lo cuenta él mismo...


No sé como empezar. Tu mujercita es puro fuego, es como tener pasión contenida en un bote y en cuanto se
destapa casi me quema.

Ayer cuando llegó lo hicimos todo muy amigable, poco a poco. Ella se sentó en la cama y yo en una silla
que acerqué de manera que cuando me inclinase pudiera apoyar inevitablemente mis brazos en sus
piernas. Por cierto, estaba impactante, es así como me gusta que vista, con la clase que ella tiene.

Y le pregunté "¿Tu marido sabe que estás conmigo?".

Me miró largamente, se relajó, sonrió y me dijo: "Sabe hasta el número de habitación".

"Osea" le contesté yo "que es un cornudo consentido" asintió con la cabeza y sonrió.

Pusimos algo de música y empezamos a charlar. Abrí la botella de champán y poco a poco vi que los
nervios bajaban de intensidad...hasta que vi en sus ojos la invitación que esperaba para disfrutar de aquel cuerpo....

Empecé a besarla y ella empezó a dejarse llevar, a devorarme. La acaricié poco a poco y le apreté los
pezones sobre la blusa, con eso se puso a 10.000. Se quitó la blusa y debajo llevaba ese conjunto de
noche que era mas morboso de lo que me podía imaginar...y debajo aún llevaba la ropa interior. Le dije
que me apetecía desenvolver ese regalo. Ella me acercó la boca al oído y me dijo: "Sé muy tierno". Lo
entendí.

Había tenido un día difícil y aún estaba nerviosa por lo que estaba pasando así que empecé a
jugar con sus pezones, mordiéndoselos poco a poco, luego mordiéndole los labios, comiendole la boca.

Todo en silencio mientras el CD de Sabina seguía tocando.

La seguí desnudando, mientras pensaba en la suerte del cornudo de su marido de disfrutar a diario de aquella hembra, excepto las bragas que no quería que se las quitara y me quité la ropa, la besé y mordí por todas partes, mientras seguía pensando que aquel manjar era para mas de un hombre y por supuesto no solo para el cornudo que tenía en casa, le dí la vuelta y me tumbé sobre su espalda, que me sintiera bien, que sintiera el peso del hombre que la disfrutaría a tope esa noche.,. le volví a dar la vuelta y de repente se bajó solo un poco las bragas y me dijo: "¿Quieres comer un poquito?" ni lo pensé: le pasé la lengua muy despacio por el clítoris mientras ella me la comía con desesperación, con ansia.

Tuvo un orgasmo larguísimo, impresionante. Luego me senté con la espalda apoyada en el cabezal de la cama y ella se agachó y siguió mamando fuerte, intenso, sabía bien lo que hacia... y como lo hacía.... como la mamaba ¡¡¡...Cuando llevaba un buen rato le levanté la cabeza muy en contra de su voluntad. Tenía la mirada oscura, con deseo y morbo acumulados. Le dije: "hoy no me quiero correr aún en tu boca", y la levanté.

La llevé al lavabo y se dejo llevar docilmente, sin duda estaba desando aprende y vivir situaciones fueran las que fueran, apoyó las manos en el mármol y me dijo "Por delante no me penetres". Le abrí las nalgas con mis manos y acerqué la polla a su culo, ella la guiaba con su mano y se la clavé poco a poco hasta el fondo.

Empecé a moverme, a clavarla muy, muy adentro. Veía su cara de vicio y pasión en el espejo mientras le daba duro y ella me decía que nadie le había trabajado el culo como yo se lo estaba haciendo... volví a pensar en el cornudo marido que no le debía dar lo suficiente... Ella estaba que estallaba.

Cuando llevábamos un rato bastante largo empezó a tener un orgasmo muy intenso y se corrió de una manera bestial. Yo seguí clavándola, no dejando que se saliera.

