BIENVENIDOS

Al placer y la lectura... la imaginacion la pones tu. To the pleasure and the reading... the imagination puts it your. (Nota: Busco dibujantes para convetir a dibujos o comics mis relatos, sin animo de lucro.) (Notice: I look for designers for convert to drawings, 3D or comics my stories, for free distribution) Visita, http://x3dstoriesvideos.blogspot.com/ Actualización de relatos y videos cada dos días, aproximadamente. Upload, stories and videos, every two days aproxymately

miércoles, 31 de marzo de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... (VI)

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... Y DISFRUTADOS


Cap. 6



INTRODUCCION: Por motivos de trabajo, debía yo desplazarme a Barcelona durante ese fin de semana. Hable con él y me dijo si existía la posibilidad de que la llevara conmigo. Estudiamos las posibilidades y arreglando todos los problemas de intendencia domestica de última hora, por fin logramos coordinar de forma que saldríamos el viernes hacia barna.

Ocurrió que por temas de trabajo él debía venir también a Madrid y coordinamos para volver los tres juntos en el mismo avión.

El morbo de la situación estaba servido.

Durante el viaje ellos iniciaron descaradamente sus toqueteos mientras yo observaba complacido... así lo vivió él una vez más.





22 de MARZO: FIN DE SEMANA INTENSO...





Me alegro que os lo hayáis pasado bien. Ayer me dio la impresión que nos estábamos pasando de la raya pues la acaparaba delante de ti sin miramientos, pero me ha sido imposible resistirme a tenerla un poco mas, unos minutos mas. Para mí debe haber sido el mejor fín de semana de mi vida. No se cuantas veces revisé vuestros billetes para asegurarme que los llevaba encima. Desde cuando la vi entrar el viernes en vuestra casa mientras la esperábamos, que venía radiante y hermosa, ese beso y caricias delante de ti en el pasillo que me dio un vuelco el corazón, el viaje en el taxi contigo sentado delante con el taxista hablando del tiempo en el que ella se resistió entre risas a que mi mano siguiera subiendo mas allá del muslo pero estaba encantada.

Luego en el avión en medio de los dos cuando nos cogíamos la mano (y tampoco me dejaba subirla) debajo de la revista primero y el periódico despues. Los besos furtivos en medio de la multitud durante el vuelo contigo al lado, el paseo en el coche hasta buscar las llaves del apartamento donde la llevaría despues y luego el ir al hotel y subir a vuestra habitación para que se cambiara y para verla salir del lavabo absolutamente deslumbrante con esa blusa de malla sin sujetador, la chaqueta negra con falda a juego que destacaba de manera importante ese culo que me vuelve loco y esas medias también de rejilla. Verla y tener una erección fue todo uno.

Luego cuando fuimos al Puerto Olímpico me pareció que flotaba. Había que ver la cara del camarero chino que os había visto haciendo carantoñas en el puerto y luego vio como ella se sentaba a mi lado y empezábamos a besarnos y morrearnos ante tí. Creo que los ojos se le agrandaron mas cuando nos fuimos que cuando llegamos.

Cuando finalmente te dejamos en el pub y nos fuimos ella y yo al apartamento estaba que estallaba y me notaba con unas ganas y una fuerza increíbles y pensaba que sería el mejor día juntos y creo que así fue. Cuando llegamos allí me di cuenta que había olvidado en el coche los preservativos y bajé como una flecha.

Al volver a entrar ella estaba en el ventanal que daba a la Diagonal. Le mostré el balcón y mientras se asomaba la cogí por detrás y le subí la falda. No pude resistirme a tenerla ahí, semi desnuda, con la Diagonal a nuestros pies y sabiendo que era para mí. Entonces me baje la cremallera del pantalón y sin dejarla volverse le bajé los pantys y la braga y se la clavé por el culo. Ella se apoyó en la barandilla y empezó a empujar hacia atrás para recibir toda mi polla dentro, mientras se contenía para no correrse. Era morboso con la gente pasando por la calle y ella asomada a la barandilla mientras yo la estaba ensartando por detrás. Por fin se corrió pero aguantando los gemidos mientras yo seguí bombeándola, para unos minutos después acabar también dentro de su culo. Ella se encendió y entramos. Casi ni nos dimos cuenta cuando estabamos totalmente desnudos. Le pregunté donde quería seguir: en unos cojines encima de la alfombra, en el sofá o en la cama. Ella escogió los cojines. Empecé a besarla y a tocarla, le abrí los labios del coño con la mano y noté que estaba chorreando. Le mordí lentamente los pezones y luego fui bajando hasta ponerle la boca en el clítoris. Ella se estremeció mientras le comía lentamente esa rajita divina y así estuvimos un buen rato pero ella no se corrió. La puse de rodillas apoyada en un murito que hay y la ensarté de golpe. Se volvió loca, se movía como una batidora intentando que yo me corriera mientras yo la agarraba por las caderas y la clavaba hasta el fondo. Estuvimos ahí un buen rato hasta que yo tuve una buena corrida.

Luego casi sin pausa empezamos un 69 impresionante, ella encima mío, me comía con muchas ganas y sabía que quería que me corriera de nuevo pero a mí me apetecía verla a ella, me pasaba la lengua y se la tragaba de golpe, casi con desesperación mientras yo le abría bien y le metía dos dedos mientras le pasaba la lengua. En un momento dado se sentó de golpe y se ensartó desesperada, estaba a punto ya de explotar y lo hizo al cabo de unos diez minutos mientras me decía que quería ser el mejor coño que yo hubiese tenido nunca y que me iba a exprimir esa noche. Estaba frenética y cuando le vino el orgasmo fue fortísimo y tuve que agarrarla porque daba la impresión que estaba a punto de tener una contractura de la fuerza que estaba haciendo.

Luego descansó un poco encima mío y estuvimos hablando un rato, no tardé mucho en ponerme otra vez encima de ella y metérsela hasta el fondo mientras ella me cogía las caderas y apretaba fuerte, diciéndome que era mi yegua y quería que yo la cabalgase fuerte, lo cual hice mas y mas fuerte hasta que no pude aguantar mas. Tuve una corrida bestial y ella me miraba con una sonrisa porque era la primera vez que yo llevaba mas que ella. Descansé unos minutos y nos fuimos a la cama. Allí quise penetrarla un par de veces por detrás pero no se dejó, siempre me la cogía y se ensartaba por delante. Al final desistí y estando ella de lado se la metí por delante y ella se dejó caer hacía mí de manera que casi miraba boca arriba mientras nuestras piernas eran como un juego de tijeras abiertas. Estaba como un horno y sin embargo tardó por lo menos 15 minutos en tener un orgasmo muy fuerte. Me gusta cuando los tiene en esa postura porque puedo notar como tensa las nalgas y aprieta mucho. Como yo estaba a medias la hice subirse encima y se volvió a mover intentando que yo terminara porque para ella era como una tortura porque tenía el coñito mas que escaldado, apenas se le podía tocar...y tuvimos que parar. Descansamos un rato mientras hablábamos y yo la acariciaba. En un momento dado la puse a cuatro patas y se la metí en el coño para humedecerla, a la segunda o tercera embestida la saqué y se la metí hasta el fondo del culo. Eso le hizo algo de daño al principio pero luego ella misma empujaba hacia atrás para clavarse y notarme, decía que quería sentir clavados hasta los cojones y en esos momentos de frenesí le vino otro orgasmo. No podía mas así que en cuanto me tumbé ella se me adelantó y empezó a comérmela lentamente y luego mas rápido. La dejé hacer. Era muy difícil que yo me corriera en su boca por el grado de tensión que llevaba así que en un momento dado lo que hice fue levantarla a pulso y dejarla caer en mi polla. En ese momento no llevaba preservativo y a ella le encantó sentirla, se puso como una moto y empezó a moverse arriba y abajo como una desesperada y moviendo las caderas de lado a lado. En poco tiempo llené ese coñito hermoso con mi semen y me sentí en la gloria. Ella también lo notó y no se movió, dejó que resbalara hacia abajo y allí estuvimos abrazados hasta la hora de irnos.

El Sábado por la mañana me levanté muy excitado pero cuando llegamos a la oficina había gente en la otra parte del edificio trabajando en unas obras. Aún así y cuando estuvimos relajados nos metimos en un lavabo, éramos como dos críos. Le quité el pantalón y me encantó descubrir el liguero y las mini braguitas que llevaba, estaba, como siempre, hermosa. Pero no se dejó tocar el coño, estaba totalmente sensible así que la apoyé en el mármol, le separé las bragas y se la metí hasta el fondo en el culo. Fue impresionante, se movía como queriéndose clavar hasta el último milímetro. Me tragó todo lo que pudo y mas . le agarré las careras y miraba como entraba y salía. Todo un espectáculo. De repente noté como el culo se ponía durísimo y solo tuve que mirarle los ojos en el espejo para saber que estaba teniendo un orgasmo muy fuerte. Se tuvo que sentar en la taza del lavabo y le quedó mi polla a la altura de la boca. No se lo pensó y empezó a comérserla primero despacio y luego muy bien, con fuerza, incluso puso sus manos en mi culo atrayéndome mientras le entraba toda. Yo la miraba y luego miraba el efecto en el espejo, era increíble. En poco rato descargué un buen chorro en su garganta y ella no paró, seguía y seguía hasta que yo no pude mas. Me había exprimido hasta la última gota en esos dos días. La miré y vi que se había tragado hasta esa última gota. Luego oímos ruidos y nos cambiamos casi justo a tiempo antes que pasara el vigilante del edificio que se quedó intrigado cuando vio subir a semejante hembra.

El resto ya lo conoces, el mejor fin de semana de mi vida. Mil gracias por ello.

martes, 30 de marzo de 2010

ESPOSA BLANCA, ESCLAVA EN AFRICA (VII)

Esclava en África VII



Follada en el desierto.

Desperté toda dolorida y magullada sobre mi celda de suelo de paja. Se oía fuera el rumor de los nativos, pero no sabía que hora era.

Mire mi cuerpo atado sobre el suelo con grilletes en postura fetal y comprobé sobre mis muslos las señales del látigo, algunas con sangre seca tras la laceración, mi espalda me escocía y dolía a rabiar por lo cual imagine esas mismas marcas y heridas en ella y en mis también ardientes nalgas.

Mis pechos estaban abrasados por el sol y yo toda estaba como enfebrecida por el castigo y a la exposición al sol.

De pronto se abrió la puerta de la celda y mis conocidos vigilantes llegaron con unas esponjas y agua, mientras hablaban entre ellos y tras ponerme una mordaza para mitigar mis gritos, empezaron a limpiarme con las esponjas y el agua, sin hacer caso de mis gemidos de dolor.

Me desataron y levantaron y me pusieron una especie de corset, que levantaba mis pechos, pero con una especie de asa en ambos costados.

Me hicieron calzar unas babuchas de tacón alto y taparon mi cabeza con una especie de capucha que solo dejaba mi nariz y mi boca libres.

Me colocaron unos grilletes en tobillos y muñecas que unieron con cadenas entre si y una especie de cinturón también hecho con cadenas que cubría mi sexo y ano, así como un collar de hierro, que comprimía mi garganta.

Me sacaron al exterior. Olía bien el aire y aunque no podía ver me dio sensación de ya anochecido, al menos la temperatura no era tan alta y no notaba el abraso del sol, y corría una suave brisa. Oí el ruido de un motor en marcha y los hombres me hicieron subir a la parte de atrás de una especie de camioneta que se puso en marcha.

Yo iba arrodillada y apoyada sobre uno de los laterales de la caja del camión. El vehiculo se puso en marcha y durante varios minutos circulamos bastante rápido por un suelo desigual que me hacia tambalearme, dar tumbos y golpearme contra el suelo del coche entre las risas de mis captores.

De pronto en la lejanía se oyeron risas y música de tambores, como una gran fiesta.

