BIENVENIDOS

Al placer y la lectura... la imaginacion la pones tu. To the pleasure and the reading... the imagination puts it your. (Nota: Busco dibujantes para convetir a dibujos o comics mis relatos, sin animo de lucro.) (Notice: I look for designers for convert to drawings, 3D or comics my stories, for free distribution) Visita, http://x3dstoriesvideos.blogspot.com/ Actualización de relatos y videos cada dos días, aproximadamente. Upload, stories and videos, every two days aproxymately

viernes, 23 de abril de 2010

MANUAL DEL MARIDO (Cornudo) FIEL (XI)

CONFRATERNIZANDO... "DONDE FUERES HAZ LO QUE VIERES..."


El viaje ya sea el de novios, quizá el más morboso por la supuesta “inexperiencia” de la “nueva” esposa, o de cualquiera vacación, tiene muchas posibilidades de disfrute y aprendizaje. Una de ellas es la confraternización con los nativos y la asunción de costumbre tribales a veces chocantes o sorprendentes, pero que si ellos las tienen no tienen por qué ser malas, eso si luego en tu país quizá no sean aplicables.

Por ejemplo, la primera noche en el hotel acompáñala a la discoteca, ella sería interesante luciera un vestido ligero pero transparente con unas diminutas bragas y sin sujetador y que beba un par de copas mientras baila en la pista y tu miras desde la barra.

No le faltaran compañeros de baile, tu solo controla que ella disfrute sin problemas, y no te la dejen en pelotas a las primeras de cambio, todo debe tener su "tempo" y su morbo....

Si de pronto te dice que se va con unos amigos a otra disco, sígueles discretamente, acabaran en la playa o en algún apartamento próximo.

Espera paciente a que salga pues lo hará sin duda satisfecha pero cansada y con aspecto de que le han pasado varios machos por encima, lo que será totalmente cierto.

Otra noche llévala a una sala de juegos o apuestas y hazla ver que es tu bien más preciado, por lo tanto será tu garantía en el juego. Los compañeros de apuesta o mesa no se opondrán a que te la juegues, pero deja claro que solo por esa noche, aún le quedaran muchas otras por disfrutar.

Por ejemplo a las mujeres les encantan los mercadillos y es esa una afición que algunas no reconocen como el secreto deseo de ser considerada como moneda de cambio.

Así que si viste algo interesante en el mercadillo, envíala al día siguiente adecuadamente vestida y ella volverá con ese regalo, algunos más y con el dinero intacto, si vuelve con más del que saco del hotel estará en el buen camino y si vuelve sin regalos y con más dinero es que aprende rápido.

Otra cosa que le gusta a las mujeres es la ropa, cuando vaya a comprarse algo de ropa si acompáñala, pues es difícil que haya donde probarse y necesitará que le sujetes el bolso o lo que sea mientras mira y remira.

Cuando haya encontrado lo que busca anímala a probárselo allí en medio sin pudor, para que el vendedor vea como le queda y le ofrezca, sin duda, algún modelo más para probarse, al final le regalara alguno y además será el atractivo del mercado para tu consagración como marido consentidor… lo de cornudo vendrá si el vendedor quiere enseñarle a solas lo último que le ha llegado de Hong Kong, mientras tu tomas un té y los empleados de la tienda se ríen y cuchichean a tu espalda.
Eso sí luego te tocara cargar con las bolsas… y los cuernos por todo el zoco.

Si en alguno de los paseos por la ciudad o la parte antigua de la misma, procura que ella vaya algo separada de ti, significa su disponibilidad, algún hombre le guiña el ojo y le hace señales de que la siga, hazle tu el gesto de dinero a él, eso se llama cerrar un trato y anímala a que vaya junto a él.

Procura seguirla discretamente por si acaso pudieras “inmortalizar” el momento con la cámara de video, eso se vende luego muy bien en internet, y ayudara en los gastos.

jueves, 22 de abril de 2010

RECIEN CASADA (III)

Sonó la puerta, Alicia asomó la cabeza desde el baño tratando infructuosamente de que Mario abriera, por lo que liándose en una toalla salió a abrir...


"Perdón Señora..." dijo el botones que no la quitara ojo en la recepción, "un caballero dejo estas flores para Ud... " y le tendió un ramo de flores... absorta Alicia al ir a cogerlo dejo deslizar parte de la toalla, dejando uno de sus pechos y un muslo al aire, aunque reaccionó rápidamente tapándose denuevo... "Gracias..." dijo cortada, y cerro la puerta en las narices del pobre botones.

Llevaba una tarjeta... la abrió con mano temblorosa, nadie sabia que estaban allí... de quien serían...

"Bienvenida a México... " rezaba el encabezamiento de la nota, "la Jefatura de Turismo le comunica que ha sido Ud. la turista del día y por tanto esta noche están invitados a cenar en el Restaurante del Hotel completamente gratis..." firmaba el Director.

Alicia volvió a la ducha, mientras Mario seguía durmiendo...

12:00 horas, mediodía México DF

Alicia se miró en el espejo de cuerpo entero que había en el hall de la habitación, la verdad es que con aquellos pantalones ajustados hasta la rodilla, que marcaban sus nalgas libres separadas por el hilo del tanga cuyo escaso triángulo de tela por delante apenas cubría su recién y cuidadosamente depilado pubis, sus sandalias anudadas al tobillo, y aquel Top crema ajustado, dejando ver sus caderas y su ombligo y remarcando sus pechos apenas cubiertos por el sujetador, se sentía rompedora, y se deleito mirándose mientras recordaba como hacia unos minutos mientras se duchaba descubría el placer de acariciar su cuerpo bajo el agua recordando como desde que se casara unas horas antes, los hombres parecían mirarla con más deseo e interés que cuando era soltera... como Juan el amigo de Marcos, que no paró de abrazarla durante toda la noche, eso si sin sobrepasarse, o los "azafatos" del vuelo que la sonreían y agasajaban, o el taxista, o el botones...

Sacudió su pelo hacia atrás, se acercó al dormitorio donde Mario aún roncaba sobre la cama, y se dispuso a salir de la habitación.

Ya en el pasillo, se cruzó con el botones al que ofreciera involuntariamente el semistreptease, y le sonrió sin rubor, mientras sentía un calor extraño en su interior.

Al llegar al hall del Hotel, se dirigió a recepción notando que todos los hombres presentes la miraban:

"Podría pedirme un taxi... por favor" dijo al recepcionista, un hombre de unos 50 años con el pelo semicano, que la sonrío: "Por supuesto Señorita..." dijo tomando el teléfono.

"¿La señora... Sánchez... ?" oyó que decían a su espalda, y al volverse se encontró con el chofer que los trajera del aeropuerto...

"Saez..." puntualizó ella...

"¿El señor Sánchez no ha bajado...?" preguntó el hombre mirando alrededor...

"No..." respondió ella..."se encuentra algo indispuesto... y nuestro apellido es Saez..." volvió a insistir.

"Cancelamos la visita a la ciudad si quiere..." dijo el hombre...

"No, por favor..." respondió ella recordando de pronto que habían quedado con aquel hombre para ver la ciudad... "Iré con Ud., y mañana repetiremos el recorrido con mi marido..."

El recepcionista colgó el teléfono y la sonrío: "Que le digo a su esposo si pregunta..." y la miró pícaramente.

"Que volveré para la hora de comer..."

Alicia se separó del mostrador y cruzo el hall hacia la salida consciente de que los hombres la seguían con la mirada y que su chofer, tras ella, seguro que no apartaba su vista de sus bamboleantes nalgas...

Al salir el chofer se adelanto para abrirle la `puerta trasera del taxi, pero ella fue directamente a la puerta del copiloto, la abrió y se sentó a la espera de que el hombre se pusiera al volante.

Este no paró de mirarle, durante todo el camino, de reojo las tetas y la entrepierna, cuyo negro pelo se transparentaba a través del pantalón.

Era la primera vez que salía de su país y se sentía pletórica, dispuesta a todo, a vivir y a sentir aquel país, aquellas gentes, aquel colorido...

El taxista le fué explicando los lugares por los que pasaban, el barrio rosa, el zócalo, la plaza de la catedral...

Alicia, estaba como flotando y era consciente de que cada vez que paraban en algún sitio para comprar algo o ver alguna cosa, la admiración de los hombres era enorme y el orgullo del taxista, que la hacia sentirse protegida pero al tiempo como si aquel hombre dejara pensar que podía hacérselo con ella...

Terminado el recorrido, llegó la hora de comer...

"Volvemos al hotel a recoger a su esposo...?" preguntó el taxista...

!La comida... su marido...¡" Por supuesto..." dijo como aterrizando.

"Por cierto... cula es su nombre..." dijo mirando al taxista

"Mario..." respondió el haciendo una reverencia, "para servirla..."

miércoles, 21 de abril de 2010

UNA ZORRA PARA DOS (III)

Mientras ella preparaba el café, Marco se acercó por detrás y comenzó a acariciarle los pechos," déjame por favor... " dijo ella revolviéndose," no ves que puede venir Joan... " Marco seguía insistiendo mientras la empujaba suavemente sobre la pila... " si como dices a él le da lo mismo con quien folles, seguro que si ahora entrará se uniría a la fiesta... ".


Roxana trató de soltarse, pero Marco muy hábil había conseguido inmovilizarla con sus piernas contra la pila... " esta vez no te escapas zorra... Hoy te voy a follar aquí y ahora... " y diciendo esto Marco empezó a desabrocharle la blusa. Pronto aquellas maravillosas tetas quedaban al aire tan sólo cubiertas por el mínimo sujetador. Ellas se revolvió pero Marco la mantuvo apoyada contra la pila mientras con una mano trataba de bajarle el pantalón. En unos momentos este a pesar de lo estrecho ser deslizaban por las piernas de aquella puta hasta los tobillos. Entonces fue cuando ella le dijo:" Ya que me vas a follar... Porque no lo hacemos sobre la cama... " y logrando separarse de Marco fue hacia el dormitorio." Espera aquí unos segundos cuando esté lista te llamaré " dijo lanzándole un beso.

Marco efectivamente esperó unos minutos y cuando llegó al dormitorio la encontró espectacularmente tumbada sobre la cama esperando la llegada de un macho, un macho que la hiciera gozar.

Así que Marco estaba disfrutando de la bella vista de aquel cuerpo de la esposa de su mejor amigo que pronto sería suya.

Recordando su sueño lentamente se desabrochó la camisa, entonces se acercó a la cama y cogiéndola de los brazos la hizo sentar en el borde. Luego cogió sus manos y las llevó sobre su ya abultado paquete. Ella como ocurrió en el sueño seguía con los ojos cerrados, pero al sentir aquel enorme aparato abrió los ojos sorprendida. Mientras le bajaba la cremallera del pantalón levantó sus ojos hacia él pidiéndole permiso para degustar aquel hermoso vástago. Marco hizo un gesto afirmativo con la cabeza y segundos después ella se introducía aquel duros miembro en la boca. Marco volvió a revivir los pensamientos de su sueño recordando que esta vez si iba a disfrutadas en las cualidades de mamona de la mujer de su amigo tal como él le había contado tantas veces.

Roxana se esforzaba en chupar aquel enorme aparato y lo hacía desaparecer en su boca, palmo a palmo, centímetro a centímetro, Marco desde su posición veía como su pene desaparecía dentro de la boca de aquella mujer hasta su raíz. El placer era inmenso y casi no podía sostenerse sobre sus piernas, por ello decidió tomar la iniciativa. Fue entonces cuando suavemente la hizo levantar del todo y recordó que en su sueño en aquel momento buscaba el famoso antifaz con el que taparle los ojos. Se retiró hacia el cajón donde sabía que estaba.

Roxana le miró sorprendido,:" Donde vas..." .

Él la miró, allí totalmente desnuda, junto a la cama de matrimonio donde tantas veces sin duda Joan se la había tirado, para luego contárselo incluso con fotos a su amigo. La excitación era enorme, después de tantos años deseando poseerla por fin iba hacer realidad sus sueños. Entonces sacó del cajón el antifaz y fue hacia ella.