Ella empezó a pedirme que me corriera, que quería verme la mirada cuando lo hiciera. Pero aguanté aún
hasta que noté que le volvía un buen orgasmo y entonces solté un buen chorro en ese culo tragón.

Luego nos fuimos a la cama de nuevo, bebimos un poco mas de champán y empecé a comerle el coño
una vez mas y cuando la tuve a punto le levanté las piernas, me las puse en los hombros y se la clavé
hasta el fondo... de nuevo por el culo. Creo que en ese momento ya no podía mas pero se repuso rápidamente y empezó a animarme.

Le dije que quería que fuera mía: mi hembra, mi Princesa, ¡mi Puta! y eso la calentó hasta lo indecible, empezó a moverse y hacerse una paja mientras yo seguía bombeando y se corrió nuevamente. En aquel instante yo sabía que estaba en mi mejor momento y que podía aguantar mucho rato sin correrme. Es algo que noto y me pone mas caliente.

Ella lo intuyó y se dejó llevar. Le dí la vuelta, me puse sobre su espalda y se la volví a meter, con decisión mientras mi peso la hacia notar que un hombre se había apoderado de aquel cuepo y aquel culo sin duda poco usado... Empezó a pedir que me volviera a correr, que quería notarlo, que quería verme la cara, volviendo su cabeza con gesto de vicio hacia mi que estaba sobre su espalda bombeando sin piedad entre sus nalgas.

Yo seguía mientras ella intentaba meter su mano bajo su cuerpo para masturbarse pero no podía. En un momento determinado le dije que quería que ella se sentase encima mío y se clavase ella sola. No lo dudó, me tumbé de espaldas y ella se sentó clavándose mi polla hasta el fondo de ese culo que estaba mas dilatado que nunca, tragando y tragando.

Se movía como un remolino pero yo no estaba dispuesto a correrme aún. La dejé allí un buen rato y luego la puse a cuatro patas y la clavé nuevamente sin piedad. En esa postura se volvió a masturbar y a correr como una posesa, estaba claro que le estaba gustando la sesión y la estaba disfrutando, mientras yo pensaba en el cornudo de su marido y lo que se estaba perdiendo... aquel culo ofrecido a un casi desconocido que se lo estaba taladrando a placer... y volvi a dejar toda mi leche dentro de aquél ávido culo...

Cayo rendida sobre la cama y pasados unos minutos mientras bebiamos un poco de champán mi polla volvio a ponerse a tono, y no era para menos, aquella hembra, aquella casada viciosa , y por lo que parecia, inexperta, a pesar del historial que me habia contado el cornudo de su marido, merecia una buena dosis de leche por el culo como ella me habia pedido nada mas llegar... "esta noche solo quiero que me llenes el culo de leche"

Me puse a su lado, le levanté una pierna y se la volví a meter. Siempre por el culo, ella parecia que acababa de descubrir el placer de su via anal, y no quería mi polla mas que entre sus cachetes. Parecía que fuese a tener un desvanecimiento y solo pedía que me corriera. No estaba preparado pero intenté concentrarme en correrme, sudaba y sudaba mientras la embestía y ella decía que sentía mi polla muy adentro y que quería verme correr...finalmente pude y fué bestial, notaba como me exprimía en ella hasta la última gota, caí fulminado.

Luego estuvimos hablando un buen rato porque ella empezaba ya a notar el arrepentimiento y pude
volverla a motivar, que dejase de pensar en eso con lo bien que lo estaba pasando.

Me dispuse para el último envite de la noche, la volví a tumbar boca arriba sobre la cama y tras magrearle bien las tetas lo que la puso a cien, volví a levantarle las piernas con intención de clavarsela de nuevo... pero su culo ya muy abierto me ofreció casi magneticamente su orificio y mi polla entro hasta dentro como un ariete, ella se revolvía de placer mientras me decía lo bien que le había trabajado el culo toda la noche, y que quería sentir mi corrida muy dentro, lo que ocurria poco despues mientras ella tambien alcanzaba un explendoroso orgasmo expresado en un largo gemido de placer.