Nos acercamos hasta que el ruido se hizo cercano, oí una explosión de jubilo y grandes gritos todos de hombres.

El coche se detuvo y unos brazos fuertes me levantaron en volandas y me depositaron en el suelo, note un tirón de la cadena que se unía al collar de mi cuello y seguí su tirón.

Casi de inmediato sentí muchas manos sobando mi cuerpo y gritos de hombres que no entendía y que me daban azotes en las nalgas o me tiraban de los pezones y el pelo, o tanteaban mi sexo encadenado.

Uno de los hombres que me llevaban les hizo callar y tiro de mi cadena, me hizo inclinar sobre una especie de mesa o tabla y note como ataban mis brazos y mis piernas bien abiertos a las posibles patas de aquella mesa.

Se hizo el silencio, después uno de los hombres hablo con autoridad y la música y los gritos y risas volvieron a sonar con fuerza, aunque yo imaginaba que la parte fuerte de la fiesta sería yo.

Efectivamente en unos minutos note como me levantaban la cabeza y una polla entraba en mi boca que era follada literalmente por aquel miembro, al tiempo otra polla entraba en mi coño, y para completar la fiesta alguien se encargaba de forma irregular de azotar mi culo y espalda con un látigo.

Fue cuando descubrí para que sirvieran las especies de asas de mi corset, en ellas se agarraban los hombres para poder clavarme con más fuerza.

“La fiesta” duro largo tiempo, yo deje de disfrutar del placer al segundo polvo y mi boca pastosa de babas y semen, estaba como acorchada, me dolía la espalda y las nalgas de los latigazos, pero si pude diferenciar que algunos hombres me follaban con preservativo y otros no, aunque a partir del sexto o séptimo perdí toda sensación en mi sexo.

Cuando estaba medio aturdida y parece que ya se habían divertido, me rociaron con varios cubos de agua y me desataron de la mesa.

Me pusieron en pie y ataron mis tobillos entre si y mis muñecas por detrás de un árbol. Yo seguía con la cabeza tapada y solo mi nariz y boca al aire. Mi boca era una pasta de semen y saliva, tenia la lengua como dormida.

El hombre volvió a mandarles callar y les dijo algo, todos gritaron y unos segundos después mi cuerpo empezó a recibir latigazos desde varios puntos distintos que laceraron mi vientre, mis pechos, mis costados, la intensidad era diferente pero el dolor se hacia cada vez más agudo, no se el tiempo que estuvieron haciéndolo pues había perdido la noción del tiempo.

Cuando se cansaron de azotarme, yo sentía mi piel muy lastimada y caliente, me desataron del tronco, pero con los tobillos aún atados entre si, me pusieron una cuerda a modo de collar al cuello, no recuerdo cuando me habían quitado el collar que llevaba, y empezaron a tirar de mi. Trate de andar a saltitos y ellos se reían y me daban palmadas en el culo, pero cada dos por tres tropezaba y caía al suelo, arañándome todo el cuerpo con la tierra y las ramas, pues al caer el que tiraba de mi me arrastraba unos metros por el suelo.

Pasado un rato deje quizá de interesarles como diversión, así que me sacaron arrastrando de allí, pues note alejarse las voces de los hombres y solo un par de ellos me acompañaban.

Me pusieron en pie y me desataron los tobillos, pero era para torturarme una vez más.

Esta vez me ataron con la espalda pegada a un grueso tronco, y supe que era grueso pues ataron mis brazos por detrás del mismo abrazándolo y no lo abarcaba con el consiguiente dolor al estirarlos.

Hicieron igual operación con mis piernas doblándomelas hacia arriba a ambos lados del tronco y uniendo mis tobillos con mis muñecas, como si estuviera arrodillada en el aire, quedando así atada al árbol. Pero no habían acabado, pues después de un rato, regresaron para atarme los pechos entre si con una cuerda y colocaron unas pinzas con una cadena sobre mis pezones. La cadena la unieron a una pinza que habían colocado en mi boca. También colocaron sendas pinzas en los labios de mi sexo y las unieron entre si mediante una cadena que ataron por detrás del árbol, estirando mis labios y dejando mi coño abierto.

Para mantenerme despierta intente sentir cada rincón de mi organismo y es curioso como cuando tienes un sentido, en este caso mi vista, disminuido se potencian los demás.

Una vez terminaron me dieron unos cachetes en mis ya entumecidos pechos y se alejaron.

A pesar de la postura el cansancio me hacia desear dormir. Pero el miedo también se apoderaba de mí. Oía ruidos entre la maleza cercana, como de animales o algo arrastrándose y empecé a pensar en serpientes o reptiles o cualquier animal.

El pánico se apoderó de mí, pero no podía sino gemir, ya que mi lengua estaba pinzada con la cadena que se unía a mis pechos que ya casi no sentía.

No podía ver, pero mi nariz trataba de mantenerme conectada con mi entorno.

Se oían a los hombres en la lejanía, con su música y sus gritos y risas.

El cansancio era muy fuerte, me dolía todo el cuerpo, mi sexo estaba como abotargado, imaginaba mis labios vaginales inflamados y enrojecidos. La postura no era muy cómoda, pero el agotamiento y el sopor iban apoderándose de mi cuerpo. Sabía que si me dejaba llevar me desmayaría o me aletargaría aunque al distenderme las cuerdas se clavaban dolorosamente en mi carne, pero empezaba a estar muy cansada y como mentalmente perdida.

Recordaba medio en sueños que yo tenía una vida en otro país, una familia y que la lujuria y la excitación me habían llevado hasta aquel rincón de África, donde habían abusado de mi sin piedad e incluso podía dejar mi vida.



Con el ruido del bosque alrededor, una nube negra fue invadiendo mis sentidos y me transportó a otro lugar, mi última sensación fue mi cabeza cayendo hacia adelante.

lunes, 29 de marzo de 2010

DE FIEL CASADA A... (VII-II)

(Capítulo VII: Paseando al perro, segunda parte)


________________________________________

Mi jefe me felicito al final y tras una serie de preguntas de los presentes se dio por terminada la reunión.

Al terminar el director me dijo que le acompañara a su despacho, cosa que hice.

Me cedió el paso y tras decir a la secretaria que me miraba con cara de envidia, que no le molestara nadie, cerró la puerta tras nosotros.

Me indico un como tresillo para sentarme:

"Póngase cómoda... quiere beber algo?"

"No gracias" contesté mientras me sentaba displicente y observaba como la mirada de mi jefe iba de mis piernas a mis pechos y viceversa.

"Vera…" comenzó, "en esta empresa estamos muy contentas con su trabajo.

"En menos de un mes ha logrado Ud. El mismo número de cuentas que el resto de ejecutivos juntos, y la verdad es que estamos sorprendidos. No me negara que esto puede provocar algunas envidias dentro del departamento, por lo cual, manteniéndola su sueldo evolutivo, y sus comisiones en función de las ventas que se hagan desde este momento, quiero proponerla jefe de ejecutivos y subdirectora de zona, en estrecha colaboración conmigo y con don Manuel Valiente, que será su inmediato superior después de mi...que me contesta?"

Me quede alucinada pues no sabía a donde quería llegar, pero el reto, metida en mis otras historias me gustaba. Seguro que ya no podría llevarme tantos clientes a la cama, pero podría ser interesante ascender..."tengo que pensarlo", le conteste.

"Por supuesto...por supuesto...", me respondió sentándose junto a mí en el sofá, por lo cual mi escotada, y ahora por la postura, ahuecada blusa le permitía una "bonita" panorámica de mi pecho derecho.

"Quiero que sepa que han llegado hasta mi rumores de que su trabajo no sigue unas líneas tan ortodoxas como las que ha expuesto hoy en la reunión, pero mientras no impliquen a la empresa directamente y tengan ese nivel de contratación, no me importa saber sus tácticas de venta."

Que cabrón, pensaba yo para mí, no quiere saber si me acuesto o no con los clientes, pero quiere que lo siga haciendo.

"En su nuevo cargo tendrá Ud. acceso a personajes muy importantes e influyentes, por ello le advierto de la discreción, y tacto que deberá mantener en sus relaciones...", dudo un momento mientras miraba con más interés mis pechos,"...profesionales, y por tanto pensar en su propia imagen y la de la empresa."

"Ya lo creo don José", conteste, "no se preocupe que si acepto seré consciente de ello."

"Quiere Ud. decirme algo o hacerme alguna pregunta", me respondió.

"No don José", le conteste.

"Bien, pues entonces voy a pasar a explicarle un delicado asunto", y mientras me decía esto se revolvió inquieto en el sillón.

Ya esta!, pensé yo, quiere acostarse conmigo...

"Ud. dirá don José", le alenté.

"Hay una importante empresa de cosméticos, cuya cuenta seria de gran nombre y reputación para esta empresa.", y me miro detenidamente, "y hemos pensado que quizá debido a sus brillantes logros, deberíamos dejársela a Ud. con el fin de captarnos dicha cuenta"., volvió a hacer una pausa, mientras yo me preguntaba dónde estaba el truco, "pero sucede que hemos comprobado que todas sus nuevas cuentas de un mes a esta parte, son de empresas dirigidas por hombres...

"Y bien..." le interrumpí.

"Que esta cuenta que quiero que nos consiga es de una empresa dirigida por una mujer...me entiende?", y me miro de forma picara.

¡Acabáramos!...esa era la trampa, si no podía sacar esa cuenta, por no poder usar mis encantos, seguro que caería en desgracia y adiós subdirección...pero este tipo no me conoce a mi cuando me pongo persuasiva sean hombres o mujeres..."bueno don José, eso no será ningún problema...Ud. míreme"...

El pobre se puso colorado...

"que ve?", le inquirí inclinándome hacia el...seguro que ahora veía mis dos pechos y quizá hasta el tanga a través del escote de mi blusa...insistí, "que ve!"...

Respiro confundido..."...pues no se a que se refiere..."

"Pues que soy una mujer moderna, que usa cosméticos y vive al día, por tanto sé muy bien cómo abordar a esa señora...Ud. no se preocupe, déjelo de mi cuenta, y pronto la contaremos entre nuestros clientes...algo más?..."

Ante esta última pregunta dio un respingo...y advertí que si pudiera me pediría a gritos que me desnudara allí mismo, pero se controlo..."...bueno, pues...nada más, que tenga suerte y cuando se decida por la otra proposición que le he hecho, me da Ud. una respuesta..."

"...que proposición, don José..?", le dije maliciosamente mientras me ponía en pie, inclinándome ante él, con lo cual esta vez seguro que a través de mi escote vio hasta la punta de mis zapatos...

"...mujer como es Ud.,... la de la subdirección, evidentemente..."

"evidentemente", respondí yo sonriendo.

"Bien señorita...", me dijo levantándose también, "...espero pronto tenerla directamente bajo mis órdenes...", se paro al darse cuenta del sentido doble de la frase,"...profesionales...", añadió rápidamente, estrechándome la mano mientras su vista se perdía en mi escote.

"...estaré encantada de poderle satisfacer plenamente...", le respondí burlonamente.

Se dio cuenta y se revolvió incómodo..."que tenga un buen día", me despidió sin más quizá para no verse pillado en el divertido juego de palabras al que le estaba llevando...

"Yo siempre lo tengo...", apostille y salí del despacho.

Decidí tomarme el día libre, hasta las siete en que debía cumplir mis obligaciones de "perrita guardiana".

Estuve de compras y luego me fui a un restaurante de la plaza mayor.

El día era espléndido y decidí hacerme pasar por turista.

Tras chapurrearle en un fingido castellano al joven camarero que quería comer algo típico, me trajo una ración de jamón, una botella de vino y una tortilla de patatas.