Ella le miró sorprendida... " como sabias... Que estaba ahí... ".

" Tu me dijiste una vez... " mintió él dándose cuenta que quizá habría metido la pata," que Joan té tapada a veces los ojos con un antifaz que guardabais en el cajón de la cómoda... ".

Roxana pareció contrariada, algo que no encajaba pero casi no tuvo tiempo de pensar Marco ya estaba tras de ella y colocándole el antifaz la hizo inclinarse apoyando las manos sobre la cama, entonces poniéndose tras ella, mientras con una mano le atrapó una y de las tetas sacándola del sujetador, con la otra cogió su pelo y como en el sueño tiró suavemente hacia atrás haciéndola girar la cabeza... " así me gusta pequeña zorra que seas obediente pues si no tendré que castigarte... ".

Roxana sintió un escalofrío, de pronto recordó la época en la que Joan la azotaba con aquel látigo que el principio le causaba dolor pero que acabó gustándola. Marco deslizaba su pene entre sus nalgas mientras le besaba el cuello," espero que aguantes mis empujones como una buena puta, y que no te derrumbes... " La dijo al oído mientras empezaba un suave mete y saca en aquella chorreante cueva.

martes, 20 de abril de 2010

LA VENGANZA (V)

" Te concedo el honor Rogelio " dijo Francesc dándole los utensilios para afeitarla " Gracias señor ".


Sin duda el hecho de que el hombre aquel interviniera en su manipulación, la humillaba mucho más, con el beneplácito de francés. Rogelio se subió sobre los cajones, y tras aplicar gran cantidad de jabón sobre el pubis de la mujer, mientras la sujetaba con una mano por el culo fue poco a poco con la cuchilla retirando aquel pelo. Era rápido y experto, a veces tirando de los labios vaginales rasuraba rápidamente dejando caer un gran montón de bello sobre los cajones.

Cuando hubo terminado, Francesc se acercó a contemplar su obra " En cada zorra te superas”, Rogelio pensativo dijo “quizá con cera hubiera sido más divertido, pero también más lento" Jeny dio un respingo " sabes que en cuanto esta zorra esté preparada para ser follada tendrás tu oportunidad de hacérselo a la cera, y repetirlo cuantas veces sea necesario para mantenerla siempre imberbe" dijo FRancesc y se acercó a Jeny, le pasó la mano por el pubis ahora sin nada de bello, ella seguía con los ojos cerrados, miró hacia arriba " como a una niña, te ha dejado como una niña ".


Rogelio y le tendió una botella a Francesc. Esté vertió una cantidad en sus manos y lo pasó por el pubis de Jeny, la mujer dio un respingo y un grito." es aftersave, te escuece verdad, pues ni comparación con lo que te van a doler los latigazos que te voy a dar en un momento " y dicho esto cogió el látigo de nueve colas de encima de la mesa, Rogelio cogió la fusta y ambos se dirigieron hacia el cuerpo suspendido de Jeny.

Francesc se detuvo mirando sus pies, fuertes y resistentes, pasó por su torso y su planta el mango del látigo, hoy tan sólo le daría algunos pequeños latigazos, pues al ver los pies de la mujer comprendió que debería aprovechar para analizar despacio cada parte de su cuerpo y así poder diseñar un plan de entrenamiento, quería convertirla en una completa atleta del sexo.

Hizo un gesto a Rogelio para que se acercara, y le dijo algo al oído. El hombre soltó un poco la cuerda que la mantenía suspendida y el cuerpo de Jeny se acercó 1 cm. al suelo, luego se acercó a una alacena y sacó un collar metálico. Se aproximó a Francesc y le tendió el collar, éste le devolvió el látigo de nueve colas y le pidió que le acercara la fusta. Aparte Francesc se colocó detrás de ella y tirándola del pelo la obligó a levantar la cabeza con la otra mano y le colocó el collar que se cerraba detrás y llegaba desde sus hombros al mentón, de esta forma debía mantener levantada la cabeza puesto que el collar la sujetaba la barbilla sobre el pecho. Una vez realizada esta operación, Francés fue pasando lentamente la fusta sobre la piel de la mujer, en algunos casos golpeaba suavemente y luego, con más fuerza como en las nalgas o los riñones, después comprobaba la intensidad de las pequeñas manchas púrpura que iban saliendo donde él había golpeado. Estaba claro que su piel era muy sensible, pero resistente.

Eso le hizo pensar que durante las épocas de primavera y verano debería tener cuidado en los castigos físicos, pero en invierno podía golpearla puesto que las señales no se verían. Estaba seguro de la resistencia de aquella mujer, puesto que llevaba casi 2 horas suspendida de la viga y seguía aguantando.

Ahora quería ver la resistencia de sus pechos. La rodeó y se colocó frente a ella. Seguía con los ojos cerrados pero ahora no podían inclinar la cabeza hacia abajo puesto que el collar metálico no se lo permitía. Francesc colocó ambas manos una sobre cada pecho y comenzó a apretarlos. La mujer no se movió mientras Francesc seguía aumentando la presión sobre los pechos. Continuó apretando con fuerza hasta sentir que sus propias manos se adormecían pero la mujer aguantó estoicamente el castigo. Francesc estaba satisfecho los pechos serían uno de sus principales puntos de castigo. Era la parte de la anatomía femenina que mas le gustaba castigar y lo hacia sin piedad, y estaba claro que Jeny tenia unos pechos magníficos e ideales para un variado y satisfactorio castigo.

Llegaba el momento de probar la existencia de sus pezones, por ello deslizó suavemente las manos sobre estos y comenzó a masajearlos. Después de darles masaje alternativamente, les daba un pequeño pellizco y tiraba de ellos hacia fuera. Observaba la cara de la mujer que parecía aguantar también ese tipo de castigó. Cuando estuvieron bien gruesos empezó a estirarlos hacia fuera. Tenía unos buenos y persistentes pezones, sin duda aquellos pechos le iban a dar muchas horas de diversión.

De pronto sin preaviso golpeó con la mano abierta sobre el sexo de la mujer. Está dio un salto y un gemido pero nada más salió de su boca. Entonces Francesc mientras seguía palmeándole con rudeza un pecho deslizó su mano en el sexo y con los dedos separó los labios y comenzó a introducirlos dentro del sexo de la mujer. Ella comenzó a moverse lentamente hacia derecha e izquierda, en un intento quizá de evitar que los dedos de Francesc progresaran en su sexo, pero al mismo tiempo dejándose llevar del placer que le daban después de tantas horas de castigo.

Cuando Francesc la notó suficientemente caliente decidió castigarla suspendiendo ese placer. Retiró su mano del sexo y comenzó a apretarle las tetas. Jeny seguía con los ojos cerrados pero era claro que había pasado del placer de nuevo al dolor. Francesc era consciente de que se le acababa el tiempo aquella tarde y por lo tanto la iba a someter a la última prueba.

Cogió de nuevo la fusta, y empezó a golpearla suavemente en ambos muslos poco a poco los golpes se iban acercando a la cara interior del muslo, una zona sensible y dolorosa. Unas pequeñas lágrimas salieron de los ojos de Jeny, con lo cual Francesc se dio cuenta de que esa zona era una de las que tendría que dedicarle tiempo.

miércoles, 14 de abril de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... Y DISFRUTADOS (VIII-1)

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... Y DISFRUTADOS (capitulo 8, 1ª parte, de 4)


4 de Abril "UNA NOCHE INTERMINABLE..."

Hola Cornudillo.

Como sabrás mi vuelo llegó sobre las 10 de la noche. Había hablado con ella de que no iría a buscarme al aeropuerto pues prefería pasar primero por casa a cambiarse y a dejar todo en orden, y reunirse conmigo despues en el hotel.

Mientras tanto recibí tu llamada en la que me decías que llevaría una ropa interior especial y una sorpresa y que estaba dispuesta a no parar de follar en toda la noche, lo que me puso francamente caliente.

Ya cuando llegué al aeropuerto el solo pensamiento de que en poco tiempo estaría disfrutando del cuerpo de tu mujer y entregado a mi placer y a su disfrute, me puso a cien y en el taxi hasta el hotel no pude reprimir una primera erección, mientras le mandaba un mensaje al móvil diciéndole lo caliente que estaba.

Despues ya en la habitación la llame para decirle el número como siempre y lo caliente que estaba esperándola, y me dijo que estabas ayudándola a vestirse, lo cual me produjo más morbo, pues pensé en ti vistiéndola para unos minutos despues desnudarla yo. Le mandé recuerdos para ti.

Unos minutos mas tarde me llamaste diligente para decirme que acababa de salir de casa, con lo que calculé que tardaría unos 15 minutos en llegar y decidí meterme en la ducha.

Cuando salí a pesar de la refrescante ducha, seguía estando muy caliente y mi pene empezaba nuevamente a coger volumen, casi exactamente 15 minutos despues de tu llamada oí golpear suavemente con los nudillos en la puerta. Me abroché el albornoz y abrí... y allí estaba radiante con esos ojos grandes que te devoran, aquella boca que iba a besar en unos segundos, embutida en aquel abrigo gris que prometía en su interior un cuerpo de autentico vicio.

La hice pasar y casi sin darme tiempo para cerrar la puerta ya estabamos besándonos y comiéndonos con desesperación la boca. Abrazados llegamos hasta el dormitorio. Ella se quedó de pie y la quité el abrigo, esperando encontrar bajo aquella ropa ese cuerpo que pensaba disfrutar sin parar toda la noche, de pie ante mi la observe despacio, con aquel traje de chaqueta con los delfines que le regale en Barcelona antes de despedirnos, y aquellas botas. No creía que pudiera estar mucho tiempo vestida.

De pronto se inclinó hacia mi con aquel maravilloso culo en pompa y sacándome la polla del albornoz comenzó a mamarla con desesperación, con deseo, me empujó suavemente hacia la cama y me hizo sentar sin separar su boca de mi pene. Luego se arrodilló ante mi y comenzó a mamarla con más fuerza, mientras yo acariciaba su pelo.

Estaba claro que venía dispuesta a todo y la deje que mamara a gusto notando que en unos minutos iba a tener mi primera corrida de la noche, y esta vez se la haría tragar hasta la última gota... como así fué unos minutos despues mientras yo lanzaba una potente chorro hacia su garganta ella siguió mamando y mamando sin parar y a cada empuje mío notaba que mi leche pasaba de su boca a su garganta directamente... y fué mucha la leche que deje salir en aquella primera corrida. (1)

Pasados unos minutos de auténtico placer conmigo derrumbado sobre la cama y ella relamiendo los restos de leche de mi polla, se levantó y muy despacio mirándome con deseo y lujuria a los ojos, se quitó la chaqueta. La camiseta blanca sin mangas ajustada la hacia aún mas deseable, me recordó a Lara la de los videojuegos, luego se bajó la cremallera de la falda y la dejó caer... me sorprendió su tanga con tiras de cuero que me hicieron abrir los ojos como platos. Entonces se quitó al camiseta y el espectáculo fue increíble: aquel cuerpazo que conozco y he disfrutado en todos sus rincones, cubierto con aquel sujetador de cuero negro anudado al cuello por unas tiras con anillas en forma de cruz, que apenas podía contener sus maravillosamente grandes pechos y la hacían aún mas apetecible junto al tanga de cuero con tiras... pero de pronto observé algo que me dejó anonadado, bajo aquel tanga un segundo elemento de cuero con tachuelas y... un candado... ¡¡¡ un cinturón de castidad!!! que protegía aquel coño que en unos minutos iba a penetrar sin contemplaciones.

Me levante despacio de la cama "Hoy vienes de esclava sumisa y eso habrá que celebrarlo" le dije acercándome a ella y tomándola de las nalgas la apreté fuerte contra mi polla. Le dí en esa postura unos cuantos azotes y luego la hice girar ante mí. Estaba espléndida.

