Acoso y derribo 5.
Anna se quedo en la sala de juntas masturbándose como nunca.
En su cabeza sentimientos encontrados y sensaciones diversas, deseo, pasión, rabia, miedo, indignación… su mano recorría furiosa su clítoris y la otra apretaba su pecho…
“Aquel cabrón la iba a violar esa noche y no podía negarse ni ofrecerle resistencia, pero… ella quería que fuera así…?” el orgasmo borro su mente por unos minutos.
Se vistió a propósito para la cena, esperando deslumbrarle y deseando pasar cuanto antes el trago de ser poseída por aquel monstruo.
Pero nada paso.
La cena fue sencilla, y en ella él hablo como si no hubiera pasado nada, del pasado, del trabajo, se despidió con un beso en la mejilla.
“Mañana a las 9 en la oficina” le dijo.
Ella quedo decepcionada y desconcertada.
Otra vez debió masturbarse en su habitación para calmar su calentura.
Nunca hasta ese momento se había masturbado sola, aquel hombre sacaba lo peor de ella.
Mientras la observaba por la cámara del hotel ,Yameu disfrutaba de Lupe en la habitación contigua.
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