Mientras me servía sonreía y pensando que no le entendía, se asomaba a mi escote mascullando burradas. "vaya par de tetas!...pero hija como puedes andar por ahí sin que alguien te tumbe...!, o seguro que ya te han tumbado unos cuantos...!

"Gustoso te arreglaba yo el cuerpo...y habrá que verla entera en pelotas...para que luego digan...si es que estas tías se merecen que las follen constantemente...mira por donde voy a tener que ir a pelármela al servicio...con lo a gusto que se la metería ahora mismo hasta los cojones!..."

Tras pagar divertida y escuchar algunas burradas más a lo largo de la comida, decidí pasar por mi piso de Madrid, para recoger el correo, y ver como estaba todo.

Al llegar me encontré a unos albañiles que estaban trabajando en otro piso, al lado del mío.

Subí con ellos en el ascensor y el olor de sudor y tabaco de aquellos hombres, que diré de paso que no cumplían ya los cuarenta, me excito muchísimo, pero no podía insinuarme, pues bastante tendría con mi turno de guardias y mi ronda canina.

Llegue y me quite el vestido, tumbándome sobre un sillón aun cubierto de sábanas, mientras repasaba el abundante correo que se había amontonado, y tras prepararme un baño.

Vi un sobre dirigido a mi marido sin más señas ni remite, escrito a mano, sin duda por una mujer, pero no estaba para celos así que no lo abrí y lo puse en una bandeja con muchos más para cuando regresara dentro de unos días mi marido.

De pronto sonó el timbre de la puerta.

"quien será ?", pensé, mientras me ponía una toalla por encima de mi desnudo cuerpo.

Mire por la mirilla y vi a los dos albañiles con los que había subido en el ascensor, me quede sorprendida.

Abrí expectante.

"Buenas tardes, que desean?", pregunte mientras observaba sus caras de sorpresa.

"Vera señorita, es que estamos aquí al lado trabajando y se nos ha caído una herramienta en su terraza..."se quedaron dudando un momento, "podemos pasar a buscarla?".

Les mire divertida, "por supuesto!", y les franquee el paso, mientras sujetaba mi toalla de forma que pudieran verse parte de mis morenas carnes.

Cerré la puerta y les vi titubear en el hall.

"Esperen yo paso delante y les enseño… " he hice una maliciosa pausa…" …el camino", les dije mientras pasaba delante de ellos con lo cual la toalla que me cubría por delante apenas lo hacía por detrás y así aquellos hombres podían disfrutar de una buena vista de mi desnudo culito.

Me volví de pronto y les sorprendí absortos en mis redondeces, "en que terraza ha caído?"

Se vieron sorprendidos..."pues no sé", dijo uno de ellos, "cuantas terrazas tiene?", pregunto el otro ambos sin mirar más arriba de mi cuello.

"Veamos", respondí yo divertida, "empezaremos por el dormitorio", dije mientras ellos me seguían.

Entramos en el, y aun sobre la cama mi vestido y mi ropa interior, de la que no perdieron detalle.

Se asomaron a la terraza.

"No aquí no está", dijo uno de ellos.

Después fuimos al salón y allí estaba lo que buscaban, aunque sin duda lo que ellos buscaban era verme desnuda.

"Bien... es todo lo que querían?", les pregunte en tono pícaro.

"Si...si..., muchas gracias señorita y perdone las molestias"

Nos dirigimos hacia la puerta yo delante de ellos, y tras abrirles y ya a punto de cerrar, deje caer la toalla, con lo cual durante unos segundos pudieron verme desnuda antes de darles con la puerta en las narices.

Mire por la mirilla y les vi discutir:

"!seguro que quería marcha...!, decía el más joven de los dos, de unos cuarenta y pico.

"Tu siempre estas salido..., y si nos metemos en un lío?", le contestaba el otro.

"Bueno al menos tuvo el detalle de quitarse la toalla...y como esta de buena!...y que culito...", respondió el primero.

Se perdieron por el pasillo, y yo decidí tumbarme un rato.

Y me quede dormida...

Continuará...

sábado, 27 de marzo de 2010

EL SOTANO (V)

Se apagaron las luces y les oí cerrar la puerta…


Otro paréntesis para una noche interminable.

El Sótano V:

Parece mentira, pero el agotamiento te permite dormirte en las situaciones mas extrañas, y extraña era mi postura suspendida sobre el suelo, abierta de piernas, remojada y atada… pues me dormí…

O al menos eso me pareció...

Me sobresalto un ruido en el sótano, era como un sonido sordo pero suave.

En la penumbra del sótano miré a mi alrededor, y por fin descubrí el origen del ruido... !!! ratones ¡¡¡

A pocos pasos de las cajas sobre las que se apoyaban mis desnudos pies, vi a dos ratoncillos grises y aparentemente inofensivos que roían unos restos de comida en el suelo... me miraron sorprendidos y avanzaron hacia las cajas...

Por un momento el terror se apoderó de mi pues si subían a las cajas seguro que tratarían de morderme sobre todo dado mi sucio y deplorable estado...

Se detuvieron como olfateando, sin duda me olían a mí...

Pero no les dió tiempo, pues la luz se encendió de pronto y nuevamente mi amo y Jeremy entraron en la habitación, con lo cual los dos roedores salieron huyendo...

!!! Que tal zorrita ???", dijo mi amo pasando sus manos `por mis nalgas... "¿Estas fría?", dijo como sorprendido y en ese momento me di cuenta efectivamente de que tenia frío...

"Eso hay que arreglarlo..." dijo zumbón el negrito...

"Bien, la subiremos arriba y seguiremos la fiesta..." dijo mi amo, desatándome y bajándome... "pero antes habrá que lavarla un poco..." y sin contemplaciones me arrastro hacia el aseo...

Me metió en la ducha y abrió el grifo del agua fría....

Di un brinco al sentir el frío liquido sobre mi piel, pero eso me tonifico...

Me miraba sonriendo, mientras manipulaba el grifo del agua "¿Quieres agua caliente...?" preguntó, a lo que yo sentí.

Note que poco a poco la temperatura del agua cambiaba y empezaba a darme un agradable calor... pero llegó un momento en que el calor era excesivo, lo debió notar por mi rostro, pues

Manipulo nuevamente el grifo y la temperatura se equilibró confortablemente.

Después de salir Jeremy se acercó con una toalla y aprovecho para meterme mano descaradamente mientras me secaba...

"Lo que voy a disfrutar de esta puta esclava blanca cuando me la vendas tío..." decía mirando a mi amo, que observaba complaciente la escena...

"¿Querías follártela, no mamón?" dijo mirando al negro...

Este dejo de secarme para mirarme de arriba abajo..."¡No sabes como lo deseo...!!!" contesto, mientras agarraba fuerte con sus manazas mi culo y me atraía hacia sí...

"Espera cabrón..." dijo mi amo, apartándole, "Ya habrá tiempo, después de que Helga nos la prepare a conciencia..." y volviéndose a mí me dijo "¿Te acuerdas de Helga verdad putilla?

Asentí con la cabeza, era una de las cosas que no podía apartar de mi mente junto a aquella frase de "implacable y caprichosa" como mi amo la había definido.

Me cogió del brazo y tras rociarme denuevo con aquella colonia de hombre, me empujó hacia la escalera que subía al pub.

Al menos dejaríamos aquel frío y húmedo sótano.

Al abrir la puerta me sorprendió oír voces en el Pub, y retrocedí asustada, no podía subir así desnuda...

"No te preocupes..." dijo mi amo empujándome, "son unos amigos que hemos llamado para divertirnos un rato contigo mientras viene Helga" y me obligó a seguir subiendo.

Antes de entrar en el Pub, me hizo detener... "Pasa delante..." le dijo a Jeremy, " y anuncia como se merece a nuestra invitada", dijo riéndose.

El negro paso a mi lado, no sin aprovechar para meterme la mano en el coño y pellizcarme un pezón...

De pronto me di cuenta de mi desnudez, llevaba tantas horas en pelotas, que había asumido ya mi estado como habitual, creo que cuando tuviera que vestirme no sé si lo podría hacer...

"Y por fin ante Uds..." le oí decir a Jeremy mientras tras de mí por primera vez mi amo me besaba con ternura el cuello y deslizaba sus manos sobre mis pechos..." la más puta, la zorra mas zorra del gallinero, la esclava dispuesta a dar placer..." y volviéndose hacia mí, y cogiéndome del brazo tiró para empujarme después hacia el interior del pub, donde tras tropezar caí de bruces al suelo, mientras escuché unas risotadas y algunos aplausos de los hombres que allí estaban.



Cuando pude levantarme tapando pudorosa mis pechos con un brazo y mi `pubis con la otra mano, vi a a cinco hombres que me miraban entre divertidos, sorprendidos y lujuriosos...

"Si que está buena..."• decía uno, "Como para follarla toda la noche..." decía otro.

Entonces Jeremy llegó tras de mí, y me sujetó los brazos hacia atrás dejando mis atributos a la plena visión de aquellos tíos...

"¿Os gusta mi zorra...?" decía orgullosos mi amo dando vueltas a mí alrededor...

"Pues vamos a divertirnos un rato con ella..."

Jeremy me ato las muñecas a la espalda, mientras los hombres comenzaban a desnudarse...

"Ahora veremos de lo que eres capaz..." dijo mi amo empujándome hacia aquellos hombres... "Pero recordar que no se la puede follar por el coño..." les advirtió.

Con las manos atadas a la espalda fui a dar contra uno de aquellos hombres que empezó a sobarme las tetas mientras me decía todo tipo de ordinarieces...

"Podéis hacerla lo que queráis..."dijo mi amo.

Uno de los hombres se acercó a mí y trato de besarme, al principio rehusé, pero un azote de Jeremy, que me seguía de cerca me hizo comprender que debía aguantar lo que fuera, así que acerqué mi boca a la suya... y un buche de cerveza la inundó cayendo por la comisura de mis labios y resbalando por mi cuerpo... lo que sin duda dio una idea a otro de los presentes, que me rocío de cerveza, mientras lamía mi cuerpo...

Otro me hizo cogerle su ya empalmada tranca y masturbársela...

Estaba nerviosa y no acaba de asimilar aquel torrente de manos y bocas sobre mi cuerpo, cuando de pronto sentí un agudo dolor en la cara... uno de los hombres me había dado una monumental bofetada... me tambalee hacia atrás sorprendida y aturdida, mientras los demás reían, miré a mi amo esperando que reprobara a aquel hombre y vi que sonreía complacido...

Inmediatamente otro hombre se quitó el cinturón y mientras dos me sujetaban comenzó a azotarme las nalgas mientras todos coreaban cada golpe...

Después de 20 o 30 azotes, vi que uno se acercaba a mi amo y le decía algo. El asintió y entonces juntaron varias mesas y me hicieron tumbar bocarriba sobre ellas.

Con los cinturones me amarraron en aspa a las patas de las mesas extremas y tras unos segundos de incertidumbre vi a Jeremy acercarse con un cuchillo de esos de pelar limones y un recipiente con algo que no podía ver...

Dudaba de lo que ocurriría cuando el propio Jeremy me embadurnó todo el sexo de jabón... me pensaban afeitar¡¡¡

Uno de los hombres, el que había hablado con mi amo cogió el cuchillo, y con gran maestría y sin casi notar yo nada comenzó a rasurarme fueron unos minutos en los que mientras aquel hombre me afeitaba, los demás me besaban y manoseaban a placer, incluso uno me metió su polla en la boca.

Cuando estuve bien rasurada, me desataron las manos para que pudiera sentarme en la mesa y ver el magnífico trabajo realizado por aquel hombre, que después supe que era peluquero.

Casi no reconocí mi pelado coño, parecía una niña, con mis carnosos labios vaginales invitando a ser disfrutados y ni un vello a su alrededor...

No tuve mucho tiempo de pensarlo, cuando fui llevada en volandas hasta la mesa de billar, donde nuevamente me ataron en aspa, esta vez con unas cuerdas a las cuatro patas de la misma.