Iba solo con el atuendo de esclava, sin las medias pero con las botas, lastima que no fueran negras y me puso a mil, supongo que por eso te dijo que estaba algo desbocado.

La empecé a tocar y luego le besé y mordisqueé los pezones mientras le iba arañando lentamente con detenimiento sintiendo su piel bajo mis uñas, la espalda y luego le dí la vuelta (sin quitárselo) y la tumbé sobre la cama, mientras le iba mordiendo el culo y creo que había bastantes marcas.

Luego le dí varios azotes rápidos pero muy seguidos en ambas nalgas, los dos primeros la sobresaltaron pero luego me ofreció descaradamente el culo para que lo siguiera palmeando mientras sus nalgas tomaban un bonito color rojo y ella los encajaba gimiendo de placer. La hice levantar con el culo en pompa boca abajo sobre la cama y le empecé a comer el culo y el coño, primero suave y luego algo mas fuerte mientras alternaba una serie de azotes que cada vez enrojecían mas sus deseadas nalgas con la inserción de dos y hasta tres dedos por el coño y un cuarto por el culo y recorría su interior en todas direcciones, fue entonces cuando ella se corrió.

Le quité despacio, recreándome la ropa de esclava y se quedó solo con el cinturón de castidad. Sin levantarla de la cama la puse a cuatro patas y apartando la tira de cuero del cinturón, la próxima vez ajústaselo más, se la metí de un golpe sin contemplaciones y empece a bombear aquel coño desde atrás mientras seguía dándole azotes y pellizcos en las nalgas que cada vez estaban mas rojas. Seguí arañándole la espalda mientras empujaba con fuerza mi polla dentro de aquel coño chorreante y caliente. Esta vez ella llegó a un espelúznate orgasmo y poco despues le endose por el coño la segunda ración de leche d la noche... (2)

Tras unos minutos de descanso fue cuando ella sacó la llave y se quitó todo pero yo estaba lanzado y empezó a comerme con desesperación.

Luego hicimos un muy buen 69 ella encima de mi yo comiéndole el coño con placer y ella disfrutando de mi otra vez enardecida polla, hasta logra en pocos minutos un espectacular orgasmo de ella y al rato una enorme corrida mía en su boca que tragó, esta vez sí, sin rechistar hasta la última h gota de mi leche. Nos tumbamos en la cama y tuvo el detalle aún de terminar de relamerme la polla y limpiar hasta el último rastro de semen. Con esa maniobra volvió en pocos minutos a ponérmela hacia arriba, por lo cual comprendí lo que me habías dicho de que estaba dispuesta a follar toda la noche sin interrupción. (3)

Cuando ya no podía mas la llevé al lavabo donde la apoyé sobre el mármol y mirando su cara de lujuria y deseo en el espejo, es una auténtica exhibicionista, empecé a magrearle las tetas mientras mi polla encontraba muy lubrificado su coño y poco a poco fui bombeándola primero con suavidad luego con fuerza en su coño, mientras a cada empujón sus tetas golpeaban contra el mármol del lavabo y su pelvis se restregaba contra el borde del mismo. Le dí así con fuerza, mientras ella gemía y me animaba a darle mas duro: "así, rómpeme, que sienta tu polla en la garganta, dame duro...", y seguí dándole sin contemplaciones durante mas de un cuarto de hora. Ella se corrió un par de veces acariciándose el clítoris mientras yo le besaba y mordía los hombros y la espalda, y cuando estaba apunto de correrme, me salí rápidamente y se la metí de un golpe entera por el culo y sin casi darle tiempo a quejarse en un gemido mezcla de dolor y placer, le llené de nuevo el culo de leche que rebosaba entre sus nalgas y chorreando por sus muslos llegaba hasta sus tobillos, mientras inclinado sobre ella le decía al oído lo hermosamente puta que era y como me gustaba tenerla entre mis piernas, a lo que ella respondía que era la mejor polla que la había trabajado nunca sus agujeros y deseaba que la siguiera follando. (4)

Nos metimos en la ducha y dejamos caer el agua sobre nuestros cuerpos. Pero ella estaba realmente caliente, nunca había visto así a una mujer, ni siquiera a la tuya con lo caliente que es, así que en unos minutos la tenia arrodillada ante mi bajo la ducha volviendo a chupar mi aparato que ante tal estimulo no podía resistirse, Era impresionante desde arriba verla mamar con desesperación, con lujuria con pasión mi negra polla entrando y saliendo de su boca, mientras con esos ojos verdes de placer y deseo me miraba buscando en mi un gesto de placer que en pocos minutos llegó pues era tal su maestría mamando, espero que ya lo hayas probado por ti mismo, que difícilmente podía uno resistirse a gemir.

Cuando la tuve otra vez bien levantada y tras una magnifica mamada, bajo el agua tibia de la ducha, la coloqué contra la pared y volví a metérsela por el culo de un solo golpe. Se revolvió tratando de acomodársela bien y luego me empujo hacia atrás hasta notar como mis huevos tocaban su coño "mi marido nunca me llega tan dentro" me dijo gimiendo "sigue dándome sin compasión... hoy quiero ser tuya sin concesiones..." con lo que seguí bombeándola mientras sus tetas se aplastaban sin compasión contra la pared de la ducha y su cuerpo se estremecía en cada envite mío, que además dada mi calentura y deseo de poseerla realmente, era recreado en cada empellón, siendo consciente e que la estaba haciendo daño, pero sus gemidos de placer y quejidos de dolor en cada aplastamiento contra la pared me enardecían mientras ella seguía con sus manos apoyadas en mis nalgas desde atrás empujando con más fuerza en cada ataque de mis caderas sobre su culo. No sé lo que duró, fue muy largo y reconfortante para mi aunque se que doloroso para ella, y sé tan solo que ella se corrió al menos dos veces más y que cuando yo llegué fue tan electrizante mi corrida que por un momento creí que moriría en aquel polvo. (5)

(entre paréntesis, los incontables polvos míos de aquella magnifica noche)

martes, 13 de abril de 2010

ESPOSA BLANCA, ESCLAVA EN AFRICA (VIII)

Esclava Blanca en África VIII




EN LA GRANJA

Sentí que corría por un hermoso jardín, pero me dolía el cuerpo, mis articulaciones, y mi boca estaba como adormecida, una suave lluvia caía sobre mi piel tratando de mitigar el dolor.

Me desperté y comprobé que la lluvia era lo único real de mi situación, pues llovía abundantemente, estaba totalmente empapada y dolorida y el viento agitaba los árboles a mi alrededor, no se oía ni un solo ruido humano.

La lluvia arreciaba y mi dolorido cuerpo agradecía aquel bálsamo sobre mi escarnecida piel, la funda de mi cabeza, de cuero, me pesaba enormemente y pronto recupere la sensibilidad de mi lengua pinzada y unida a la cadena que dolorosamente recordé, se unía a mis pezones, al tratar de levantar la cabeza para que el agua me mojara la boca.

Mis brazos y piernas estaban entumecidos, pero note que mi postura no era la misma que cuando me dormí, ya que mis rodillas se apoyaban en el suelo mojado, aunque mis brazos seguían atados tras el árbol, pero separados de mis tobillos.

No podía ver nada pero oía la lluvia y el viento a mi alrededor y azotando mi maltrecho cuerpo.

Me parecía escuchar ruidos entre los matorrales, seguía allí atada a aquel árbol, casi fundida con el barro bajo mis pies y rodillas, me dolía todo y solo oía ruidos, la lluvia y el viento. Estaba aterida tenia frío… y miedo.

No se cuanto tiempo paso, empecé a llorar despacio, allí perdida echaba de menos mi mundo mi gente, mi casa, mi marido…

Oí un ruido como de un caballo, y alguien que se acercaba, me pesaba el capuchón de cuero empapado en agua que se metía hasta mis entrañas, oí las voces y pronto los caballos detenerse, voces de hombres y note como me desataban, estaba entumecida, el hombre me cargo al hombro y luego sobre la silla de un caballo, me ato como un fardo las muñecas y tobillos y me ato con cuerdas al caballo, este empezó a moverse, y al rato galopaba mientras yo botaba y parecía irme a caer con el miedo de ser pisoteada por el animal, fueron unos minutos que se hicieron eternos.

Seguía lloviendo, estaba desnuda y aterida, cuando entramos en un recinto a cubierto.

El hombre me desato del caballo y me dejo resbalar atada como estaba hasta dar en el suelo con mi cuerpo sobre la tierra. Me quito la capucha y poco a poco me acostumbre a la luz, fuera se oía el viento y la lluvia, estábamos en un recinto circular como de piedra muy amplio con una enorme hoguera en medio, ya había empezado a notar el calor.

El hombre que era el ayudante de mi amo, vino hacia mí, me pregunto si tenía frío, asentí con la cabeza. "Bien" me dijo, "pronto estarás caliente" y sonrió.

Dio una voz y aparecieron dos hombres con un grueso palo de madera y unas cuerdas. Aprovechando mis ataduras me ataron al palo por las muñecas, rodillas y tobillos y lo levantaron en volandas llevándome hacia el fuego.

Mire aterrada, una enorme cucaña se levantaba sobre el fuego y por lo que deduje yo sería la pieza a asar. Sentí terror y empecé a gritar y a llorar. El hombre se acercó a mi y me dio una bofetada "Cállate zorra" me dijo abofeteándome de nuevo "solo queremos que te calientes un poco" y les hizo un gesto a los dos hombres que me colocaron sobre la cucaña, que tenia una manivela.

Notaba el calor del fuego bajo mi espalda, pero no me quemaba, solo notaba un calor como de una estufa cuando te acercas mucho.

Uno de los hombres empezó a darle vueltas a la manivela, veía el fuego bajo mi cuerpo al pasar boca abajo, y lo sentía en mi espalda o en mis pechos, pero aunque notaba el calor que empezaba a ser asfixiante haciéndome sudar, no sentía que me quemara.

Mis pensamientos se rompieron de pronto por un silbido seguido de un impacto en mis nalgas, un látigo de cuero largo y fino acababa de marcar mis glúteos, el hombre lo manejaba con habilidad mientras yo giraba en la cucaña, y así casi todo mi cuerpo fue marcado por las finas líneas de aquel látigo mientras mi cuerpo sudaba a chorros y mis energías volvían a difuminarse en el tiempo.

Cuando desperté, estaba tumbada boca abajo en el suelo de tierra, mis muñecas y tobillos atados a sendos postes en una perfecta "X", el fuego estaba un poco más allá y sobre el la cucaña, ahora llevaba en su vara una autentico animal, una cabra o algo así, pelado y desollado que a una distancia menor del fuego, crepitaba mientras empezaba a dorarse.

Levante un poco más la cabeza y vi unas muescas en los postes a los que estaba atada, mi pelo sucio caía a un lado de la cara y mi vientre y mi sexo se pegaban al suelo de tierra húmeda. Volvieron los hombres junto a mí y fueron levantando mis ataduras hasta la tercera muesca de los postes, con lo que quede en suspenso en el aire a uno metro del suelo más o menos.

Apareció mi amo, con el temido látigo de cuero de un solo hilo, Se acerco a mi cara "¿esta sufriendo bastante mi zorrita?" me miro despacio "después de este entrenamiento serás capaz de aguantar cualquier tipo de castigo bajo cualquier circunstancia y situación, serás una verdadera esclava dispuesta siempre para tus amos".

Se paseo a mí alrededor y sin avisar descargo su látigo en mi espalda enrollándose a mi cuerpo y lacerando también mis pechos que colgaban obscenamente. Iba a protestar cuando una nueva sorpresa me hizo gritar: un fuerte chorro de agua caliente a presión golpeo sobre mi sexo, haciéndome dar un respingo, tras el cual un nuevo latigazo recorrió mi espalda y costados. El chorro siguió aumentando la presión sobre mi sexo y creo que entrando dentro de mi vagina, causándome espasmos de placer y dolor simultáneos, mientras el látigo seguía marcando mi piel.