Seguimos hablando un buen rato mientras nos acariciamos y luego nos vestimos mientras yo la intentaba convencer para hoy.

Creo que se lo pasó muy bien y repetirá algunas veces mas, siempre que venga ella estara dispuesta, seguro.


Saludos,

jueves, 18 de febrero de 2010

MANUAL DEL MARIDO (Cornudo) FIEL (VI)

Manual de marido "fiel": La boda (I)


ASEGURANDO LOS CUERNOS

Quizá ya se haga necesario un acuerdo entre tu chica y tu, que te garantice los cuernos de por vida, y a ella le dé una seguridad de cara al futuro, y decidáis uniros en matrimonio.

Hay dos opciones: La boda “formal”, para aquellos familiares que no conocen vuestras aficiones y debilidades y la boda para aquellos a los que les gustaría participar con vosotros de vuestro enlace.

En ambos casos podéis darle un enfoque erótico o depravado según las circunstancias.

LA BODA

“Donde se refleja que la fantasía de toda mujer, es ser sorprendida en ese día feliz, en el lavabo de señoras, con un joven camarero, con el traje blanco levantado hasta los ojos y la fina lencería hecha girones por el suelo”… algunas lo consiguen, si su “fiel” pareja las ha enseñado bien…

En una boda tradicional, lo normal es que la novia vaya con sus amigas de despedida de soltera a un bar de “boys” y allí dependiendo de su liberalización, pueda hacer un poco el chorra con los chicos, pero…

Lo ideal es que tu chica vaya justo la noche antes de la boda con tus 5 o 6 mejores amigos, que serán también testigos en la iglesia, a celebrar la despedida de soltera a un puticlub conocido (invitaras al dueño a la ceremonia e incluso le ofrecerás catar a la novia recién casada) donde ella pueda liberarse sin tapujos y de paso sacar algunas pelas para el viaje de novios.

Tu por supuesto esperaras paciente en casa tras haberla aprovisionado bien de preservativos aunque diciéndola que con los de confianza no hace falta que los use, por aquello de economizar.

Pero aún hasta el momento de ir a la iglesia, deberás procurarle placer y desahogo, y para ello invitaras a comer en casa con vosotros a ese amigo de ella de toda la vida que a ti te consta, aunque ella no te lo ha dicho, que se la calza de vez en cuando…

… y a la hora del postre dejarles discretamente solos durante un par de horas para que “puedan despedirse” adecuadamente.

Aunque sabemos que es incomodo, sería un detalle de tu chica no ponerse bragas bajo el vestido de boda, aunque quizá al llegar a la iglesia aún le rezume leche de su último polvo como soltera…

…de paso estará lista por si hay que tener un detalle con el monaguillo o el organista.

Todas las propuestas recibidas durante la ceremonia, sería de buen gusto fueran correspondidas en vuestra casa antes de acudir al banquete y por riguroso orden de llegada… los testigos tendrán derecho de pernada en ese caso.

Y aun con el traje blanco, del que no debe desprenderse en ningún momento ni situación, y tras un descanso, al banquete donde sin duda tu chica se graduará como la recién casada más zorra del barrio.

miércoles, 17 de febrero de 2010

OBJETO DE CAMBIO (I)

(Capitulo 1)


La Iniciaciòn (I)

La verdad es que aquella noche lo habíamos pasado bien en casa de unos amigos a cuya fiesta de aniversario habíamos asistido.

Pero devuelta a casa en el coche mientras observaba a mi marido, poco podia pensar que los proximos minutos cambiarian casi radicalmente mi vida…

Me distrajo de mis pensamientos un coche con cuatro personas que nos adelanto a gran velocidad, y comenté con mi marido lo peligroso que es conducir a esas horas…

Mi marido estaba muy apuesto con su elegante smoking, tiene 45 años pero bien podría decir que tiene 10 menos...