Estaba pensando cual sería el siguiente paso, cuando mi amo llegó con una botella de cocacola, de las de tapón de rosca, llena, y tras mojarme el coño, me introdujo ligeramente la botella...

Entonces descubrí el juego, frente a mí en el otro extremo de la mesa uno de los hombres con una bola de billar y el taco se disponía a golpear la botella...

"El juego..." dijo mi amo," está en golpear de uno en uno hasta que la botella vaya entrando, el último podrá darle por el culo...

Uno tras otro fueron pasando y a cada golpe, algunos francamente fuertes, yo notaba como la botella iba entrando en mi super empapado coño.

Por fin uno de ellos logró su objetivo entre los aplausos de todos, por lo cual tras sujetarme la botella, para que no se saliera con cinta adhesiva de esa de embalar, a modo de rústico dodotis, me hicieron levantar y apoyarme sobre la mesa mostrando mi culo al vencedor.

El hombre no se anduvo con miramientos y en un par de envites me colocó todo su instrumento dentro, mientras me apartaban de la mesa y uno me metía su aparato en la boca y otros dos me ponían sus pollas en las manos para que se las masturbara...

Casi al unísono, como sincronizados se corrieron los cuatro, llenándome de leche por dentro y por fuera, para regocijo de mi amo.

Me faltaba uno, y ese quería su protagonismo... me hizo tumbar en el suelo, y mientras dos de los hombres me levantaban las piernas poniéndome casi en suspensión, cabeza abajo, entonces pude ver como agitaba la cocacola que ya habían sacado de mi coño, y tras abrirla... me la enchufaba en el culo¡¡¡

Sentí como el liquido a presión invadía mis entrañas mezclándose con la corrida de mi anterior enculador, pero la botella hábilmente encajada en mi ano, impedía que saliera, por lo que la sensación de plenitud era desesperante, comencé a agitarme y a gritar que por favor me sacaran aquello del culo, pero no me hacían caso, hasta que me llevaron en volandas hasta el servicio, y allí retiraron la botella, produciendo un efecto de lavativa que me hizo sentir humillada y vencida, pues junto a los restos de semen y cocacola, mis intestinos vaciaron parte de su contenido, entre las risas de los presentes.

Después salieron dejándome allí sola y humillada. Me lave lentamente y me seque con papeles.

Me senté en la taza del water y me puse a llorar, pero era un llanto de tensión y no de rabia.

Me sorprendió que a estas alturas me encontraba pensando excitada cual seria el siguiente paso, e incluso notaba un deseo y una ansiedad que me ponía a cien... cuando me di cuenta estaba masturbándome como una loca notando que mi sexo pelado me permitía disfrutar mucho más intensamente de la masturbación dándome nuevas sensaciones e imaginado que la penetración de un hombre así pelada tenia que ser mucho mas intensa.

Mis gritos de placer debieron llegar hasta el exterior pues en un segundo los 7 hombres se agolpaban en la puerta para ver el espectáculo...

"Sigue zorra¡¡¡¡..."

"Mira como le gusta a la guarra..."

"Esta puta sigue insatisfecha..."

"Sigamos haciéndola disfrutar hasta que no pueda más..."

Se abrió paso mi amo entre ellos, y tras esperar mi orgasmo final, se acerco y rodeándome con los brazos me saco fuera, no sin impedir que algunas manos me manosearan...

Me llevó hasta su oficina y tras darme un café me hizo tumbar sobre un camastro que tenia allí y tapándome con un mantel, me beso en la frente...

"Duerme un rato y descansa, pues te hará falta cuando llegue Helga..."

Y apagó la luz.

Otra vez Helga venia a mis pensamientos y la imaginaba como esas mistress que salían en las películas sado que alguna noche había visto en la tele.

Me quede dormida.

viernes, 26 de marzo de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... (V-II)

Unos cuernos bien puestos... y disfrutados


Capitulo V( 2ª parte)

13 de MARZO... CUERNOS SOBRE RUEDAS
2ª Parte: La versión del amante corneador.


Lo del miércoles fue un cúmulo de sensaciones que intentaré explicar aunque creo que siempre he sido claro y sincero contigo: Por un lado estaba nervioso por verla y por estar los tres juntos luego hablando contigo me fui tranquilizando por tu familiaridad y por tu buen hacer en ese sentido.

Cuando la recogimos en el coche, por la tarde, no dejaba de pensar que estaba hermosísima y me costó hacer que lo de pasarme al asiento de atrás sonara de forma natural, porque notaba que era forzadísimo, sobre todo despues de su primera negativa a hacerlo. Cuando me dijo que lo hiciera me dio un vuelco el corazón y solo deseaba que pasáramos de la zona donde ella trabajaba para poder besarla a satisfacción.

Cuando comentaste lo de ir al Templo de Debod y ella dijo que si casi sin dudarlo me empecé a excitar y a poner cardiaco. Se me hizo muy larga la espera hasta aparcar aunque valió la pena porque nos pudimos besar a gusto y acariciar largamente aunque ella no me dejaba poner la mano en su entrepierna al principio (y creo que de ese pequeño forcejeo vino la rotura de la media justo en ese sitio) pero cuando pude y noté que llevaba ese body fino encima ya no aguantaba mas.

Cuando aparcamos vi que ella estaba a punto y que le daba exactamente igual si estabas o no, estaba que necesitaba terminar de una vez, cuando cambiamos de sitio ni se movió, notaba como le pasaba los dedos por el clítoris y estaba en éxtasis. Yo también lo estaba, ya te dije que me alimento de sus orgasmos, que me encanta ese momento y por eso lo prolongué, para que no se corriera de inmediato y en algún momento le pasé la lengua por el coñito mojado y a punto.

Cuando se corrió, sinceramente, pensé que hasta ahí había llegado la juerga porque me imaginé que reaccionaría a la situación (el sitio, estar los tres, etc.) y se cortaría pero cuando vio que ya no tenía pantalones, y que tenía la polla fuera quiso corresponderme con esa mamada. Yo estaba en éxtasis y creo que podía estar en su boca durante horas, fue lo mejor. Y cuando te miré vi que estabas disfrutando tanto como yo de la situación.

En ese momento pensé que si me corría en su boca quizá no tuviéramos tiempo de volver a ponernos en forma para follarla delante de tí, como tu esperabas y deseabas, por eso la hice retirarse.

Fue cuando te pedí los preservativos y la hice sentar encima mío. En ese momento, cuando la estaba penetrando, noté que no seguía el mismo ritmo que cuando estabamos solos, quizá le cortaba tu presencia, por eso seguí con dulzura pero con firmeza empujando hacia arriba mientras la manejaba con las caderas. Recordé que ella la primera vez que vino a mi hotel me dijo que se había sentido como una puta y no quería que se sintiera mal de nuevo. Por eso traté de hacérselo fácil y le costó llegar quizá por la situación, pero una vez que ella alcanzó el clímax yo decidí correrme también para no prolongar mas esa situación un tanto violenta para ella. La verdad es que siempre me he sentido incomodo en los tríos pero esta vez al tenerte de espectador ha sido diferente. En todo caso no me hubiese importado que hubieses pasado atrás aunque creo que difícilmente me hubiese motivado despues del mal momento que pasé cuando ella se vino abajo.

Luego vi que se empezó a recuperar pero se seguía sintiendo mal por algo. Me gustó estar con los dos en el aeropuerto y el momento de camaradería que se creó. Aunque la despedida fue algo dura pero eso supongo que hay que pasarlo.


NOTAS:

Ayer cuando me la estaba mamando en el coche ante tí, noté lo dilatado que tenía el culo mientras le iba metiendo el dedo y vi que esta progresando por ahí, además se calentó mientras se lo metía.

Ya le dije a ella ayer que la mamada que me hizo es la mejor que me ha hecho y demuestra que ya le ha llegado el mensaje de no utilizar los dientes, ayer no hubo ni el mas mínimo roce. Y no la dejé seguir por temor a que le entraran las nauseas y la noche se convirtiera en un desastre. A mí me encantó el día de ayer, fue intenso y , aunque en cierta manera surrealista, me lo pasé muy bien.

Me gusta que empiece a hacer buenas mamadas y a disfrutar de ellas, eso quiere decir que el entrenamiento va por buen camino.

Lo del culo, por ejemplo, ¡pero si fue ella quien lo pidió!! Y lo pedía una y otra vez el primer día.

Como habrás visto aquella "esposa decente" que no queria saber nada de mi, se ha vuelto la furcia blanca de un dominador negro, y aún le sacaré mucho mas juego...

jueves, 25 de marzo de 2010

miércoles, 24 de marzo de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... (V-I)

Unos cuernos bien puestos... y disfrutados


Capitulo V( 1ª parte)


13 de MARZO... (2002) CUERNOS SOBRE RUEDAS



1ª Parte: La versión del marido Cornudo.

Me despertó sobresaltada "me ha dejado un mensaje, viene de viaje en el puente aéreo"

Miré el reloj era hora de levantarse y empezar la jornada.

Ella estaba nerviosa, pues por sorpresa él se presentaba denuevo antes de lo previsto y además... no se quedaría por la noche, así que habría que apañárselas para que pudiera disfrutar d ella, esa era mi obligación...

Cerca de las nueve, quedamos en una cafetería próxima a la oficina, de él, y ella avisó de que llegaría tarde a trabajar.

Yo no tenia problema de horario, así que cuando decidieran ir al trabajo les haría de chofer... como el resto del día...

Nos vimos en la puerta de la cafetería, me estrechó la mano cordialmente y volviéndose a mi mujer le plantó un morreo sin cortarse un pelo mientras disimuladamente le acariciaba el culo... que despues me confesaría que le encanta...

Entramos y charlamos sobre diversos temas mientras desayunábamos. Siempre que podía le hacia a ella alguna caricia o arrumaco, algún beso fugaz en los labios, mientras yo observaba orgulloso.

Concretamos los planes del día.

Yo estaría disponible. El regresaría en el último avión del día, pero pensamos en ir a cenar al salir ellos de trabajar sobre las 7 de la tarde.

El resto del día estuve nervioso deseando que llegara el momento de vernos por la tarde. Cavilaba como lo haríamos para que él pudiera disfrutar aunque solo fuera una vez de mi mujer y echarla algún polvo, pero no se me ocurría nada.

A las 6:30 me llamó para decirme que había terminado y que pasara a buscarle. Le recogí en su oficina y durante el camino hablamos de las excelencias de mi mujer, de su culo, que según me dijo era el mejor culo que había tenido nunca entre sus amantes, sus tetas, de como s calentaba y el volcán de su coño y de que el la estaba haciendo disfrutar y gozar como hacia tiempo nadie había hecho.

Las maratonianas sesiones vividas por ella y él hasta ese día ponían a mi mujer muy caliente y cuando llegaba a casa casi me devoraba, notando yo una fantástica evolución en sus maneras sexuales mucho mas liberadas y con mucha mas decisión e iniciativa, la estaba haciendo una autentica zorra caliente.

Le comenté la dificultad de dispone de un sitio, y se nos ocurrió a los dos que cuando la recogiéramos, nos iríamos a cenar al aeropuerto, pero ellos dos pasarían al asiento de atrás y el trataría de aprovecharse de ella al máximo, e incluso a lo mejor podríamos parar en el margen de la autopista o en algún rincón de la vía de servicio.

La recogimos. Estaba preciosa como siempre.

Despues de unos minutos él sugirió pasarse atrás, pero ella dijo, sin mucho convencimiento es cierto, que no, que quería que fuéramos delante los dos. En un semáforo, el aprovecho para pasarse atrás y a los pocos segundos estaban morreándose y acariciándose.

En vez de enfilar hacia el aeropuerto les pregunté malicioso si querían que diéramos una vuelta por el parque del oeste y ver el templo de Debod, el dijo que bueno y ella me dijo que era malo entre sonrisas y besos de él.