La temperatura del agua cambiaba súbitamente de fría a caliente, mis orgasmos se confundían con el dolor del látigo y la presión del agua, pero cuando hacia ademán de rendirme mi amo se plantaba frente a mi y me abofeteaba para despejarme.

También mis tetas suspendidas y sensibles sufrían a veces del chorro a presión pareciendo que se me iban a arrancar o recibían un latigazo de refilón que era mucho más doloroso si cabe.

Después me he enterado que esas sesiones eran apenas de 3 o 4 minutos, pero a mi me parecían eternas.

Cuando mi cuerpo no aguanto ya más presión y estalle en un alarido de placer y dolor en un orgasmo que no he vuelto a sentir, el agua paro, los latigazos pararon y los hombres me bajaron a ras de suelo, donde mi cuerpo reposo unos minutos sobre el embarrado suelo.

Allí permanecí algunos minutos que me sirvieron de relax, pero no tardaría mucho en volver a ser consciente de mi condición de esclava.

Pasado ese espacio de tiempo, me desataron y me llevaron casi arrastrando hasta un especie de establo, allí un caballo movía una noria de agua que servia para abastecer a los hombres de mi amo.

Me ataron a un poste por la cintura en un rincón y me pusieron un plato con arroz, una especie de salsa y algunas hierbas. Con las muñecas atadas entre si, al igual que los tobillos me indicaron que debía comer con las manos, cosa que hice. No recordaba ya el tiempo que hacia que no comía y me sentía desfallecida.

Devoré el plato con fruición ante la risa de los presentes que me pusieron otro, esta vez con más hierbas de las primeras, una especie de hojas de menta pero dulces, que me tonificaban.

Pero aquel momentáneo descanso y recuperación de fuerzas, era para afrontar adecuadamente la siguiente etapa de mi entrenamiento como esclava.

lunes, 12 de abril de 2010

RECIEN CASADA... A ESTRENAR (II)

10 horas después...


Cuando por fin aterrizaron en México DF, hacia bastante calor, y les tardaron algunos minutos en bajar del avión... Mario se dio cuenta de que Alicia despertaba bastante interés entre los hombres, a su llegada a la terminal tras un largo recorrido en bus desde el avión...

Por fin recogieron su equipaje y al salir fuera en busca de un taxi, vieron a un joven de unos veintitantos años que portaba un cartel con su nombre... "D. Mario Saez", le sorprendió al principio, pero luego recordó que había contratado desde España un servicio de recogida en el aeropuerto, pues eles habían hablado de la peligrosidad de salir del aeropuerto a buscar un taxi con el equipaje...

Se acercaron a el...

"Es Ud. De la Agencia...?" preguntó Mario.

"Si señor, para servirles..." dijo el hombre mirando con descaro a Alicia de arriba abajo... "Tengo un coche en el aparcamiento..." y haciendo señas a otro hombre que estaba un poco mas atrás le señalo el equipaje. El hombre cargó las maletas y se dirigió hacia el parking...

"Que tal el viaje..." les preguntó el joven, que no dejaba de mirar a Alicia..." tuvieron un buen vuelo...?"

"Si gracias... "contestó Marcos, que no se encontraba cómodo...

"Y la señora tuvo un viaje agradable..." dijo volviéndose hacia Alicia, y casi desnudándola con la mirada...

"Si gracias, " dijo ella sin darse cuenta de la situación.

Por fin llegaron al coche, un amplio Mercedes color azul claro.

"El equipaje ya esta en el maletero..." dijo el chofer, abriendo la puerta trasera para que subieran ellos.

Caballerosamente Mario cedió el paso a Alicia y al subir esta al coche se dio cuenta que efectivamente tenia una envidiable mujer... que para su desgracia aún no había catado, pero no quería obsesionarse con eso, total dentro de unos minutos estarían en la habitación del hotel.

Ya en el coche, el guía les fue diciendo por donde pasaban hasta llegar al hotel y el plan para el resto del día, pues allí era media mañana.

"Ahora si quieren puedes descansar un poco y yo vendré a recogerles dentro de unos minutos para llevarles a un recorrido por la ciudad, y después les contaré las actividades previstas, antes de su vuelo hacia Cancum... dentro de dos días"

Llegaron al hotel, el típico hotel colonial en una zona residencial, no lejos del centro de la ciudad.

En recepción les pidieron los pasaportes, y tras rellenar las fichas el guía se encargó de que les subieran el equipaje a la habitación.

Mario le dio unos dólares de propina "Gracias señor, en una hora estaré de vuelta para el Tour por la ciudad y luego iremos a comer a un restaurante muy especial..." le dijo sonriendo y estrechándole la mano... "A sus pies señora..." dijo ceremonioso dándole la mano a Alicia mientras se inclinaba ligeramente, y Mario comprobó que miraba descaradamente los pechos sin sujetador que se marcaban bajo la fina tela de la blusa de ella...

En el ascensor el botones no dejo de mirara a Alicia, o al menos eso era lo que le parecía a Mario, que estaba deseando llegar a la habitación...

Una vez en ella, no era muy amplia pero era agradable, el botones les explico las luces, el teléfono, lo habitual, pero Mario sólo pensaba en dormir un poco, así que dio unos pesos de propina al botones y se dejo caer sobre la cama...

"Vas a dormir ahora...?" pregunto Alicia incrédula

"Estoy roto, mientras tu té duchas... luego me ducho yo... ¿a qué hora dijo el taxista que vendría?"

"En 45 minutos..." dijo Alicia molesta... cogió sus cosas y no había acabado de desnudarse cuando Mario ya roncaba a pierna suelta... se metió en el baño dando un portazo...

Portazo que no despertó a Mario...

Sonó la puerta, Alicia asomó la cabeza desde el baño tratando infructuosamente de que Mario abriera, por lo que liándose en una toalla salió a abrir...

"Perdón Señora..." dijo el botones que no la quitara ojo en la recepción, "un caballero dejo estas flores para Ud... " y le tendió un ramo de flores... absorta Alicia al ir a cogerlo dejo deslizar parte de la toalla, dejando uno de sus pechos y un muslo al aire, aunque reaccionó rápidamente tapándose denuevo... "Gracias..." dijo cortada, y cerro la puerta en las narices del pobre botones.

Llevaba una tarjeta... la abrió con mano temblorosa, nadie sabia que estaban allí... de quien serían...

"Bienvenida a México... " rezaba el encabezamiento de la nota, "la Jefatura de Turismo le comunica que ha sido Ud. la turista del día y por tanto esta noche están invitados a cenar en el Restaurante del Hotel completamente gratis..." firmaba el Director.

Alicia volvió a la ducha, mientras Mario seguía durmiendo...

domingo, 11 de abril de 2010

COMPARTIENDO A MI ESPOSA (IV)

COMPARTIENDO A MI ESPOSA (IV)




En esto estábamos, ella desnuda a mi lado, no satisfecha del todo. Bajó su mano para encontrar mi verga que al contacto con ella comenzó a pararse.

En qué piensas, me preguntó. Ya sabes, en lo que hacen.......

Se levantó y se dirigió a la habitación contigua donde aún se escuchaban jadeos y risas.

Unos golpecitos en la pared había sido la señal de que podía entrar. Golpeó despacio y notó la puerta sin llave. Me hizo señas para que entrara con ella. Me tomó de la mano y entramos.

Los tórtolos estaban acostados. La cabeza de Erika en el pecho de Miguel. "Entrá cornudo", me dijo, "a ver si nos das una buena limpieza".

La concha de Erika estaba empapada. Ella lánguida dejó que la lamiera a mi gusto. Luego le tocó el turno a Miguel.

"A ver si hacÉs un buen trabajo, cornudo", repetía. Se me paró la pija como nunca. Mari se recostó al lado de Erika y se besaron con las lenguas.

Erika le preguntó: te le animaste?. Siiiiii, mi amor, y Alberto vio todo.

Erika me tomó la mano, y me preguntó: Te gustó?. Si, pero quiero verte a vos.

Ella se dirigió a Miguel: mi amor, tenemos que hacerlo para Alberto.

Mari dijo, si, yo voy a hacer café. No, exclamó Miguel eso es trabajo del cornudo.

Y entonces me mandó abajo a que les preparara café y licores. Mari me acompañó. Estaba excitada, me abrazó, me besó, ponía mi mano en sus tetas, quería que le chupara los pezones.

Mari, le dije, no te alcanzó con lo que te hizo tu hijo?. Con él lo hago siempre, quiero algo nuevo. Y entonces me preguntó directamente: te molesta si beso a tu mujer?. No, no me molesta, vamos, acompáñame que les llevo café, y llamá a tu hijo.

Lo hacemos entre todos. Nooo, casi gritó, no quiero que coja con tu mujer.

Sintiéndonos conversar en la cocina Marcos bajó y al ver a su madre desnuda besándome nos abrazó a los dos y nos llevó al living.

Se sentó, se quitó el jean y me ofreció la verga que pronto la metí en la boca. Me sacó con violencia, me dio vuelta y me hizo sentar sobre él.Sentí el vergazo en la entrada de mi ano. Le dije, me va a doler. Empujá como para evacuar. Así lo hice pero sentí dolor.

Tomá el paquete de manteca y tráelo, me ordenó. Me unté el culo con manteca y entonces si me entró la verga hasta los testículos. Sentí lo que había sentido Mari y me gustó. Me movía con gusto.

Así, puto, así cornudo, me decía Marcos, te voy a romper ese culo y después me cojo a tu mujer. Eres un loco le decía Mari mientras él le chupaba los pezones.

Siiiiii, repetía Marcos, tu hembra me tiene loco, déjame mami que la coja, déjame mami, por favor.

Bueno, hijo, vamos, la cogeremos entre los dos mientras Alberto mira, te gustará Alberto?.

Siiiiii, claro, dije, ya estaba caliente con mi pija erecta. Subimos casi corriendo al dormitorio.

Cerramos la puerta y en la penumbra los cinco cuerpos se entrelazaron. Marcos no había alcanzado a eyacular con mi mamada de manera que como un animal enardecido se abalanzó sobre Erika que acababa de recibir en la boca un rico polvo de Miguel.

Marcos la penetró en un instante y la hizo estremecer. Yo la besé y me transfirió a la boca una bocanada de semen que no había tragado. Mari besaba la cola de su hijo que se movía desesperado.. Miguel asistía complaciente a la hermosa cogida de su hijo y mi esposa, y a los besos que Mari y yo le dábamos a ella.

En un minuto el muchacho estaba listo. Profirió un gemido gutural, se arqueó y lanzó un polvo interminable en la concha de mi mujer que instantáneamente explotó en otro orgasmo, e irían como 5.

Luego me tocó el turno de siempre, lamer los restos de semen que surgían de su vagina. Creo que esa noche me alimenté opíparamente. Me levanté junto con Marcos y tomados de la cintura fuimos a la toilette. Miguel nos siguió.

Quieren que los bañe, les pregunté y abrí los grifos de la bañera. Métete adentro cornudo, me dijo Miguel, te vamos a mear todo. Temblé de emoción y gozo. Entonces ambos descargaron una larga meada en mí, en todo mi cuerpo y cuando me mojaron la verga, ésta casi explotó en un orgasmo pero sin hacerme eyacular más que algunas gotitas de semen.

Ahhhhhhhh que delicia, que polvo hermoso, humillado como buen cornudo me hicieron sentir todo lo que buscaba, llenarme de suciedad.

Les froté bien el cuerpo con las esponjas que había y padre e hijo intercambiaron miradas de complicidad.

Yo creí que se molestarían pero me di cuenta que lo habían planeado.

Los sequé cuidadosamente, sobre todos los pies que lamí gozoso. Luego fui al dormitorio de Erika, y ella y Mari estaban confundidas en un abrazo.

Cuando Mari vio que trababa se separó y le separó las piernas a Erika, diciéndome: aquí la tienes, disfrútala.