Yo tengo 35 y procuro cuidarme, por lo cual nuestros amigos dicen que hacemos una pareja muy atractiva...

Aquella noche yo llevaba un vestido blanco muy ajustado y con generoso escote, que resaltaba el moreno de mi piel y había sido la admiración de la fiesta, aunque este mal decirlo...

Eran las cuatro de la madrugada cuando nos dirijiamos a nuestro chalet en las afueras...

Estábamos ya cerca en una zona solitaria próxima a la urbanización, cuando de pronto surgió un hombre al lado de la carretera haciendonos señas...

Yo no me había dado cuenta, de que el vehículo que adelantamos nos había vuelto a sobrepasar…

“Me parece que es el coche que nos pasó…” comentó mi marido…”puede que hayan tenido un accidente…” añadió señalándome un coche metido en el campo un poco más allá...

“Paramos...?”, preguntó mi marido... yo asentí con la cabeza...

Redujo la velocidad y nos aparcamos en el arcén...

Cuando estábamos bajando del coche nos vimos rodeados por cuatro individuos jóvenes de unos 25 ò 30 años….

De pronto uno de ellos cogió a mi marido por el cuello y colocandole una navaja le pidió dinero….

Mi marido le dijo que llevaba apenas unos billetes…y les diò la cartera…

El que parecía el jefe, saco el dinero y tiró la cartera…

“Esto es todo…” dijo como enfadado blandiendo los billetes, ante mi marido….

“Meterlos en el coche...!”, dijo a los otros...

Nos metieron en su coche, mientras otro de ellos se ponía al volante del nuestro...

Hicimos unos pocos kilómetros antes de desviarnos por un camino secundario, para llegar a una especie de granja abandonada...

Nos bajaron del coche…

La noche era casi cerrada… pero colocaron los coches de forma que pudieran verse con los faros…

“Que hacemos…” preguntó uno de los hombres…

El que parecía el jefe, volvió a decirle a mi marido que donde estaba el dinero...

Mi marido le dijo que no tenia màs...

“Vaya mierda!!!…” respondió el sujeto…” te daremos una lección…”

Entonces hizo amago de cortarle en la cara con la navaja, ante lo cual yo le grité que por favor no lo hiciera...

El hombre se volvió sorprendido y se me quedo mirando y los cuatro hombres repararon en mi.

Mientras otro de los hombres sujetaba a mi marido, el se dirigió hacia mi...

“ Se me ocurre algo mejor,...” dijo sujetandome por un brazo...” vamos a disfrutar de esta hermosa hembra en tu presencia…” y mirando a mi marido preguntó..” no será precisamente tu esposa…?” a lo que mi marido asintió con la cabeza, entonces sonriendo se volvió hacia mi…” mucho mejor!!!… así según como te portes, en tus habilidades estará que hacemos con tu marido ya que no tiene dinero...”

Esposaron a mi marido al espejo retrovisor de la puerta del coche... pero de forma que pudiera ver bien todo lo que ocurría....

A mi me pusieron en medio de los cuatro, en el haz de luz de los faros de los dos coches…y entre dos me sujetaron por los brazos...

Entonces me arrastraron hacia un árbol y con unas cuerdas que sacaron de su coche me ataron a el…

“No se te ocurra gritar…pues aquí no te oirá nadie…” me dijo uno de ellos…

“Veamos que tal se porta esta mujercita...”, dijo el que parecía el jefe, mientras con la punta de la navaja me levantó el vestido por debajo...,”bien...bien...que tenemos aquí...” continuo, comprobando que llevaba unos panties calados blancos, abiertos con un liguero del mismo color, además de un minúsculo tanga, también blanco, el cual arrancó cortandolo con la navaja sin ningún miramiento...