Busque un lugar obscuro por la zona del templo, pero no había ninguno que me gustara expresamente, así que dimos la vuelta y salimos nuevamente al paseo de rosales. Mientras ellos seguían con su fiesta y los morreos eran cada vez mas intensos y sonoros. Yo no podía ver mucho por el retrovisor pues debía conducir, pero sabia que las manos de él seguro que estaban ya bajo la falda de mi mujer tratando de sacarle el primer orgasmo, pues ella jadeaba ostensiblemente.

De pronto se me ocurrió: La casa de campo... y hacia allí me dirigí...

Ello seguían morreándose y mi mujer ya había alcanzado un orgasmo por sus jadeos, mientras el le metía mano por toda partes y ella se dejaba encantada.

Tras recorrer la casa de campo en gran parte vi una enorme explanada donde otros coches detenidos marcaban que era una zona de picadero rodante, busque un sitio apartado y lentamente aparqué y apagué las luces.

Detrás ya solos se oían jadeos y morreos, mientras yo no me decidía a volverme y observaba por el retrovisor.

Seguro que nadie imaginaba que en aquel coche, uno más en esa zona, un cornudo marido aguardaba complaciente a que su mujercita fuera ensartada por su amante en el asiento de atrás del coche que el había conducido hasta allí.

La situación era morbosa y excitante...

En pocos segundos su falda había volado y sus bragas y medias estaban por los tobillos mientras el se perdía entre sus piernas y sus manos magreaban con pasión sus tetas.

Ella con los ojos cerrados y recostada sobre el asiento gemía de placer mientras el le comía el coño.

En unos segundos llegó su primer orgasmo, espectacular, sonoro, sentido que me excito más aún. Tras ese primero, él subió hasta su boca y la besó largamente mientras ella le acariciaba y metía sus manos a través de la camisa.

Siguieron amándose con desesperación y de pronto él se quitó los pantalones y el calzoncillo, aquella gruesa polla negra erguida estaba reclamando la boca de mi mujer, lentamente ella fue deslizándose hacia su aparato y se lo metió en la boca de una vez empezando un espectacular y excitante ritmo de sube y baja sobe aquel vástago.

Mientras el le acariciaba el clítoris y le metía un par de dedos por el culo haciéndola gemir con la polla aún dentro de su boca y me miraba a mi orgulloso y complaciente contemplando la escena...

El ritmo era frenético entre ambos, y pasados unos minutos el me pidió que le pasara los preservativos que estaban en su maleta a mi lado. Así lo hice y tras colocarse uno, la levantó y la sentó sobre su polla de un solo golpe... empezó un rítmico mete y saca cogiéndola por las caderas, ella frente a mi con los ojos cerrados, apoyada entre los dos asientos delanteros y follada por su amante que seguía bombeándola sin compasión mientras su tetas bailaban un frenético baile arriba y abajo y ella se mordía los labios de placer... pasados unos minutos de frenético subir y bajar, ella alcanzó un magnifico orgasmo y segundos mas tarde, despues de una cabalgada de casi 15 minutos él se corrió con fuerza en su interior. Luego ella se recostó sobre él, y tras retirarse una vez que el hubo salido de ella, se recompuso y los tres estuvimos durante un rato charlando. Fuera llovía con fuerza y dentro aun cuando ella no quiso que le hiciéramos un sándwich, creo que los tres habíamos cumplido nuestro objetivo: Disfrutar.

Despues ya fuimos al aeropuerto donde ellos como tortolitos se besaban y acariciaban sin impórtales mi presencia, y de regreso a casa, le di duro por el culo, ese culo que ha descubierto el placer y se dilata al sentir la punta de una polla convertido en un agradecido tragón. Previamente ella había también practicado su otra asignatura aprobada haciéndome una mamada de escándalo que me puso la polla en condiciones para poderla ensartar por ese maravilloso culo...

Yo mismo alucinaba al ver su cambio en apenas unoas semanas, sin duda su "black men" la esta haciendo una auténtica puta...

martes, 23 de marzo de 2010

COMPARTIENDO A MI ESPOSA (III)

COMPARTIENDO A MI ESPOSA (III)




Cuando pasé frente al de ellos sentí ya los suspiros precopulativos, gemidos y chasquidos de besos, que Erika sabe dar tan bien.

Bueno, pensé, espero como antes de ayer que me llamen, y que Mari no se entere...

Me acosté y me quedé expectante esperando el llamado que tanto deseaba. La puerta estaba abierta y podía así oír mejor los rumores del amor que se prodigaban.

El tun tun de la cama contra no se que, era rítmico y bien notorio. Pensé en Mari que parece que nada le importaba, y en Marcos que lo oiría y le haría subir la fiebre pero no como a mí sino por celos.

Mi dormitorio estaba a oscuras, y el pasillo se iluminaba solo con la luz de la calle que entraba por un tragaluz.

Una silueta se marcó en la entrada del dormitorio: un cuerpo excitante y un perfume inundó el dormitorio. Era Mari que se había puesto un camisoncito de seda estampado como un leopardo.

Debajo tenía algo que apenas se marcaba, una tanga de la misma seda. No llevaba sostén. Apenas si adivinaba sus tetas, que vi claramente cuando se sentó en mi cama, a mi lado, una de sus piernas bajo su cola. Con un codo apoyado en la almohada, me acarició la cara y la frente.

Sus ojos brillaban, aunque en la oscuridad no podía saber si eran de deseo o de compasión. Pobre Albertito, me dijo, su mujercita le pone los cuernos, y a él le gusta!. Porque pobre,? Le pregunté, yo disfruto esto.

Lo único que no me permiten verlos en la cama juntos. De veras quieres ver? Me dijo. Te agrada ver como coge Miguel a tu mujer?. Miguel o el que sea, le contesté., se que tu hijo también se la daría.

Noooo, me dijo, no digas eso porque no lo voy a dejar. Y a vos que te importa? Le respondí. Me puso los dedos en mi boca y me sonrió.... Y solo viendo a tu mujer te calentás?. Creo que si, le dije.

De veras, con ninguna otra?. Imaginaba lo que me diría: y si me vieras a mi no te gustaría?. Pero Miguel se monta a mi mujer y contigo me dijo que no pasa nada. Sonrió... quien habla de Miguel?.

Y entonces imaginé lo que no hubiera presentido nunca. Se me hizo claro las miradas de ella y su hijo, los celos inexplicables, las ganas de competir con Erika para ver quien era más atractiva. No quería creerlo y no dije nada.

Se levantó y meneó su cola amplia y generosa, que el camisón no cubría. Se acercó a la puerta e hizo un ruido imperceptible. Luego se colocó frente al espejo enorme que cubría media pared y se arregló el pelo. Estaba hermosa y tentadora, subida a unos zapatos de tacones altísimos. De espaldas a mi me miraba por el espejo. Yo me había acostumbrado a la oscuridad y sus ojos entrecerrados eran prometedores.

Te vamos a hacer un regalo, me dijo. Como vamos? Pregunté. Soltó una carcajada queda. De inmediato entró Marcos, vestido solo con un slip escueto. Cierro la puerta? Me preguntó.

Está tu mami, le dije. No dijo nada, se acercó donde ella estaba frente al espejo. Se puso detrás y se apoyó en ella, que soltó un suspiro. Le cogió las tetas con las manos y se las levantó y unió.

Ella echó atrás sus brazos y le acarició la cabeza, diciéndole en un susurro, por fin te decidiste, hoy, creí que no tenías más ojos para tu mami, ya que la yegua esa te tenía babeando.

Se refería a Erika. Una oleada de placer me invadió, porque Mari también se había dado cuenta que Erika era una verdadera yegua. Estaría celosa por el hijo o por ella? Pronto lo iba a saber, mejor de lo que esperaba.

Mari apretaba la cola contra el bulto de su hijo y gemía despacito. El le decía cosas al oído, alcancé a oír.... mi amor.....te quiero coger, veni al dormitorio..... Ella le respondía en un susurro, no, aquí, Alberto quiere ver. No querés que le demos el gusto?.

Retrocedió con su madre en los brazos y se sentó en la cama a mi lado.

Quítame el slip, me ordenó. Me arrodillé delante de él y le quité el slip mientras él quitaba el camisón de la madre y lo arrojó al suelo. Ni bien se sintió sin el slip hizo que su madre se inclinara un poco adelante hasta que su cara rozó la mía.

Estaba en posición de ser penetrada analmente.. Mari se sentó despacio sobre la verga de su hijo mientras me besaba. Sentí su boca húmeda y su lengua penetrar en mi boca. Se notaba que gozaba porque suspiraba y jadeaba sin retirar su boca de la mía.

Enseguida se acostó de espaldas sobre su hijo del que no se desprendía y abriendo las piernas me dijo: quiero sentir tu lengua.

No hesité un segundo y ya puse mi cabeza entre sus piernas que se movían al compás de los embates de su macho. Lamí y degusté el rico jugo que su vagina exudaba y comenzó a estremecerse, y cuando no pudo soportar más el orgasmo que quería retener para dar tiempo a su hijo, estalló en convulsiones más potentes que las de Erika, aunque de menor duración.

En ese instante Marcos suspiró y diciendo: MAMIIIIIIIIIIIIIIIIIII, eyaculó.

Se quedaron un buen rato distendidos y yo terminé de lavar con mi lengua su vagina empapada. Ella levantó las piernas y aun con el pene de él dentro de su ano una buena cantidad de esperma se escurría por el mismo, que yo bebí con avidez.

Aun de espaldas, con todo el cuerpo de su madre sobre él, sostenía sus senos con las manos al tiempo que besaba su cuello. Ella me miró y me dijo si me había gustado. Notó que si porque había tenido una erección, no completa pero insinuaba que se iba a completar cuando fuera Erika la que estuviese en su lugar.

Luego que limpié el pene del muchacho con mi lengua, el se fue al toilette, y entonces aproveché para preguntarle a Mari cuanto hacía que cogía con su hijo, a lo que me respondió que desde los 12 años.

Lo de siempre, una madre que sobreprotege al hijo, no desea que se masturbe y toma el papel de cualquier mujer tentadora.. Como en tantos relatos, parece que la historia fuese siempre la misma.

En algunos casos es el chico quien toma la iniciativa, y en este fue ella.

Siete años antes, me dijo su marido se había separado para correr detrás de una niña de 18 años, dejándola sin las satisfacciones lógicas para una mujer en plena madurez sexual, y encontró al hijo presto a reemplazar al padre, tras provocarlo con sus miradas, su cuerpo semidesnudo y sus suspiros de deseo.

Quedamos un buen rato charlando de esas cosas, de cómo supo que Miguel había conocido a Erika y como fue su cómplice cuando le confesó el interés de él por mi esposa. Nada más me dijo, salvo que hacía grandes esfuerzos por disimular ante mí, ya que pensaba que yo no sabía nada.

Hacía algunos meses Miguel le había pedido que se acostara conmigo para que yo me olvidara de Erika y así dejársela solo a él, ya que pensó que estaba muy enamorado.

Se tranquilizó cuando le dije que Erika y yo nos amamos y que todo lo que hacemos sexualmente es para nuestro deleite, pero que ahora mi morbo no estaba satisfecho si no la veía a ella coger como los había visto a ella y su hijo.

lunes, 22 de marzo de 2010

ALARDEANDO DE CUERNOS

ALARDEANDO DE CUERNOS




La historia comienza a primeros de año, en Enero entro a trabajar en la nueva empresa, y tengo que dar unas clases de inglés para mejorar mi idioma `pues debo salir de viaje de inmediato a varias ferias del automóvil en Alemania, Inglaterra y Francia. Me matriculo en una escuela, y por las tardes mientras los niños se quedan con la cuidadora, ella al salir del trabajo me iba a buscar a clase y nos veníamos. Uno de esos días vio a un profesor de la escuela de unos 30 años, el típico inglés y dice que sintió un algo. Él pareció darse cuenta el caso es que al tercer día que fue a buscarme, cuando salí no estaba. Me mando un mensaje al móvil de que le había surgido "una reunión urgente" y que me fuera a casa. Se fue a tomar café con este tío, y así durante un par de días.