Con el recuerdo de los polvos que le habían echado los dos machos se me paró muy bien la pija y lubricada como estaba la concha la recibió con dulzura. En un par de minutos y en un beso pude eyacular bastante y me dio por fin el gusto de mi vida, con mi mujer al lado de su amante, pero no de un hombre, sino de una mujer tentadora. Que ironía, verdad?

Seguiré con lo que sucedió la noche siguiente en una segunda parte de mi historia.

sábado, 10 de abril de 2010

OBJETO DE CAMBIO (V)

Al mismo tiempo el hombre se volvió hacia mi…


"Bienvenida Signora…" dijo dejando el contraluz que me impedía ver su rostro y acercándose a mi…

Me quede petrificada… no podía ser !!!… aquel hombre…!!!, otra vez no…!!!

"Sorprendida…?" dijo con una sonrisa que me dejó helada, "quizá no esperabas verme tan pronto querida…", dijo rodeando la mesa y acercándose a mi…

Era él… el hombre que había dirigido mi tortura la noche anterior, y allí estaba yo ante él, sorprendida, sin saber que hacer… "Cómo…?", balbucí mientras las lagrimas acudían a mis ojos…

"Como has llegado aquí…?" termino él, mientras me cogía, eso sí suavemente por los brazos…

Yo asentí con la cabeza, mientras una sensación de rabia, de miedo y de angustia se apoderaba de mi ser…

"El destino… mía donna… el destino…" dijo sonriendo y atrayéndome hacia sí, en un abrazo que yo demasiado sorprendida no pude resistir…

Me besó en el cuello y luego lentamente su boca fue buscando mi boca…

Yo no quería luchar… en es momento me acordé de mi marido… estaría él implicado en aquella situación o le habían engañado cuando pidió el coche…?

No podía creerlo, y mientras tanto aquel hombre abrazándome y besándome…

Sentí su lengua dentro de mi boca, buscando frenética cada rincón… me resistí al principio, pero luego decidí disfrutar, en lo que pudiera de la situación…

Tras el intenso morreo y sintiéndome relajada, el hombre se separó de mi… "recuerdas mi promesa de anoche…?, la de hacerte una Puta de lujo…?, pues bien hoy es el día señalado para iniciar tu carrera…"

"Pero mi marido…" dije yo con un hilo de voz…

"Tu marido…" dijo el mirándome fijamente," no pinta nada en esta historia… al menos de momento, tu eres una propiedad mía, una propiedad más de Don Vicenzo, que yo usaré a mi antojo… hasta sacarle buenos beneficios y después ya veremos cual es tu futuro…" dijo sonriendo y volviéndose hacia la mesa…

Mi marido no estaba implicado…!!!, era sin duda la noticia mejor desde que llegara a aquella casa…

"Señorita… "dijo por un interfono… "está listo el coche…?" y mirándome de arriba abajo continuó, "En ese caso, ya salimos…"

Se acercó a mi y tomándome suavemente, pero con decisión, por el brazo me llevó hacia la puerta…

Ahora recordaba la cara del chofer, era uno de los hombres de la noche anterior…!!!!

Me hizo subir al coche y el entró tras de mi…

El vehículo se puso en marcha y enfiló hacia la ciudad.

Ya era casi totalmente de noche y cuando llegamos al núcleo urbano, las luces de sábado, parecían brillar alegres para los que en la calle disfrutaban de su tarde de descanso, pero para mi pasaban centelleantes a través de los cristales semitintados del coche…

Llegamos a una calle céntrica y el coche se detuvo frente a un local muy iluminado con luces parpadeantes…

El chofer se bajo del coche y nos abrió la puerta…

Al salir comprobé que el lugar era un sexshop de esos con actuaciones en directo…

Vicenzo me ayudo solicito a bajar del coche… "No trates de hacer ninguna tontería pues lo pasaría muy mal… y tu marido a lo mejor peor que tú…" dijo apretando firmemente mi brazo, mientras sonreía a un imponente negro que nos abría la puerta del local…

Entramos en una especie de teatro, donde el ir y venir sobre todo de hombres solos era constante y con paso rápido avanzamos hasta una puerta situada a un lado del mismo…

Traspasamos la puerta, y entramos en una especie de camerino de artistas… me pareció oír el murmullo del publico al otro lado de una cortina roja situada a la derecha del cuarto…

Vicenzo me miro detenidamente allí de pie…" sin duda hoy va a ser tu gran lanzamiento…" y diciendo esto me empujó a través de la cortina…

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La dirección que me había dado Vicenzo por teléfono estaba situada en pleno centro de la ciudad…

Al detenerse el taxi, frente al numero indicado, comprobé con sorpresa que se trataba de un sexshop con actuaciones en vivo…

Me quede perplejo, y el hombre de la puerta, un enorme y musculoso negro de casi 2 metros sonrió y me hizo un gesto de que me acercara, cosa que hice casi como un autómata…

"El señor busca algo fuerte…?" me pregunto sonriendo…

Yo le miré desconcertado…

"Pues en la sala 3 va a comenzar un numero que sin duda le interesará…" continuó franqueándome la puerta…

En el maremagnun de personas que deambulaban en el interior bajo una luz tenue y destellos rojizos, busque la sala 3… "Hoy Gran estreno..." decía un rotulo luminoso sobre la numerada puerta, "… "¡Sometida!"…

viernes, 9 de abril de 2010

MANUAL DEL MARIDO (Cornudo) FIEL (X)

DEL VIAJE DE BODAS (II)


EN EL HOTEL

Al llegar al hotel tras la experiencia en el aeropuerto, si duda en recepción comprobarán pronto vuestra bisoñez.

Si hay personal mixto, busca para acreditaros al hombre más veterano, o si ves alguna mujer que os mira con interés elíjela a ella, se trata de que pronto comprendan que junto a ti viaja la más puta de todas las putas.

En recepción os peguntaran si estáis de viaje de novios, a lo que delante de tu mujercita dirás que si, y para que no se sienta avergonzada en cuanto ella se despiste confesaras que es una puta que te acompaña y que está dispuesta a aumentar su experiencia.

Para ello facilitaras el móvil al jefe de recepción y le ofrecerás ir tu a comisión sobre cada “servicio” que el contrate y cobre…que la chulee él es más excitante.

Debes convencer a tu mujer de aprovechar todo lo que pueda en todos los sentidos y animarla a ir al spa a recibir un masaje, tras haber hablado con el cachas de turno para decirle que ella llevara una nota en el bolsillo de su albornoz, pues es muy tímida. En ella escribirás “Me encanta que después de relajarme la espalda, me quiten la toalla me levanten las nalgas y me la claven de un solo golpe hasta el fondo por el culo”.

Prepara hielo y un baño relajante para cuando tu mujer vuelva del gimnasio.

Si después tu mujer decide acudir al gimnasio, o eso dice, con frecuencia pues está muy estresada, es que el tratamiento de choque ha funcionado. Una vez abierto el culo el camino está hecho.

Está claro que si quieres ser un perfecto cornudo debes evitar lo más posible follar con tu mujer, primero porque ella comparará mentalmente y no tienes nada que hacer y segundo porque así ella tendrá más hambre de polla.

Elige entre los camareros del hotel algún jovencito apuesto y dile que os lleve por la tarde unas bebidas a la hora de la siesta cuando sabes que tu mujer se tumba desnuda en la cama. El chaval no te pedirá propina tras disfrutar de la vista de esa hembra e incluso convence a tu mujer de que pruebe las nuevas generaciones nativas.

Así no tendrás que satisfacerla pues ella, salvo que se vuelva una ninfómana, estará bien servida, y con variedad, mientras dure la luna de miel o las vacaciones.

jueves, 8 de abril de 2010

DE FIEL CASADA A... (VII-III)

(Capitulo VII: Paseando al perro, Tercera parte)


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Me desperté sobresaltada a las seis y media, y me puse el vestido rápidamente, comprobando que aquel amarillo con el bronceado de mi piel levantaba pasiones, por lo cual no me extrañaba que me desearan.

Entre en la oficina por la puerta del garaje, subiendo por el ascensor directamente al control de seguridad.

Cuando los chicos me vieron entrar casi les da un pasmo...

"Joder tía como te has puesto hoy..."

Lógicamente debí atender sin mas dilación las tres pollas que me esperaban impacientes, aunque eso si por riguroso turno, ya que era la hora de salida y no podían desatender las cámaras del edificio.

Así que me tumbe boca abajo sobre la misma mesa de control, tras quitarme simplemente las bragas y subirme el vestido, mientras les contaba mi affaire con los albañiles.

"Y no los dejaste catarte?", dijo uno de ellos, y añadió ",vaya dos manolas que se habrán hecho después..." y todos rieron.

Mientras uno tras otro me follaban, el ultimo en hacerlo, fue el propio Miguel, vi como la secretaria de don José cogía su coche, como una de mis futuras curritas, se ajustaba el sujetador en el ascensor creyendo que estaba sola, o como el botones, trataba de meterla mano por el pasillo a una de las nuevas secretarias, que no lo rechazo de pleno.

Por cierto que pensé que aquel chico quizá mereciera una oportunidad.

Como cada dia a las ocho en punto, Miguel me hizo entrar en su despacho, y mientras me ponía aquella horrible camisa azul y aquellos pantalones grises, no paro de sobarme y meterme mano...

"Hoy tengo una sorpresita para ti...", me ronroneaba al oído..."ya veras...ya veras ".

Hice la ronda en el furgón.

Esta semana cambiaban los turnos así que mis cinco degustadores eran nuevos y la verdad es que agradecieron el servicio.

A las nueve y media terminamos la ronda como siempre en la finca del pardo.

En el garaje Miguel me hizo poner esta vez, un mono de cuero que incluso terminaba en dos manoplas en las manos,, con las tetas al aire, pero el resto del cuerpo tapado, excepto dos amplios orificios en mi cocho y en mi culo.

Llegamos hasta la perrera y siguiendo el ritual, Miguel saco tres doberman de la misma, yo me coloque en posición canina y los cuatro fuimos enganchados a la traílla.

Yo note que los perros me olían mas que otras veces, ‘pensé que por mi mono completo de cuero, pero también observe que Miguel no decía nada.

Cuando llevábamos echo parte del primer recorrido y al llegar a unos arboles, algo lejos de la casa, Miguel cambio el recorrido hacia un sendero un poco mas espeso, los perros ‘parecieron excitarse conforme avanzábamos y tiraron con fuerza con lo cual fui casi arrastrada por el sendero.

Al final del mismo, este desembocaba en una especie de cobertizo con un patio trasero.

Entramos en el y pude ver utensilios de comida de los perros.

Miguel desenganchó a los tres canes de la traílla y los sujeto a unas argollas en la pared, luego me dijo que me levantara.

Me llevo hacia un rincón del establo, donde había una especie de banco bajo, alargado. Lo saco al centro del patio y me dijo que me tumbara bocabajo sobre el.

Se coloco detrás de mi y pensé que me iba a dar por culo o a follar de aquella guisa.

Pero tras unos segundos, oí un tintineo y note como Miguel me sujetaba las piernas bien abiertas a unas argollas en el suelo, dio la vuelta e hizo lo mismo con mis manos pero estas abrazadas al banco.
Pensé que significara aquello, cuando le oí a Miguel:

"Tranquilo zarco...tranquilo...si tu serás el primero, venga ven..."

no lo podía creer de un momento a otro iba a ser "cruzada" con uno de los compañeros de traílla!

Me prepare a ser ensartada, mientras los otros perros empezaban a ladrar con fuerza.

"no te revuelvas...", me dijo Miguel,"...y no te pasara nada, solo te la meterá por el culo!".

Fueron unos segundos eternos hasta que note como sus potentes patas delanteras se abrazaban a mis costados, y sin ayuda de nadie aquel vástago, curiosamente duro pero frío y húmedo se alojaba de un solo golpe en mi ya dilatado culo.