“Mira la perrita que bien preparada viene...” y le lanzo el tanga roto a la cara a mi marido...” sabias que ibamos a venir a visitarte...?,” me susurró al oído mientras me desgarraba el vestido por el escote dejando a la vista ademas mi escueto sujetador de encaje... que apenas podía contener mis senos...

“Vamos a tener una pequeña fiesta privada, tu y nosotros cuatro, zorra...así tu maridito sabrá que con nosotros no se juega...” y mientras decía esto me cortó el sujetador dejando mis dos tetas al aire... cuyos pezones estaban ya erizados y duros... mezcla de la excitación y el miedo...

Y comenzò a magrear mis tetas y meterme las manos entre las piernas, mientras mi marido se retorcía tratando de soltarse y gritaba que no me hicieran nada...

“No…” dijo el jefe volviendose a mi marido mientras me sobaba las tetas…” no le haremos nada malo…al reves!!!” y riò a carcajadas…”algo que le gustarà mucho…” y apretandome las tetas continuò…” nos la vamos a follar los cuatro!!!…”

Todos rieron…

De pronto el jefe se detuvo…

“Oye dijo…no hay una finca abandonada aquí cerca…?” pregunto.

Los otro asintieron…

“Volvamos a los coches…”

Me destaron y me metieron , semi desnuda como estaba, en nuestro coche, mientras le hacían conducir a mi marido…

En el corto trayecto el jefe me sobó todo lo que quiso…

“ Si tratas de gritar…” me dijo mirandome fijamente…” te doy tal hostia que te salto los dientes…”

Cuando llegamos a la finca, se detuvieron delante de una especie de establo…

Entramos y mientras esposaban a mi marido con las manos a la espalda, a mi me ataron a la pared a unas argollas, de esas que se usan para atar los caballos...

Todos empezaron a magrearme, y a meterme las manos por todas partes: las tetas, el culo, el coño...

Yo traté de resitirme al principio, pero el miedo y la excitación que aquellas ocho manos ejercían sobre mi, ya caliente cuerpo, me hicieron pensar en que era mejor dejarse hacer....

Me cogieron casi en volandas y me llevaron cerca de mi marido junto al coche...

Me dieron la vuelta y colocandome con las tetas contra el coche, me ataron las manos a ambos extremos de la baca del mismo, separadas lo suficiente como para que mis brazos estuvieran firmemente extendidos...

Luego hicieron lo mismo con mis tobillos a los bajos del coche… me sentía como un animal expuesto en un mercado…

En esta postura con las piernas separadas, formando una perfecta “X” el jefe comenzò a pasearme la navaja por la espalda mientras le decia a mi marido que aquello no sòlo no evitaba que se fueran a ir sin cobrarle algo de pasta a mi marido, sino que le debería algunos miles màs, pues estaban iniciandome como puta y eso costaba dinero...

“Pero no tendràs problema para pagarnos, pues despues de esta noche si la pones a trabajar, en poco tiempo sacaras buen dinero, ya que es un buen ejemplar... y caliente... ”, y añadio...” incluso estoy dispuesto a asociarme contigo para ello, con la condiciòn de poder follarmela siempre que quiera, “ y mientras decia eso me pasaba las manos por el culo y el coño, “ sin duda conmigo no podrà negarse...”

“A que no zorrita...?” y mientras decia esto me cogiò del pelo acercandome muy cerca de su cara...

Me planto un beso en la boca que yo tratè de repudiar, pero me sujeto con fuerza la cabeza y su lengua acabò por romper la resistencia de mis labios...

Yo trataba de que mi marido no pensara que me lo estaba pasando bien, pero la verdad es que a esas alturas mi cuerpo estaba muy caliente y aquel hombre sabía manejar su lengua...

Se colocó detrás de mí, y oí como se desabrochaba el cinturón y se bajaba la cremallera del pantalón...

Sentì como su duro aparato buscaba el orificio de mi culo entre mis redondas nalgas, abiertas sin pudor por la postura de mis piernas...