A la semana se iba mientras yo daba clase a casa de este tío a follar con él. Según me dijo luego había sido como un flechazo y puesto que yo la animaba a follar fuera de casa creyó ver en el su oportunidad de hacerlo.

La verdad es que la relación fue intensa y en el limite de la dominación, pues después de unos escarceos como de novios en parques y demás, y tras una semana de hacerlo en su casa, parece que "normalmente", durante la última semana de Lunes a viernes, ella iba a su casa después del trabajo y nada más llegar sin decir palabra él la desnudaba y la hacia mamársela en la entrada hasta que se la ponía bien dura.

Entonces la ataba las manos a la espalda, le vendaba los ojos y le daba por el culo o la follaba, luego se duchaban y ella le volvía a mamar esta vez en otra habitación de la casa y cuando estaba a tono, la volvía atar y hacia lo que no había hecho antes ósea la follaba o la enculaba y todo sin hablar, a veces la ponía cara a la pared antes o después de follarla y la azotaba con el cinturón.

Después, siempre en silencio, la hacía vestirse y la echaba de su casa.

El último día después de las dos sesiones, le dijo que ya no quería seguir con ella pues se iban ha hacer daño y la mandó para casa diciéndole que no le llamara durante una temporada.

Ella se lo tragó sólita sin decirme nada y me dijo que con él hubiera hecho lo que le pidiera pues estaba realmente encoñada.

Eso fue a primeros de Enero.

Un par de semanas después este Jefe suyo después de comer en un restaurante y a la salida follársela en el servicio del restaurante, aprovechando que ella estaba todavía con el desengaño del inglés, le propuso ir a León a un congreso de Jueves a Sábado y llevarla como secretaría a lo que ella aceptó.

Yo no sabía lo del inglés y cuando me dijo que se iba con este tío a León aun congreso, me imaginé que antes o después, y aún no sabía lo del restaurante, se la acabaría follando.

Allí durante esos días según me dijo la folló de todas las formas y maneras incluso una noche en un parque y según me contó unas semanas mas tarde, le echaba un polvo por la mañana, otro al mediodía y a veces un par por la noche.

Incluso en la oficina alguna vez la había llevado al servicio de caballeros y la había follado o enculado, casi siempre a pelo.

En esa época entró en juego mi amigo que estaba cansado de verla en foto y estaba deseando tirársela. Yo le dije que organizáramos un "encuentro" accidental en el metro al volver del trabajo, y así lo hicimos.

Tras encontrar conocidos comunes en temas de trabajo, pues ambos trabajan en lo mismo y un par de invitaciones a comer y tomar café, un día se la llevó al parque del oeste y le metió mano a placer.

Un par de días después la llevó a ver su oficina y allí ella le mamó por primera vez y el se la folló, y a partir de ese momento, desde marzo o abril que se veían con menos frecuencia, y lo sé sólo a través de él, los martes, hoy precisamente estará con él ahora, queda en la oficina de él y se la tira, y los jueves van a un apartamento por horas en el centro.

Como verás ha aprovechado bien el comienzo del milenio.

Ahora tengo dos amigos, que resulta que les va el rollo de tirarse a las esposas de los demás y que conocí accidentalmente también en una fiesta del trabajo, que me han dicho que no les importaría montar una orgía con ella, a uno como te dije le va el sado y cuando le conté la historia me dijo que una vez se la hubiera tirado un par de veces le sería mas fácil irle montando sesiones de azotes y demás.



Te seguiré contando.

domingo, 21 de marzo de 2010

DIARIO DE UNA MUJER CASADA (VII...)

DIARIO DE UNA MUJER CASADA (VII)




Septiembre 98

-----------



Tras pasar las vacaciones otra vez sola con los niños y mis padres, por temas de trabajo de mi marido, la verdad es que volví con muchas ganas de follar. En la playa tuve ocasiones y algunas muy atractivas, pero estando con mis padres era mas complicado, por donde ir, que hacer con los niños, etc.

Pero hace unos días me llamó Lorenzo con intención de que quedáramos a tomar una copa después el trabajo. Él está casado también y tiene dos críos.

Me había negado tantas veces que no pude negarme otra vez, así que me dijo que pasaría a buscarme sobre las ocho al trabajo, ya que estamos en distintos departamentos.

Estuvimos hablando y tomando unas copas por el barrio y me dijo que estaba obsesionado conmigo y sobre todo, despues de como se la había comido, con repetir el francés y hacerme un griego. Yo le dije que estaba loco y que no podía ser, pero se puso muy trágico y meloso y en una de esas me dijo que su mujer estaba fuera unos días con los niños y que podíamos ir a su casa.

La verdad es que no sé que pasó por mi cabeza, pero le dije que sí. Se quedó flipado, aunque eran ya mas de las 9 de la noche y le dije que no podría quedarme mucho tiempo. Pagó a la carrera y ya en el coche me fue diciendo cosas de doble sentido, con lo que me hacia reír. Llegamos a su casa.

No me dió casi tiempo a entrar y ya estaba sobándome las tetas y quitándome la ropa, para cuando quise darme cuenta me tenía contra el sillón del salón con el culo me pompa y trataba de meterme su aparato de cualquier manera.

Fue un autentico "aquí te pillo aquí te enculo".

A mí la práctica anal no es algo que me entusiasme y a lo bestia mucho menos, por lo cual trataba de resistir sus empujones, hasta que caí sobre el sillón con él encima, entonces tumbada boca abajo él siguió bombeando dentro de mi recto hasta que se corrió como un loco.

Lo cierto es que me quede muy rara, y lo notó y me pidió perdón por haber sido tan bruto. Se ofreció a llevarme a casa, pero le dije que no, que cogería un taxi y así lo hice.

Cuando llegué a casa era tarde y no tuve ganas ni de contárselo a mi marido. Le dije que había tenido un problema de última hora en la oficina y estaba cansada.



Octubre 98

---------------



Casi se va a acabar el año y conforme ha pasado me he dado cuenta de la cantidad de aventuras y relaciones fuera de casa que he tenido y se me están presentando.

Mi marido dice que tengo un cuerpo muy apetecible (follable en castellano, que en francés significa "hogareño", dice él) y que es normal que los hombres me deseen, pero eso a veces me preocupa, pues me siento e veces como una puta... y lo peor ¿o lo mejor? es que me gusta.



Febrero 99

-------------



Hace mucho tiempo que no escribo. El año terminó sin sobresaltos sexuales, aunque con mi marido lo hacemos a diario y no me han faltado insinuaciones de algun compañero, espero que alguno no se haya ido dela lengua, e incluso de algún cliente de mi empresa.

Hace unos días mi marido me dijo que se iba a apuntar aunas clases de ingles de pefeccionamiento, para su trabajo y que podia ir a buscarle al salir de clase, a las 8 y nos tomabamos algpos antes de volver a casa.

La verdad es uqe hasta hace unos días por unas cosas u otras no me ha sido posible irle a buscar.

Curiosamente he tenido una temporada que al no tener esa presión sexual de mis admiradores empezé a pensar que me estoy haciendo vieja y ya no les gusto a los hombres, cosa que cuando se lo digo a mi marido se cabrea sobremanera.

sábado, 20 de marzo de 2010

AL SALIR DEL CURRO

Al salir del "curro" (25-09-2001)



Hacia meses que no veía a Fidel, aunque si habíamos hablado por teléfono, ya que trabajamos en el mismo proyecto.

Por eso esta tarde cuando me llamó para comentar unos temas del trabajo no me sorprendió.

Tenía previsto marcharme pronto a casa, pues tras la noche del viernes con mi marido y con Ralf y el sábado que tuvimos amigos a cenar y estuvimos de cháchara hasta las tantas, tenia sueño y ganas de acostarme pronto.

Cuando estabamos terminando de hablar me pregunto que si estaba aún en el despacho, ya que trabajamos en edificios diferentes a pesar de ser la misma empresa, a lo que le dije que sí y entonces me dijo de pasar a buscarme y tomarnos una copa juntos.

Acepté y media hora despues me esperaba en la puerta del trabajo con su coche.

"Donde vamos" me preguntó, "No sé " respondí.

El caso es que enfiló hacia mi casa, y ya próximos a llegar nos detuvimos en un bar en la castellana.

Entramos y yo me tomé una tónica y el una cerveza, hablamos de cosas del trabajo y pasado un rato me tomo las manos y me dijo cuanto se acordaba de nuestras dos aventuras, la del restaurante, que dijo no le importaría repetir allí mismo, y sobre todo el congreso en León.

Yo le dije que lo dejara y que no me tentara, medio en broma medio en serio, pero en unos segundos se acercó y nos besamos con cierta pasión.

"Ves como lo estas desando" me dijo sonriendo.

"Déjalo Fidel, una debilidad la tiene cualquiera.." dije tratando de soltarme las manos. "Anda llévame a casa..." le dije.

Ya en el coche volvió a pedirme un beso y se lo dí, pero corto y suave, mientras me ponía una mano en la rodilla.

Llevaba yo un traje de chaqueta marrón con una blusa azul celeste. La falda no es muy larga, suficiente par que al sentarme deje ver un poco mis muslos.

Le aparte la mano "Fidel, déjalo y llévame a casa..." le dije separándome de él.

Arrancó y no dejaba de decirme lo mucho que me deseaba, que quería volver a vivir algo conmigo, etc.

De pronto me miró de frente "Te voy a secuestrar..." me dijo, mientras enfilaba hacia la carretera de Barcelona.

"Que haces?" le pregunté, pero noté que ya había tomado la decisión en su rostro.

"Llévame a casa por favor... "le dije aunque sin mucho convencimiento

"No, te voy a llevar a un motel..." me dijo con decisión y mirando al frente sin inmutarse. "Por favor, llévame a casa..." volví a pedirle, pero su decisión era definitiva.

Llegamos a un motel que hay en la carretera de Barcelona, y mientras me dejaba dentro del coche, fue a pedir la llave de uno de los bungalows.

Yo me di cuenta entonces de que estaba deseando volver a disfrutar con él, pero por otro lado, despues de lo del viernes, me aprecia una traición... a Ralf el estar con él.

Volvió sin decir nada y tras poner el coche en marcha aparcamos en el parking del motel.

Bajo del coche y dando la vuelta me abrió la puerta. Estaba serio pero había un extraño brillo en sus ojos "Señora..." dijo ayudándome a salir del coche.

Llegamos al bungalow y tras abrir la puerta y encender la luz, me invitó a pasar.

Cerro la puerta detrás de mí y de inmediato note desde atrás sus manos posarse con dulce firmeza en mis tetas, mientras su cuerpo se pegaba a mi espalda "Es una locura..." le dije mientras besaba mi cuello y notaba su ya duro aparato contra mis nalgas.

Me empujo suavemente hacia la cama.

"No digas nada solo disfruta..." me dijo al oído mientras desabrochaba mi chaqueta y me la quitaba. Hice intención de volverme "No, quédate así..." me dijo mientras iba desgranando uno a uno los botones de mi blusa y con cada uno besaba mi cuello. La deslizó de mis hombros y aún de espaldas a él, buscó la cremallera de mi falda, la bajo y me la quitó.

Entonces me volvió suavemente hacia el y retirándome unos pasos hacia atrás me dijo "Estas deliciosa, francamente es difícil resistirse a no hacer el amor contigo cada vez que te veo..." avanzo y me abrazó con fuerza mientras nuestras bocas se devoraban buscando cada una ocupar la otra.