Comenzó entonces un frenético vaivén sobre mi espalda mientras me lamía la nuca, hasta que en una especie de estertor, note un cálido y abundantisimo liquido invadir mi ano y luego al retirarse satisfecho, chorrear por entre mis piernas.

Zarco había sido mi primer amante animal.

Mientras aun reaccionaba ante lo que estaba pasando Miguel me coloco, de nuevo en posición...

"venga avenger, te toca a ti..."

volví a sentir unas potentes patas que se abrazaban a mi, y un jadeante aliento en mi nuca, mientras una nueva verga se introducía en mi culo...

Por ultimo fue william el que me poseyó...

Una vez terminado, Miguel me desato y me lavo el culo con un fuerte detergente, mientras me inyectaba una solución desinfectante que hizo labor de lavativa, por lo cual, evacue no solo hasta el ultimo resto de semen de aquellos animales sino hasta el desayuno de por la mañana...

"Esto es lo que sienten las perras...", me dijo Miguel mientras me lavaba,"...espero que pueda enriquecer tus experiencias sobre el sexo.."

Una vez repuesta, Miguel me volvió a enganchar a la traílla, y curiosamente los tres perros trataban de darme calor arrimándose mucho y me chupaban una y otra vez, todo el cuerpo.

Me sentí como una reina...como una reina perra, pero como una reina...sin duda fue una experiencia difícil de olvidar...

Hicimos el resto de la ronda y al dejarlos en la perrera, me miraron con cara de ternura... y me sentí bien.

Al volver al furgón, Miguel tuvo el detalle de no poseerme, y la verdad es que cuando regrese a casa, el olor a perro impregnado en mi piel, a pesar del baño reparador, hizo que a la salud de zarco, avenger y william, me masturbara unas cuantas veces antes de dormirme.

miércoles, 7 de abril de 2010

EL POLVO DE HOY

Miércoles 26 de septiembre 2001. 20:30 horas.

Acabo de terminar una jornada muy dura en el trabajo. Muchos problemas, reuniones, no he podido ni ir a comer.

Había quedado con Marcos a las 19 horas y tuve que mandarle varios mensajes al móvil diciéndole que no sabía si al fin podríamos quedar.

Hace unos minutos al terminar la reunión le he manado uno citándonos en la plaza de Castilla a las 20:50.

20:55. Tras un paseo en Metro he llegado a mi destino. Hay mucha gente pues había futbol creo y el metro venia abarrotado, pero por fin he llegado. Le he visto esperándome en su BMW rojo. Me ha saludado con la mano y me ha invitado a subir. Le he dado un beso en la mejilla y hemos charlado de como estaba, etc. Me ha dicho lo bonita y bien que estaba y hemos pensado en ir a una cafetería próxima a su oficina a pocos pasos de aquí.

21:00. Al llegar a la cafetería no había sitio donde aparcar, pues sigue estando en Castellana y con el futbol. Entonces me ha sugerido salir de Madrid. Hemos cogido la carretera de Burgos y tras unos kilómetros hemos salido por la vía de servicio no sé bien hacia donde. El caso es que poco después estábamos casi en pleno campo. Parece mentira que en Madrid aún queden sitios así. Ha aparcado cerca de unos árboles y hemos estado charlando. Le he contado que estoy indecisa con su relación, sin comentarle que contando a mi marido, en cuatro días he estado con tres hombres. El me ha dicho que le sigo gustando y que le apetece mucho estar conmigo y acariciarme y sentirme y que desde hace un mes que estuvimos juntos en la cama por última vez, estaba deseando volver a verme. Ha estado fuera por temas de trabajo y de ahí que no hayamos podido vernos antes.

Me ha cogido las manos y ha querido besarme, pero yo estaba muy nerviosa y confundida, a veces me siento una autentica puta, devoradora de hombres y pienso si tal vez he llegado a un nivel en que cualquier hombre que se acerque a mí y me proponga una relación física lo aceptaré sin más. Le he rechazado un poco y le he notado sorprendido y triste.

Me ha dicho que me pasaba pero no podía contárselo con detalle. Ha insistido un poco más y... he sucumbido. Nuestras bocas se han devorado mientras su manos han desabrochado mi chaqueta y mi blusa apoderándose de mis tetas en un abrir y cerrar de ojos, ha echado mi asiento para atrás y una mano levantado mi corta falda dejando mis piernas y sexo al aire tras apartar el diminuto tanga que me había puesto hoy, entonces su cabeza ha bajado hasta my sexo y ha empezado a comérmelo mientras mis gemidos agarrada al asiento llenaban todo el coche.

Cuando me he corrido le he empujado hacia atrás y he sacado su polla del pantalón y sin pensarlo me la he metido en la boca mientras él seguía magreando mis tetas y mi culo que dice que le encantan.

Tras una larga mamada se ha corrido sobre mi cara aunque algo he tragado pues no me dio tiempo de sacármela de la boca cuando llegaba.

Después hemos seguido besándonos, yo casi desnuda dentro del coche por lo que mi sensación de puta ha aumentado, y de pronto el me ha dicho que no podía aguantarse más y que me iba a follar. Le he dicho que no, al menos en el coche que buscáramos otro sitio.

Se ha recompuesto mientras yo me vestía y hemos vuelto a Madrid. Había poco tráfico de entrada y hemos llegado a su oficina cerca de la plaza de Castilla, ha dejado el coche en el parking y hemos subido. Ya en el ascensor ha vuelto a meterme mano y besarme como un loco. Nada más entrar en la oficina, me ha llevado a la sala de reuniones y me ha tumbado sobre la mesa con las piernas colgando.

Me ha subido la falda y quitado las bragas. Luego me ha abierto la chaqueta y la blusa y ha empezado a comerme las tetas.

Yo estaba súper caliente y deseando que me la metiera ya. Entonces se ha puesto un preservativo y de un solo golpe me la ha metido hasta los cojones haciéndome dar un grito de dolor. Estaba realmente frenético y en cada empujón yo pensaba que me la sacaría por la boca, mientras me agarraba de las tetas para que con sus envites no saliera disparada de la mesa y me decía lo puta que era y lo bien que se lo estaba pasando conmigo.

Yo le gritaba que me diera más duro, me apetecía sentirle así de salvaje.

Ha sido de escándalo mientras yo me ayudaba con la mano, pues tenía ya el clítoris muy irritado. Nos hemos corrido casi al tiempo y se ha derrumbado sobre mí.

Le he notado como muy dominante, pues tras unos segundos se ha levantado y sin decirme nada se ha ido al baño.

Yo me he quedado tumbada sobre la mesa mientras me entraban unos escalofríos de excitación y pensaba que en 6 días, contando a mí marido me habían follado 4 hombres y había tenido al menos dos por día el de turno y/o mi marido.

Nunca había tenido una semana igual y me sentía muy puta.

Cuando ha vuelto le he dicho que, me sentía extraña, como una puta ninfómana y se ha sonreído.

Me ha dado un beso y me ha dicho que mañana hablaríamos, que era tarde, cerca de las once, y debíamos volver cada uno a nuestra casa.

Me ha llevado y en el coche casi no hemos hablado, le he notado serio y pensativo. Al despedirnos nos hemos dado un fugaz beso en los labios y al subir a casa me sentía como flotando.

Mi marido sabía que había quedado con él así que al llegar me ha peguntado que tal. Le he dicho que muy bien pero que me sentía extraña.

Hemos cenado casi en silencio y luego nos hemos sentado en el salón. Le he dicho que estoy un poco desorientada, 4 hombres en seis días, y que además cada vez me gusta más el sexo y los plazos desde que conozco a un hombre y las ganas de acostarme con él, son más cortos, que me siento como una puta ninfómana, una devoradora de hombres y no estoy segura de no aceptar al primero que llegue y me proponga irme con él a la cama.

En las reuniones con frecuencia miro a los hombres presentes y me imagino con ellos en la cama. Mi marido me ha dicho que no me preocupara y que debía quizá tomarme un respiro estos días y lo vería todo de otra manera en unos días.

Luego con mucho cariño y sensibilidad me ha desnudado me ha tumbado sobre la mesa del salón y tras comerme el coño y hacerme llegar un par de veces, me ha follado con mucha ternura provocándome algún orgasmo más.

Luego nos hemos duchado y nos hemos ido a dormir. Mañana será otro día.

Y el viernes he quedado a comer con Mathews. No sé si me propondrá reanudar nuestra relación, pero no estoy segura de poder resistir si decide atacar de nuevo.

martes, 6 de abril de 2010

LA VENGANZA (IV)

LA VENGANZA (IV)



Cuando entró la encontró en el salón de la casona, se había recompuesto y al verle llegar le pidió por favor que la dejara marchar, "Ponte de rodillas y pídemelo" le dijo Francesc desabrochándose la hebilla del cinturón, ella le obedeció y le imploraba que la llevara a casa de pronto Francesc le soltó un bofetón que la hizo caer al suelo, lentamente se fue quitando el pantalón, mientras ella se arrastraba hacia la puerta "déjame ir, por favor, no me hagas nada..."

Despacio sin prisa Francesc se acercó a ella y cogiéndola del pelo la hizo levantar mientras con la otra mano se quitaba el pantalón "bájame los calzoncillos zorra" le dijo obligándola a arrodillarse de nuevo ante el..."con la boca".

Jenny acercó su boca a la prenda y empezó a tratar de bajarla, algo muy difícil, y menos sin su experiencia.

Fue a ayudarse de las manos, pero Francesc le golpeó con el cinturón, que ya se había quitado, en la espalda mientras le decía que se pusiera las manos a la espalda.

A duras penas y mientras el la tiraba del pelo fue bajando el calzoncillo hasta dejar libre la polla mas que erecta de Francesc. "Chupa puta" le dijo dándole otro tirón de pelos, "espero que en estos dos años hayas aprendido ya a mamarla, ¿recuerdas la otra vez? " y le dio una sonora bofetada, a continuación le arrancó literalmente la blusa y algunos botones volaron por el aire, y levantándola por el pelo un momento la obligo a ella a quitarse la falda, volviendo a empujarla al suelo ante él..

De pronto la tiró el pelo y casi a rastras la llevó hasta un sillón grande donde la tiró boca abajo.

Ella no se movió y seguía llorando y pidiendo clemencia, pero Francesc la iba hacer pagar esos dos años deseando encontrase con ella, y ahora se había cumplido su deseo.

Se colocó tras ella y separándole bruscamente las piernas la hizo poner a 4 patas apoyada sobre los antebrazos en el sillón.

La vista era impresionante, aquel culo y aquel peludo coño convulsionándose por el llanto de aquella zorra que pedía que no la penetrara, aunque aquel cuerpo estaba pidiéndole que los penetrara sin contemplaciones.

Sin duda ella esperaba que la follara por el coño, pero Francesc tenía otros planes, así que se colocó tras ella y en un rápido movimiento le abrió con ambas manos las nalgas y de un sólo golpe le colocó su polla en el culo, haciéndola dar un grito aterrador mientras se retorcía tratando de zafarse, pero el ya estaba sobre ella y la inmovilizaba contra el sillón mientras, tras notar la resistencia de su esfínter a recibir su polla y romper esa resistencia entre los alaridos de Jeny, la bombeaba sin piedad notando como sus cojones golpeaban sobre el coño de ella en cada envite y notando un liquido caliente, sin duda sangre, que lubricaba aquel agujero y facilitaba la penetracion cada vez mas profunda de su polla.

Cuando estaba a punto de correrse la hizo levantarse y haciéndola volverse le metió la polla en la boca, hasta la garganta, entre las arcadas de ella.

El sabía que ni con su marido era capaz de tragar, ni siquiera probar el semen, por lo cual espero justo hasta ese momento para empujándole la cabeza contra el sillón bloquearle la reacción de huida y corriéndose en su boca provocándole una serie de nauseas y arcadas pero haciéndola tragarse una gran cantidad de su leche, para los últimos restos terminarlos en su cara y su pecho.