Suavemente al principio, pero enseguida con gran fuerza, fue rompiendo la resistencia de mi esfinter, produciendome un gran dolor mientras golpeba salvajemente con su cuerpo contra mi, aplastandome contra el coche...

“Asi...!... Asì...! zorra... disfruta que muy pronto tendràs que hacer esto a menudo... y no por placer...puta...!!!”, me decia, mientras me enculaba con fuerza, empujandome contra el coche...

(continuará)

martes, 16 de febrero de 2010

SOY UNA PUTA (I)

PUTA: La que practica sexo por placer sin remunerar; PROSTITUTA: La que practica sexo a cambio de dinero.


Hola me llamo Alicia, tengo 44 años, y llevo casada desde hace 24 con un tío que al principio era muy cariñoso conmigo, pero el tiempo lo ha ido convirtiendo en un poco déspota, y lleva la casa como un cuartel.

Tengo 2 hijos uno de 25 años, y otro de 22, y yo trabajo como gerente en una multinacional de cosméticos.

Desde que empezó a pasar lo que os relataré a continuación, hace unos 8 meses, he tratado de justificarme, de buscar alguna forma de definir lo que llevo haciendo en esos meses y he llegado a la conclusión de que simplemente SOY UNA PUTA, que además lo hace gratis, casi siempre, pero a fin de cuentas una PUTA y además con suerte.

Hace unos ocho meses un compañero del trabajo del departamento de marketing me dijo que si quería asistir a un casting de unas modelos para una crema que íbamos a lanzar al mercado.

El casting debía ser en Barcelona, por lo cual nos desplazamos un fin de semana hasta allí y en céntrico hotel teníamos reservada una sala para dicho casting.

Me sorprendió que las modelos eran todas de treintaitantos par arriba... pero que treintaitantos¡¡¡¡

El casting consistía en una serie de fotos, las chicas ataviadas con una túnica blanca con bordes dorados, y luego unas tomas de vídeo, con el frasco de la crema junto a sus ojos o labios, para dar con la mujer adecuada a la imagen del producto.

Después de una serie de pruebas durante todo el sábado, nos reunimos por fin a cenar con el fotógrafo y el cámara que habían hecho las pruebas.

Durante la cena, note como el fotógrafo, un chaval de unos veintitantos años, no paraba de mirarme y comentar algo con el cámara.

Ya casi al final de la cena me dijo: "Mira Alicia, me vas a perdonar, pero te he estado observando todo el día y creo que la mujer que estamos buscando para el anuncio eres tú..."

Rafa mi compañero de marketing, se quedo sorprendido pero tras mirarme fijamente asintió con la cabeza, mientras el cámara hacia lo mismo.

"No puede ser Carles" le dije cortadisima, "buscamos una mujer de treintaitantos y yo tengo cuarenta y muchos..." dije ruborizada.

Se levanto y acercándose empezó a moverme con suavidad la cara hacia uno y otro lado... "Estoy convencido..." y sentándose continuó "Que os parece chicos...?, hemos visto a 15 o 20 chicas hoy y mañana nos esperan otras tantas, pero yo creo que tú eres la adecuada..."sonrió y mirándome fijamente sentenció " vamos a la sala y te haremos unas fotos y unas tomas y tras verlas tu misma decidirás..."

Me sentía halagada, pero al tiempo ruborizada, pues nunca imaginé que a mis años terminaría de modelo...

Estaba muy nerviosa, mientras me cambiaba tras el biombo y les escuchaba comentar mi fotogenia y preparar luces y focos...

Debía ponerme la túnica sin nada debajo, pues debían transparentarse ligeramente los senos y el pubis, por lo cual me sentía aún mas cortada.

Os diré que a pesar de mi edad no estoy mal, mido 1,75 y tengo unos pechos no muy grandes pero los suficiente para no pasar desapercibidos y un cuerpo que he cuidado con natación y aeróbic desde muy joven...