Me aparté un poco y mientras él seguía acariciando mis pechos y mis costados, le quité la chaqueta, la corbata y la camisa.

Luego me fui deslizando ante él, hasta quedar de rodillas y le quité el cinturón bajándole los pantalones.

Aquella polla que ya conocían todos mis agujeros trataba de salir de su cárcel de algodón. Baje sus calzoncillos y en un segundo su aparato estaba dentro de mi boca.

Me detuvo haciéndome sentar en el borde de la cama y ahora con el de pie ante mí, me indico que podía seguir mamando aquel vástago que cada vez crecía más.

En un momento determinado, me quitó el sujetador y acaricio con fruición mis tetas, luego me empujo suavemente sobre la cama y fue besando desde mi cuello, mis tetas, mi vientre, hasta llegar a mi coño en el que, tras retirara mis bragas, se detuvo comenzando a besarlo y chuparlo con fruición.

Mi calentura era tal que en breves momentos alcancé mi primer orgasmo, pero la sensación de que era tarde me hizo pedirle que me follara ya.

Fue subiendo otra vez deshaciendo el camino andado. Se incorporó dejándome anhelante y en unos segundos volvió con un preservativo. Volvió a inclinarse sobre mí y noté como su miembro iba conquistando mi sexo con suaves movimientos de entrada y salida.

Fue largo pero intenso, mientras besaba mi boca y sus manos magreaban mis pechos, yo apretaba sus nalgas hacia mí para que cada centímetro de su miembro penetrara en mi interior.

Al final con un fuerte empujón de riñones note que se corría dentro de mí mientras gemía en mi oído y yo llegaba a un nuevo orgasmo.

Nos quedamos así un rato. Luego me dijo "Gracias, ha sido maravilloso... me quedaría aquí contigo toda la noche, pero sé que tu no puedes por tu marido y tus hijos...". Se levantó y fue al baño.

Tras unos minutos le seguí y tras asearnos nos vestimos y salimos.

Yo le esperé en el coche mientras devolvía la llave.

En el camino de vuelta solo me acariciaba las piernas y el hombro y no dijo nada, pero existía una comunicación interna entre ambos. Me dejo en la puerta de casa, donde me despedí con un par d besos "de amistad" por aquello del que dirán.

"Mañana te llamare... por el trabajo y para oír esa maravillosa voz... " me dijo mientras cerraba yo la puerta del coche. Esperó hasta que entre en el portal y me volví para hacerle una señal con la mano. Arranco y se perdió en el tráfico.

Yo estaba flotando mientras subía en el ascensor.

Al llegar a casa le dije a mi marido que había estado con él y que despues de cenar se lo contaría con detalle.

Sabia que mi relato tendría consecuencias inmediatas, como a sí fue, pues despues de mi fiesta con Fidel, una nueva "fiesta" con mi marido me esperaba.

viernes, 19 de marzo de 2010

UNA ZORRA PARA DOS (I)

UNA ZORRA PARA DOS (I)


Estaba claro que sin duda a aquella puta la situación le gustaba.

Tumbada sobre la cama, su propia cama de matrimonio donde sólo unos minutos antes había estado follando con su marido, esperaba ser penetrada hasta la extenuación.

En ese momento Marco entró en la habitación, miró su cuerpo sobre la cama y se dispuso a disfrutar de aquel peludo coño que tanto había deseado y que trataba de salir de la opresión de la braguita que lo cubría a duras penas.

El sabía que unos segundos antes su marido había estado sobre ella y eso le excitaba más aún. Hacia tiempo que pensaba en los minutos en los que pudiera tener su cuerpo bajo él y no iba dejar pasar la ocasión.

Mientras la miraba pensaba en lo que la iba a hacer disfrutar. Sus blancas tetas, apenas cubiertas por el minúsculo sujetador azul que dejaba ver aquellos pezones grandes y duros, se movían rítmicamente al compás de su respiración y sin duda esperaban que en cualquier momento las manos de un hombre, de aquel hombre, se posaran sobre ellas y empezarán a magrearlas.

Tenía los ojos cerrados, sin duda esperando ese gran momento.

Todo comenzó unos días antes cuando Marco y Joan se habían encontrado en un viejo café entonces Marco le contó a Joan el sueño que había tenido la noche anterior. En él, Marco sorprendía en su casa a Roxana la mujer de Joan con el pretexto de llevarle unos libros a su marido.

Marco y Joan se habían conocido unos años antes a través de las listas de noticias de Internet, donde congeniaran e intercambiaban fotos de sus respectivas en bolas. Con el tiempo Marco se obsesiono con poder algún día tirarse a la mujer de su amigo, mientras por contra su mujer no estaba ni mucho menos por la labor de hacérselo con Joan aunque apuntó estuvo de ello.

Después de muchos avatares por fin parecía que llegaba el momento en el que Marco hiciera posible el sueño de retozar con Roxana, sueño doble que compartía Joan deseoso de que un buen amigo también disfrutará de ella.

Puesto que hasta ese momento tan sólo podía saber de las aventuras de su mujer, que eran bastantes, con otros hombres por lo que ella le contaba.

Esta vez sería el propio hombre que se la tirara el que se lo contara en primera persona y con todo lujo de detalles.

Volviendo al sueño que Marco le contaba a Joan, ella solicita le ofreció un café que lógicamente Marco aceptó encantado, por fin tenía la oportunidad e iba a disponer del cuerpo de Roxana a su antojo sin que nadie se lo impidiera.

Ella se fue a la cocina a preparar el café momento que aprovechó Marco para llegando por detrás y preguntándole cuándo volvería Joan empezará a acariciarle la espalda.

En principio ella se revolvió pero Marco no estaba dispuesto a dejar escapar su presa por algo su amigo Joan le llamaba EL CAZADOR.

Con habilidad Marco la sujetó por los hombros justo contra la pila mientras con una mano le levantaba la falda, ella trataba de separarse pero Marco estaba dispuesto a cobrar su pieza.

“No Marco por favor, Joan vendrá en cualquier momento " dijo sollozando.

“Estoy convencido de que a Joan le encantará vernos así " dijo Marco mientras le bajaba las bragas.

" No puedo creerlo " dijo Roxana rompiendo a llorar," estabais de acuerde " y volviéndose ella misma se bajo la falda con rabia " puesto que quiere que me folles, no me opondré " y empujando suavemente a Marco se dirigió al dormitorio.

El se quedó sorprendido y la siguió hasta la alcoba.

Roxana acabó de desnudarse y se tendió sobre la cama, cerró los ojos y con voz suave dijo": Estoy a tu disposición... ".

Marco no podía creerlo después de tanto tiempo de haber visto una y otra vez las fotos que su amigo Joan le había mandado de su mujer desnuda durante los últimos años, por fin la tenía frente a él y a su disposición, había deseado tanto ese momento....

La observó mientras lentamente se quitaba la chaqueta, y mientras se aproximaba a la cama fue desabrochándose la camisa mirándola una vez más pensando en cuando sus cuerpos se juntasen sobre la cama, ella respiraba al principio lentamente. Seguía con los ojos cerrados y su respiración se hacía cada vez más rápido mientras intuía como se desnudaba Marco y se acercaba la cama.

Se quitó despacio la camisa y por momentos se detuvo a contemplar aquel blanco cuerpo sobre la cama. Aquella grandes y atractivas tetas, aquel suave vientre, y lo que más le excitaba aquella mata de pelo negro entre las piernas que sin duda ocultaba la entrada a la cueva del máximo placer.

Despacio fue desabrochando la hebilla de su cinturón, después mientras sus ojos recorrían aquel templo de placer, también abrió el botón de su pantalón. Luego lentamente lo dejó caer.

Entonces se acercó a la cama, tomó las manos de Roxana y la hizo sentar sobre ella. Muy despacio llevó sus manos hacia su pene y la obligó a acariciarlo.

Ella continuaba con los ojos cerrados, pero obediente empezó a acariciarlo primero sobre el calzoncillo y luego, con más decisión no exenta de rabia, sacó aquel ya crecido miembro y muy despacio se lo introdujo en la boca.

Marco no esperaba esa reacción, pero recordó con satisfacción cuántas veces Joan le había hablado de las cualidades de mamona de su mujer y cuántas noches mientras contemplaba, las fotos que Joan le había mandado, imaginaba aquella sensual boca posándose sobre su polla.

Y ahora estaba allí, en el dormitorio de su querido amigo, donde tantas veces Marco sabía que Joan se había tirado a su mujer para después contárselo con detalle, y estaba de pie junto al lecho nupcial, con su pene al fin dentro de la boca de la mujer de su amigo, esa boca que tanto había deseado sentir.

Una enorme sensación de placer, le sacó de sus pensamientos, era producida por aquella experta boca que recorría con su lengua cada palmo de su miembro.

Verdaderamente Joan tenía razón aquella puta mamona por la que muchos hombres pagarían una fortuna para que les mamara sus miembros, le estaba haciendo llegar al cielo.

Decidió, que era momento de tomar la iniciativa.

La retiró suavemente y cogiéndola de los hombros la hizo levantar. Recordó entonces que Joan le había contados, que a veces le tapaba los ojos con un antifaz que había en el primer cajón de la mesilla.

La dejó allí de pie, desnuda, junto a la cama de matrimonio, y rodeando está busco el antifaz en el lugar que su amigo le indicara. Allí estaba, lo cogió y se detuvo unos momentos para contemplar a aquella mujer totalmente dispuesta a ser un juguete en sus manos.

jueves, 18 de marzo de 2010

DE FIEL CASADA A... (VII-I)

De fiel Casada a....


(Capitulo VII: Paseando al perro, primera parte)

--------------------------------------------------------------------------------

A la semana siguiente, yo seguía con mi horario de jefe, ósea iba tarde por la mañana y salía tarde por la noche, mas que nada porque tenía que cumplir mi horario sexual con el equipo de guardia de la empresa, ya que tras dedicarme a Miguel exclusivamente durante unos días, este dijo, que era un "romantico" y que le gustaba mas follarme con sus compañeros del curro, que le gustaba compartir, y algunas sutilezas mas...

Luego me entere que les cobraba a dos mil pelas la jodienda, y bien que les rentaba pues alguno me follaba dos veces en un par de horas.

La verdad es que los chicos se lo pasaban bien conmigo: me tenían desnuda por el control y de vez en cuando me pellizcaban o me pedían que se la chupara un rato y luego me jodian o me daban por el culo.

Una tarde estabamos en esas cuando Miguel, el supervisor jefe, me cogió por detrás y me tiro literalmente sobre la mesa de control boca abajo.

Mientras me follaba por detrás y me levantaba la cabeza agarràndome del pelo me contó su "nuevo servicio":

"Mira rica, he pensado que voy a ponerte a disposición de toda la plantilla de seguridad, unos 15 tíos, pero no solo en esta oficina," me dijo mientras me follaba, "asì que presta atención a lo que te voy a contar, y empezaras mañana".

"Por supuesto", añadió, "que no lo harás gratis..., Pues ellos me pagaran a mi una cantidad y si rindes bien yo te daré un 10 por ciento de lo que saquemos cada semana... )te parece? " y sonrió.

¿me podía yo negar?, Por supuesto que no, así que asentí con la cabeza.

Al dia siguiente al llegar al control, Miguel me sorprendió con uno de sus uniformes:

"Quítate toda la ropa y póntelo", me dijo.

Después baje con el al garaje de la empresa y me hizo subir al furgón de seguridad que iría recogiendo a las patrullas de los diferentes edificios.

La historia estaba en que en la parte trasera del furgón debían follarme los que salían de guardia, así que posiblemente durante las dos siguientes horas, me joderian unos cuatro o cinco tíos.

Eso si tuvo el detalle de habilitarme una cámara acorazada dentro del blindado para que pudiera tener intimidad... En un habitáculo de 2x2 donde debían follarme de pie o contra la pared.