Luego le quitó al ropa interior con sendos tirones rompiéndosela y cogiendo un collar de perro y su cadena correspondiente se los colocó y tomando la correa la llevó totalmente desnuda hasta el patio exterior de la casa.

De allí llegaron al establo donde Rogelio había colocado una serie de cajones en el centro y desde una viga colgado unas esposas de cuero. Francesc la hizo subir a los cajones ayudada por Rogelio que aprovechó para magrearle sin compasión las tetas el coño y el culo.

Francés la miró detenidamente mientras Rogelio la elevaba unos centímetros tirando de una cuerda unidas ambas muñecas de cuero.

Le gustaba ver aquella piel blanca suspendida de la viga, a su disposición, cuando su látigo de nueve colas actuara, imaginaba la belleza de las tiras rojas sobre la piel blanca y seguro que sus gritos de dolor le sonarían a música celestial.

Pero eso sería después, se volvió hacia un lado del establo y cogiendo una manguera le hizo un gesto a Rogelio, éste abrió la llave situada al extremo de la misma y un caudal enorme el agua salió por la boca de la manguera.

Rápidamente francés apuntó al cuerpo de Jeny que no esperaba tan potente chorro de agua, se agitó, gritó pero Francesc siguió con fuerza apuntando el chorro sobre aquel cuerpo suspendido de la viga del techo. La potencia del chorro hacia bambolearse el cuerpo hacia adelante, hacia atrás, a la derecha, hacia la izquierda, en función de la dirección en la que Francesc apuntaba la manguera.

Era excitante ver el cuerpo de aquella hembra a merced del agua y de las intenciones de Francesc.

Cuando se hubo divertidos suficiente, decidió pensar el siguiente paso, teniendo en cuenta que debía dejarla volver a su casa esa noche. Volvió al salón donde Rogelio había preparado su ropa de Master. Cogió de un armario su látigo de nueve colas, con un látigo largo y una fusta. Y volvió al establo.

Y allí estaba contemplando aquel cuerpo a su merced, dispuesto a convertir a aquella orgullosa hembra en la esclava más puta de cuantas habían pasado por sus manos.

Volvió a mirarla detenidamente, seguía con la cabeza vencida hacia delante y los ojos cerrados, en los oídos de francés aún sonaban sus gritos de piedad mientras la forzaba sobre el sillón.

Lanzó un agudo silbido y al momento apareció Rogelio: " que desea Sr. ".

" Átale bien separadas las piernas, y traerme para afeitarla ". Jeny dio un respingo al escuchar esto " no me afeites por favor, te piedad ". Francesc la miró sorprendido " no me hables zorra, sólo hablarás cuando tu amo te lo diga " y cogiendo el látigo largo de encima de la mesa, le cruzó la espalda de arriba abajo.

El alarido de la mujer resonó en el establo.

En ese momento llegó Rogelio con jabón de afeitar y una cuchilla, se dirigió hacia donde estaba la mujer y tirando de la cuerda la elevó unos centímetros más sobre el suelo.

Después le colocó unos grilletes en los tobillos y los ató fuertemente con las piernas muy separadas a sendas columnas a ambos lados del establo.

" Te concedo el honor Rogelio " dijo Francesc dándole los utensilios para afeitarla " Gracias señor ".

lunes, 5 de abril de 2010

NUESTRA FIESTA (Cont. Al salir del curro)

Nuestra fiesta




Cuando llegó venía radiante.

Me dijo que había estado con Fidel y que luego me lo contaría.

Nos sentamos a cenar, y despues de cenar nos fuimos al salón. Saqué una botella de cava y la hice quedarse con la ropa interior que llevaba, un sujetador color carne calado y una braga azul celeste calada también.

Nos sentamos en el sillón donde había estado el viernes follando con Ralf y me contó como había sido lo de Fidel.

Cuando termino me dijo que estaba preocupada pues cada vez necesitaba más follar fuera de casa, además de en casa que eso lo daba por hecho, y que le preocupaba convertirse en una ninfómana. Y no sabía si en el caso de que cualquier hombre le propusiera acostarse con él sería capaz de decirle que no.

Yo le dije que no se preocupara que yo estaba allí para velar por ella y que con ese cuerpo era imposible que los hombres no se fijaran en ella. El mismo Fidel le había dicho minutos antes que su intención no era follarla esta noche, pero que cuando la vio notó esa atracción de otras veces, esa sensación sexual que emanaba y recordó sus aventuras anteriores.

La fui tumbando sobre el sillón despacio y empecé a hacerle fotos.

En la primera se quitó el sujetador pues me dijo literalmente que quería lucir bien sus tetas y sus pezones. Me acordé por la tarde que tengo el cassette que utilizo para las entrevistas en el trabajo, que se activa con la voz, así que lo coloqué cerca de donde estabamos para grabar todo lo que sucediera.

Despues empecé a acariciarla y besarla y se quito las bragas pues dice que le estorbaban y empezó a acariciarse todo el cuerpo y a masturbarse. Entonces le dije que si quería que le trajera "sus aparatos" y al principio dijo que no, pero al segundo me dijo que sí.

Le traje el vibrador negro que le compré y el huevo vibrador y pensaba en las bolas chinas, pero no las encontré en el cajón.

Se empezó a meter el vibrador mientras me decía que le metiera mi polla en la boca.

Despues me hizo ponerme al revés y chuparle el clítoris con el vibrador dentro hasta la empuñadura y mientras ella me chupaba la polla.

Entonces decidió meterse el huevo vibrador por el culo y me dijo sentirse plena. Se corrió como dos o tres veces seguidas de corrido, según está grabado en el cassette, con grandes gemidos.

Despues de ello me pidió que sin sacarle los aparatos le volviera a meter la polla en la boca, y luego que le comiera el coño con los vibradores funcionado a pleno ritmo, por último me dijo que la follara, para lo que la levanté y la coloqué en la misma posición con las manos sobre el respaldo del sillón y el culo en pompa, que la había puesto Ralf el viernes anterior, pero en vez de darle por el culo, le endosé mi polla por delante.

Fue largo el mete-saca, hasta que ella empezó a correrse y yo me corrí despues.

Me dijo que se lo había pasado como nunca y que había disfrutado sus dos folladas, cuando esta como una moto habla muy crudo, en apenas un par de horas. Luego nos duchamos y nos acostamos.

Esta mañana cuando íbamos en el coche aún recordaba la fiesta de ayer y le brillaban los ojos.

domingo, 4 de abril de 2010

UNOS CUERNOS BIEN PUESTOS... (VII)

"Unos cuernos, bien puestos... y disfrutados" (capitulo 7Siete. 7)



26 de MARZO... ¡¡¡¡FELICIDADES CORNUDO!!!!

Aquella noche en víspera de mi cumpleaños, me las prometía muy felices cuando ella llegó a casa cerca de las nueve. Tras su fiesta del fin de semana, ni el domingo por la noche la pude tocar pues estaba dolorida por todas partes, tan sólo había logrado el viernes por la noche tras su sesión con su amante, que me hiciera una mamada, eso si bestial y correrme en su boca... aunque no se la trago... y el sábado por la noche otra mamada, esta un poco mas floja pero tampoco con tragado final...

Aunque me jodio que no se la tragara, pues la leche de su amante no la rechazaba, debia conformarme con que hubiera dedicado uno minutos a liberar su calentura conmigo.

Por eso esperaba esa noche despues de dejarla descansar el domingo con idea de echarle un par de polvos y que me obsequiara con una de sus magnificas mamadas... que por cierto han mejorado desde que está con él...

Se había cambiado de ropa e íbamos a cenar cuando sonó su móvil...

"Si..." la oí decir iluminándosele los ojos..." estaré esperándote" y colgó.

"Lo siento papi, pero era él, despega en este momento hacia aquí, estará en el aeropuerto a las 11 de la noche... y le he prometido ir a buscar".

Me quedé helado... llevaba desde el día 14 de marzo, despues de estar en la Casa de campo, sin follarla, solo con caricias y mamadas pues tenia el coño y el culo super sensibles... pero en cuanto él llegaba...

Se vistió como un rayo y dándomne un fugaz beso en los labios salió como un torbellino "te llamaré desde el aeropuerto cuando sepamos que vamos ha hacer..." me dijo.

Estaba claro lo que iban ha hacer: Follar sin parar toda la noche, pues me llamó poco despues para decirme que pasaría la noche con él.

Creo recordar que desde que estamos casados era la tercera noche completa que pasaría fuera de casa con otro tío.

Al día siguiente, él me contaba como lo pasaron... incluso interrumpió su relato para hablar con ella y quedar a comer, de lo que me enteré luego por la noche...


El Lunes llegué al aeropuerto tarde, eran ya las 12 menos veinte o así. Nos fuimos directamente al hotel teníamos muchas ganas de estar juntos. La idea inicial era dejar mis cosas e irnos a cenar pero cuando llegamos pensamos que era tarde para irnos por ahí así que saqué unos frutos secos, unas olivas y una botellita de cava de la nevera.

Estuvimos hablando tranquilamente y yo me empezaba a poner muy tenso a medida que ella se quitaba la ropa. Me dijo que estaba dolorida y solo quería que habláramos, acariciarnos y dormir...

A estas alturas ya te había llamado para decirte que pasaría la noche conmigo...y te habíamos felicitado el cumpleaños.

Cuando se quedó en ropa interior y camiseta y vi esas bragas que se le clavaban en la rajita, cuando vi esas piernas que son mi vicio yo creo que ella notó que aquello no iba a acabar en solo palabras.

La empecé a acariciar, a tocar su piel, a besarla. Era la una y cuarto cuando le quité el sujetador y vi el reloj por última vez.

Empecé a acariciarla lentamente, a comerle despacio el coño que estaba hirviendo, a meterle uno y despues dos dedos mientras ella se retorcía de placer pero intentando contenerse pero no pudo y le llegó un orgasmo, el primero, brutal, intenso, para disfrutarlo.

Pero no la dejé descansar y seguí comiéndoselo, sin pausa. En un momento dado me pidió hacer un 69 y lo hicimos, ella se puso encima mío y se puso a comerme la polla de manera frenética mientras yo seguía metido entre sus piernas, abriéndoselas a tope y metiendo mi lengua como si fuese una pequeña polla.

No se cuanto duró aquello, creo que muchísimo y cualquier estimación de tiempo que te diera sería exagerada porque era como una competición de aguante.

Finalmente ella tuvo un segundo orgasmo y al minuto yo le llené la boca con mi semen. Esta vez no se lo tragó pero me dijo luego que lo iría haciendo “poco a poco”.

Nos tumbamos en la cama a tomar aliento pero yo seguía muy caliente así que me puse un preservativo y la puse a cuatro patas. Ella estaba totalmente entregada y levantó el culo mientras yo se la metía a fondo en el coño y la clavaba mientras la atraía por las caderas.

Era una pasada ver desde arriba como la iba ensartando mientras contemplaba también ese otro agujero que ya tragaba tan bien aunque esa noche fue el que me faltó.

En un momento determinado ella empezó a acariciarse el clítoris con una mano mientras se apoyaba en la otra. La dejé que se pusiera a punto pero no la dejé acabar.

Cuando vi que le tocaba me salí y la hice sentar encima mío y en esa postura le dije que continuara y así lo hizo mientras me cabalgaba. Estaba tan ensimismada que creo que tuvo más de un orgasmo en ese rato porque se le notaba en la cara y en esas paradas momentáneas que yo interrumpía volviéndosela a meter hasta el fondo y ella reaccionaba y volvía.

Luego la puse boca arriba, me quité el preservativo, ella ni lo vió, y la ensarté con intención de correrme de nuevo porque ya es que casi me dolía de tanto aguantar y mientras la clavaba sentía como se le humedecía a ella de nuevo y resbalaba mas y mas, pensé en aguantar hasta que ella se corriera de nuevo pero me fue imposible y me corrí enseguida,ella al sentir la leche en su interior puso cara de sorpresa peo siguio gimiendo.