"Cuando estés lista sales..." oí a Carles rompiendo mis pensamientos...

"Ya estoy..." dije nerviosa y asustada... y salí del biombo.

Los tres hombres silbaron, en lo que supuse un intento de animarme, pero trate de ser lo más natural posible y obedecer las indicaciones de Carles.

Rafa me miraba con gran admiración, algo que no había notado yo anteriormente a esa noche, y tras casi una hora de fotos y tomas, Carles dio por terminada la sesión.

"Me voy a descansar..." les dije tratando de salir de allí lo antes posible...

"Muy bien Alis, que descanses" me dijeron casi a coro, "nosotros veremos las tomas y mañana a primera hora te las enseñaremos..."

Casi no pude dormir y a mitad de la noche me desperté con una sensación de excitación que me hizo buscar el relax en una automasturbación que me provocó un orgasmo increíble hasta el punto de lanzar unos gemidos, que después comprobé mi compañero Rafa, en la habitación de al lado había escuchado.

Cuando baje a desayunar allí estaban los tres.

"Descansaste bien...?" me preguntó Carles con un extraño brillo en los ojos.

"Si..." respondí.

"Bien desayuna y luego vamos a la habitación de Joan," que era el cámara, "para que veas las fotos y el vídeo... te vas a sorprender..." me dijo muy entusiasmado.

A duras penas pude desayunar y poco después estaba en la habitación de Joan con los tres visionando en un monitor las fotos y el vídeo... y la verdad es que me sorprendió lo que vi de mí.

Al principio me ruborizó pues la túnica trasparentaba bastante más de lo que imaginaba yo, y en las tomas de vídeo, me vi demasiado seductora, pero los chicos estaban pletóricos...

"Tu misma..." dijo Carles mirándome y poniéndome una mano en el hombro que me hizo estremecer.

"Bien... " apenas pude balbucir "pero debemos seguir las pruebas de hoy y será Madrid quien decida..." y volviéndome a Rafa le recordé " Sabes que mañana tenemos una reunión de staf para ver todas las pruebas... como lo haréis?"

"Mira para no forzar el tema y estando tan seguros, seleccionáremos las seis o siete mejores del fin de semana y las tuyas las dejaremos para las últimas sin decir nada antes... "y me volvió a mira con ese extraño brillo " y que ellos decidan..."

"De acuerdo..." contesté, "vamos al trabajo¡¡¡"

Durante el resto del día ellos se afanaron en sacar lo mejor de aquellas chicas y yo no paraba de darle vueltas al tema...

Seguro que a mi marido no le hacia gracia el asunto... y luego los directivos, cierto que llevaba casi 15 años en la empresa, y conocía a casi todos, pero de ahí a que ellos aprobaran mi salto... me parecía una locura, pero la sensación vivida mientras me hacían las tomas y el verme allí como una top model, me hizo pensar que que caray¡¡¡, no tenia nada que perder, aunque aquellas transparencias aún me daba un poco de rubor.

Durante todo el vuelo de vuelta a Madrid, note como me mimaban y me miraban los tres y me sentí como una princesa.

Al llegar a casa no le dije nada a mi marido, como casi siempre últimamente, e incluso cuando traté de ser un poco cariñosa con él, buscando que me follara esa noche, pues necesitaba sentir un hombre dentro de mí, no conseguí casi reacción, por lo cual decidí acostarme pronto para afrontar el lunes que podía ser decisivo en mi vida.

Mientras trataba de conciliar el sueño, pensé en todo lo sucedido el fin de semana, en como me miraban los tres hombres y sobre todo que al llegar a casa necesitaba que me follara un hombre y por primera vez en veintitantos años, me hubiera dado lo mismo que fuera o no mi marido.

Una frase asaltó mi mente antes de quedarme dormida: “Alicia vuelves a estar en el mercado… aprovechalo”.