Así fue, y ya a punto de terminar la ruta mi coño estaba hasta el iden, cuando al llegar al ultimo relevo, en una especie de casa de campo en las afueras de Madrid, me sorprendió ver allí a Miguel.

"Hola perra te lo has pasado bien", me dijo maliciosamente, "pues ahora viene lo mejor… sìgueme!".

Fui con el hasta el garaje de la casa donde me hizo quitarme el uniforme, bastante estropeado de tanto quitármelo y ponérmelo, pues por mi hubiera estado desnuda todo el recorrido pero mas de uno quería desnudarme..., Y me dio unas braguitas tanga negras transparentes y un sujetador de cuero muy escueto.

"Ponte esto", me dijo, y alargándome unas botas que me llegaban hasta medio muslo añadió, "y estas botas".

La verdad es que debía tener una pinta increíble pues el propio Miguel harto de jugar conmigo, parecía excitado.

Salimos fuera y mientras nos dirigíamos a un lugar del jardín de aquella finca, yo notaba como una especie de gemidos o algo así.

Al doblar la esquina de un cobertizo, vi una enorme perrera con casi una docena de doberman, que empezaron a rebullir inquietos.

Me quede petrificada, pero Miguel me tranquilizo:

"No te preocupes que no te harán nada," dijo mientras me echaba un spray por el cuerpo, y añadió "pues vas conmigo, espera aquí", me dijo.

Entro en la perrera y saco tres enormes perros que le seguían dócilmente y que al verme se acercaron a olisquearme.

"No hagas ninguno movimiento brusco y no te harán nada", me indico. Me alargo un collar como los que llevaban los perros y tras colocarmelo, saco una traílla para cuatro perros y se la engancho a los tres que estaban allí, se volvió hacia mi:

"Arrodíllate", me dijo.

Así lo hice y el cuarto enganche lo unió a mi collar.

"Ponte a cuatro patas como ellos", me dijo.

Me coloque en esa posición y entonces Miguel me dijo que me moviera muy despacio entre los perros, que ya me chupaban por todas partes, sin abandonar la posición canina.

El situado detrás iba avanzando controlando la traílla.

Las botas que me había dado, me protegían las rodillas, pero al verme poner las manos sobre el suelo, me dio unos guantes para protegérmelas.

De esa guisa y rodeada por los tres doberman, di con ellos una vuelta al edificio, haciendo la ronda, unida a la traílla.

Miguel hablaba con los perros y les decía cosas:

"Venga zurro no seas vago, muévete,...tranquilo boby no pasa nada,...chaka sigue, sigue,..."

Se dirigió entonces a mi:

"Y tu perra...)como vas?...(no hables!, Solo asiente con la cabeza si estas bien... O como mucho gruñe y gime como ellos pero suavemente...""

Asentí...

eso esta bien!...

Estuvimos como una hora dando la vuelta, volvimos pasado ese tiempo a la perrera y tras desengarcharnos de la traílla, Miguel volvió a guardar a los perros en la perrera, yo me iba a levantar, cuando me dijo:

"Sigue así, a cuatro patas..."

Le mire para protestar...

"Y no hables o te meto dentro con ellos..."

Me obligo a engancharme a una cadena y comenzó a tirar de mi camino de la casa:

"A cuatro patas hasta que yo te diga, eh..."

Cuando llegamos al garaje, me hizo chuparsela a cuatro patas, y luego me enculò. Después me hizo vestir y en el furgón de seguridad volvimos a la oficina.

Durante tres días esa fue la historia, hasta que llego el fin de semana.

El sábado y el domingo perdía de vista todo aquello. A veces estaba cansada y mi coño era ya como un túnel, al igual que mi culo. En el ultimo mes y pico había sido follada mas que en toda mi vida.

Ese fin de semana fue mucho mas tranquilo, pues Javier y Pedro estuvieron fuera y Don Jaime vino un par de veces tan solo a ver el estado de sus "posesiones" y por supuesto a disfrutarlas.

Pero salvo eso, dormir y comer como una cerda, aprovechando para mantener mi moreno en la piscina del chalet, ya que debía exhibirme desnuda por una finca...de vaya Ud. a saber quien...aunque pronto lo sabría.

Mientras tanto en mi trabajo todo iba viento en popa. Seguía ganando cuentas, con el sudor de mi cuerpo y los jugos de mi conejillo, y por tanto mi sueldo y comisiones seguían subiendo.

Aquel lunes, me llamo el director de la empresa, para decirme que presidiría la reunión de ejecutivos de cuentas de esa semana, y que esperaba que les diera un discurso sobre el trabajo, mis métodos de captaciòn, la forma de contacto, etc. ..., Seguro que el hombre no estaba al tanto de mis "métodos"... O si?.

Así que el martes llego la reunión.

Yo le había dicho a Miguel que el lunes no podríamos seguir nuestro habitual "trabajo extra" con lo que fue comprensivo, por tanto dormí como una niña, traviesa pero niña al fin de alcabo, para estar radiante para la reunión.

Cuando llegue a la sala de juntas, alrededor de la mesa siete jóvenes hombres con su traje y su corbata y tres chicas, arregladitas pero un poco grises, me esperaban.

Pedro, que se encargaba de elegirme la ropa, me había sacado un vestido de una pieza con una falda de vuelo, bastante vaporosa, y ligeramente entallada en la cintura, aunque no transparente, que se completaba en la parte de arriba con un cuerpo suelto bastante escotado, de color amarillo limón, que era lo único que junto a un tanga blanco minúsculo, componían toda mi vestimenta.

Pude notar los gestos de admiración de los hombres y las caras de envidia de las tres jovencitas, cuando entre en la sala de reuniones.

El director me presento y durante treinta minutos les hable de la captaciòn de clientes y de las armas "ortodoxas" por supuesto, que deben usarse en dicha captaciòn.

Mi jefe me felicito al final y tras una serie de preguntas de los presentes se dio por terminada la reunión.

miércoles, 17 de marzo de 2010

VIERNES NOCHE... LOS TRES.

Un viernes "especial"


Estuvimos cenando en un restaurante del centro.

Ella llevaba un traje pantalón rojo, con una camiseta sin mangas blanca y debajo un conjunto azul de raso. Entramos a las 10, y desde que llegamos ellos no paraban de mirarse.

Luego fuimos a tomar una copa ceca ya de las 12 a la zona de Huertas, y fué cuando empezó a llover, por lo cual propuse que fuéramos a casa. Al principio pensé que ella reacia a mantener relaciones con otros hombres en nuestra propia casa, se negaría, pero dado como estaba la noche metida en lluvia, apuntó débilmente la posibilidad de irnos a bailar.

Yo sabia que los dos estaban desando meterse mano en cuanto estuvieran a solas.

Llegamos a casa y puse un poco de música salsa y le ofrecí a Ralf un Whisky, yo me puse otro y ella no tomo nada y se puso a trajinar por la casa.

Por fin cerca de las 2 de la mañana, ellos se pusieron a bailar.

Yo hubiera propuesto irnos los tres a la cama, y estaba de acuerdo con Ralf en ello, pero no lo creí oportuno ya que "oficialmente" yo no sabia de su intensa relación del fin de semana que yo estuve de viaje.

Cerca de las 2,30 decidí darles una oportunidad.

Ya al llegar a casa les dije que subieran mientras iba a aparcar y según me contó ella despues, en el ascensor se morrearon e incluso ya dentro de casa se acariciaron por encima de la ropa.

Como digo, a las 2,30 decidí darles una oportunidad y como había dejado de llover dije que bajaría a dar una vuelta con el perro, que estaba incomodo. Tarde unos 35 minutos.

Según me marche, ellos empezaron a morrearse y fue Ralf el que sacándose su aparato la hizo sentarse en el sillón y que se lo chupara estando el de pie.


Cuando ya estaba bien duro, fue él el que se sentó en el sillón y quitándole a ella los pantalones y las bragas se la sentó encima ensartándola hasta arriba con sus 25 cms.

Estuvieron follando hasta que a punto de correrse, él decidió, dado que no llevaba preservativo, correrse fuera y lo hizo sobre el estomago y el pecho de ella. Luego la tumbó en el sillón y la acarició hasta arrancarle dos orgasmos.

Cuando iban a comenzar una nueva tanda, con ella mamándole a él, yo volví pues de pronto había empezado a llover a cántaros otra vez.

Procuré no hacer ruido y desde el pasillo a través del espejo pude ver como ella se la estaba mamando, el sentado en el sillón y ella de rodillas entre sus piernas.

Procuré no hacer ruido, hasta que vi como el se corría parte dentro de la boca de ella y parte fuera. Les di tiempo a recomponerse antes de hacer ruido en la puerta y simular mi llegada en ese momento.


Estuvimos charlando y bebiendo y a ratos ellos bailaban.

Ya cerca de las 6 de la mañana, Ralf dijo que se iba pues acababa de llegar el día anterior de viaje y estaba cansado. Me ofrecía acompañarlo hasta su casa para charlar con el del tema, pero luego sobre la marcha se me ocurrió algo mejor.

"Voy a buscar el coche y cuando esté en la puerta os llamo" era ocasión de darles una segunda oportunidad.

Me bajé a la calle y como estaba diluviando, llame para decir que tardaría un poco.

Nada mas irme se desnudaron y él le volvió a pedir que se la mamara. Se tumbaron sobre el sofá del salón y él volvió a metérsela hasta los huevos por el coño, estuvo follándola hasta que a punto de correrse, quiso cambiar de agujero.

Ella al principio dijo que no, pero tras un poco de insistencia, la colocó con las manos apoyadas en el sillón y el culo en pompa y con cuidado despues de chuparle y ensalivarle bien el agujero del culo, se la fue metiendo despacio hasta que casi se la clavó entera.

Ella me dijo después que la sentía casi en la boca del estomago. Con un rítmico mete-saca estuvo bombeando su culo hasta que a punto de correrse, se salió haciéndolo en su espalda y nalgas.

En ese momento llamé yo para decir, y era cierto, que tardaría un poco más pues iba a echar gasolina.

Fue entonces cuando ella le pidió que le comiera el coño, a lo que Ralf se prestó gustoso arrancándole varios orgasmos y volviendo a empalmarse, con lo cual le dijo que quería volver a follársela, esta vez por el coño.

La tumbó sobre la mesa del salón y se la follo en plan salvaje, esta vez el decidió por su cuenta dejarle la leche dentro y se corrió sin avisarla, lo que a ella en principio la desconcertó, pero luego me comentaría la agradable sensación de su leche caliente inundándole las entrañas.

Cierto que estuvo preocupada unos días por si la había embarazado, cosa que no ocurrió esta vez.

Entonces llamé yo desde abajo diciendo que bajaran cuando quisieran.

Al bajar les dije que se sentaran atrás tratando de que tuvieran algún toqueteo y demás mientras íbamos a llevarle a su casa, pero no se atrevieron.

Le dejamos en su casa y volvimos a la nuestra.

Entonces en el dormitorio la desnudé, excepto la ropa interior que la hacia mucho más atractiva y la tumbé sobre la cama.

La empecé a besar despacio en los labios y luego fui bajando por todo el cuerpo, le saque los pechos sin quitarle el sujetador y tras quitarle las bragas le comí el coño, notando el sabor de él, haciéndola correrse un par de veces.

Yo ya estaba bien empalmado, así que me coloqué sobre ella y muy despacio se la fui metiendo, aumentando el ritmo de entrar y salir, saliendo del todo y volviendo a entrar hasta la raíz de mi pene.

Ella gemía y empezó a decirme lo puta que se sentía y como le gustaba.

Por fin nos corrimos juntos.

Nos duchamos y nos fuimos a dormir, eran las 7 de la mañana y los dos trabajábamos ese sábado a partir de las 9,30.

martes, 16 de marzo de 2010