Vi que la había dejado a medias y lo que hice fue empezar a masturbarla primero lentamente y luego mas rápido y subía y bajaba la intensidad durante tanto rato que me dolía ya el brazo...ella estaba absolutamente absorta y entregada mientras le besaba y mordía los pezones...de repente me miró, abrió los ojos y se convulsionó en una corrida impresionante....

Luego sigo pues me llama por el teléfono... luego sigo...

Estuvimos hablando un buen rato y yo la acariciaba lentamente hasta que me volví a empalmar y la puse de nuevo encima mío.

Ella se dejaba hacer, muy dócil y sumisa.

Se la clavé hasta el fondo y ella se empezó a mover, fui acentuando los movimientos y en un momento dado la atraje hacia mí, le mantuve la cabeza en mi hombro y le sujetaba con la otra mano la cadera para que no se moviera y empecé a empujar hacia arriba mas y mas fuerte, aquello sonaba a latigazos, en cada empujón su cuerpo se levantaba convulso mientras yo la sujetaba, era impresionante el "castigo" que le estaba dando a aquel coño y ella estaba totalmente alucinada y le gustaba como le daba.

Recordaba ls peliculas en las que un hombre golepa de abajo arriba a su rival y me vino a la memoria lo que me dijiste que a veces le gusta que le den duro sin contemplaciones y sin miramientos y eso me hizo seguir dándole sin compasión mientras ella encajaba perfectamente "el castigo", sus gemidos, su entrega y sumision me enardecian y al tiempo me hacian aguanta sin correrme mientras ella con los ojos muy abiertos y la boca jadeante me incitaba a seguir "castigandola" fueron unos momentos que te hubiera gustado vivir en persona.

Al cabo de un rato la dejé que se levantara y se moviera y le iba dando pequeños azotes con las manos en las nalgas para que apretara el ritmo y ella lo entendía y se movía más y más.

Le empecé a acariciar el clítoris y tuvo un orgasmo larguísimo, creo que era más de uno.

Cuando acabó se fue al lavabo y al cabo de unos segundos yo la seguí y la empecé a acariciar en frente del espejo y a coger las tetas, es algo que le encanta y me confesó más tarde: verse en un espejo mientras la follan o la mama.

El contraste entre su piel de mármol y mis manos morenas era alucinante y muy excitante pero ella ya estaba agotada.

Yo necesitaba seguir y no pensaba detenerme por nada, ni su cansancio, me sentia su amo y ella mi sumisa exclav y por tanto la usaría cuanto quisiera.

Así que la senté en el mármol del lavabo, le abrí las piernas y me metí de nuevo a fondo en ella, sin preservativo esta vez, a pelo.

Ella me atrajo con sus piernas y empecé a entrar y salir.

Estaba un poco seca de todo lo que llevábamos encima, le dolia, gruñia, gemia, pero yo seguia dandole duro.

Al cabo de unos minutos ya resbalaba como en una crema caliente, ella no se movía pero aguantaba mis embestidas con las manos en el mármol del lavabo, le abrí mas las piernas y me las puse en mis manos como en la mesa de los ginecólogos mientras se la iba ensartando cada vez mas rápido, con fuerza, casi con violencia mientras ella se dejaba hacer y gemía en cada embestida mía que hacia bailar sus hermosas tetas....

Ahí tuvimos una buena corrida los dos a la vez y nos quedamos un rato sin movernos.

Luego volvimos a la cama, bebimos agua (el cava se había acabado hacía horas) y nos volvimos a acariciar y besar un rato.

Hablamos un poco mas pero estabamos físicamente cansados.

Al cabo de una media hora decidí dar el resto y estando ella boca arriba se la clavé de nuevo sin preservativo despues de haberla calentado un buen rato con los dedos, ella estaba muy relajada y creo que se propuso exprimirme.

Me apretaba, me atraía, se movía como una batidora, yo le mordía los pezones y le levantaba las caderas con ambas manos.

Finalmente le di la vuelta, la puse encima mío y a los 10 minutos más o menos de tenerla ahí sentí que me iba a correr y ella lo notó, se empezó a tocar el clítoris y estallamos como si nos hubiese caído un rayo.

De hecho ella cayó fulminada encima mío. Debían ser ya las seis de la mañana y la acomodé en la cama mientras la acariciaba. No se movió en media hora. Era como si estuviese desmayada pero respiraba bien.

Luego se despertó y estuvimos abrazados hasta que sonó el despertador y nos cambiamos.

Lo más sorprendente es que sin haber dormido ni un rato me encontraba eufórico, tuve un día agotador y terminé relajado, tranquilo, sin sueño. Muy bien.

sábado, 3 de abril de 2010

TRIPLE (I)

TRIPLE FOLLADA


Miraba nerviosa a través de la ventanilla del avión mientras este se elevaba de regreso a casa, y por su mente pasaban las imágenes vividas en apenas 15 horas desde que despegara el día anterior.

Había decidido darle una sorpresa a su amante y tomar un avión para estar con él y sentir otra vez sus caricias y disfrutar del sexo salvaje con el que él la obsequiaba en cada encuentro.

Había avisado a su marido de que le surgía un vuelo de trabajo y estaría fuera 24 horas.

Ahora en la tranquilidad de la cabina del avión, trataba de recordar en el tiempo de vuelo hasta casa, todo lo vivido en las últimas horas y su cuerpo se estremeció con el recuerdo.

Cuando llegó el día anterior al aeropuerto le había llamado al móvil para decirle que estaba allí, eran casi las siete de la tarde, y quedaron en el hotel donde ella se hospedaría aquella noche, pues a él no le daba tiempo a recogerla en el aeropuerto.

Estaba muy excitada y al llegar al hotel, subió rápidamente a la habitación y tras desnudarse se tumbó sobre la cama un momento imaginado las horas que iba a pasar con él.

Luego se ducho y se vistió como a él le gustaba, ropa interior de encaje negro con liguero y medias de rejilla, y enzima tan solo la chaqueta y la falda negras que a él también le encantaban. Un pañuelo al cuello de colores disimulaba que no llevaba nada bajo la chaqueta. Se perfumó y bajo a la recepción, justo en el momento que él llegaba.

Se besaron en los labios con ternura, y él le dijo lo hermosa que estaba, ella se reclino en su hombro y decidieron salir a tomar lago. Luego volverían al hotel.

Pasearon por la ciudad aunque en su interior estaban deseando estar a solas en la habitación para poder dar rienda suelta a su pasión contenida. Apenas estuvieron fuera media hora en la que tomaron algo en un bar próximo y volvieron al hotel.

En la panta 5, habitación 531 les esperaba el placer y ya en el ascensor los dos solos él empezó a comerle la boca mientras metía sus manos por debajo de la falda y el escote de la chaqueta, haciéndola vibrar. Nada más entrar en la habitación sus bocas volvieron a unirse en un larguísimo y apasionado beso, mientras él le quitaba la chaqueta y ella hacía lo propio con su americana.

La llevó a empujones casi hasta la cama y allí ella se sentó para desabrocharle el cinturón y dejar caer sus pantalones a los que siguieron los calzoncillos liberando aquella gruesa polla negra que sin pensárselo metió entera en su boca, mientras él se desabrochaba la camisa y se la quitaba.

Ella mamaba con desesperación pero con suma pericia haciéndole vibrar y gemir, mientras aquel miembro se endurecía como una piedra y crecía como a ella le gustaba. La retiro contra su voluntad y la hizo levantar. Le quito la falda y la contemplo con aquella sensual ropa interior de pie frente a él al borde de la cama. Ella estaba húmeda sin duda.

Despacio la volteo y la hizo apoyar sobre la cama con el culo levantado, apartó con cuidado el tanga y tras pasar sus dedos por su coño ya chorreante, lubrifico con su propios jugos su trasero y casi sin darle tiempo la ensartó hasta los huevos.

Ella dio un respingo y empezó a gemir mientras se movía en círculos tratando de meterse toda la polla hasta el fondo y le pedía a gritos que la follara en plan salvaje, que la hiciera sentir aquel negro aparato hasta sus entrañas.

El contraste de aquel culo blanco palmeado por las manos de color del hombre, mientas recibía en duras embestidas su polla, eran un cuadro plástico digno de ser reproducido por cualquier pintor o sacado de una película porno interracial.

El siguió bombeando mientras ella aguantaba con fuerza erguida cada empellón y sus gemidos se hacían cada vez más seguidos y notorios, mientras él la palmeaba las nalgas con una mano marcándole el ritmo, con la otra alcanzó su clítoris y empezó a masajearlo con habilidad arrancando espasmos de aquel cuerpo caliente que en unos segundos había enlazado varios orgasmos, ella le gritaba que se corriera que quería sentir su leche caliente invadiendo sus entrañas y él no tardo en soltar un impresionante chorro que llenó por completo su culo y reboso por entre las nalgas, cayendo por su muslos.

Ella se dejó caer sobre la cama, exhausta mientras el acababa de regar sus nalgas con la leche que aún brotaba de su pene.

viernes, 2 de abril de 2010

EN EL METRO (I)

Tengo 38 años y trabajo de secretaria de una multinacional, estoy casada y tengo tres niños. Debido a mi trabajo muchas tardes llego después de las siete a casa, lo que en invierno supone que llego de noche.


Hace unos meses me ocurrió la historia que os cuento.

Una tarde de viernes salí casi cerca de las 10 de la oficina, pues mi jefe me pidió que terminara unos informes y dossieres que debía llevarse de viaje ese fin de semana a un congreso.

Los viernes suele haber mucho ambiente en las calles y en el metro, transporte que utilizo habitualmente para ir y volver del trabajo. En el trayecto que realizo debo hacer un transbordo por un largo pasillo que a veces está muy concurrido.

Aquella tarde hacia un par de estaciones que unos chavalillos de apenas 20 años, me miraban y hablaban entre ellos. Cuando llegue a mi estación salí del vagón, pero no miré hacia atrás pensando en lo tarde que era para llegar a casa.

Al abordar el pasillo tan largo, comprobé que a pesar del día y la hora este estaba desierto, pero no le dí más importancia y apreté el paso. Poco después oí a los chicos abordar el pasillo mientras silbaban y me decían algunas groserías, lo cual me alarmó y decidí apretar el paso. Los muchachos aceleraron y se pusieron dos uno a cada lado mientras me decían cosas como "que buena que estas..." "seguro que la mamas bien, y follando debes ser una fiera", yo miraba al frente y apretaba el paso, hasta que noté una mano en el culo por detrás "lo tiene apretado tíos" dijo el autor del manoseo.

Los demás rieron y se colocaron ante mi arrinconándome contra la pared en uno de los ángulos el pasillo "Que pasa mami, que no somos bastante mayores para ti?, dijo uno de ellos acercando la mano a mi escote y abriéndome el abrigo.

De pronto se oyeron unos silbidos, mas atrás en el pasillo y los tres chavales salieron a la carrera... poco después un vigilante jurado se acercó a mi "esta Ud. bien señora?, me dijo solicito... le contesté que sí, pero estaba medio aterrada, algo confundida y sobre todo muy excitada por lo que los chavales me habían dicho y tratado de hacer.

Quiere acompañarme a mi oficina a tomar un vaso de agua", me dijo el muchacho de unos treitaitantos, bastante alto y fornido.

Me sentí más tranquila aunque seguía estando excitada. Me cogió por un brazo y me llevo a lo largo del pasillo hasta una zona acotada donde tras pasar una puerta entramos en un cuarto a oscuras, encendió la luz y era una especia de oficina con uniformes colgados en las perchas, y un par de mesas y algo que me llamó la atención, una celda de 3x3 más o menos en una esquina del cuarto. La habitación estaba algo fría por lo cual di un pequeño respingo.

"Tranquila señora, me dijo" llevándome hacia una silla, quítese el abrigo y le traigo algo de beber".

 Así lo hice mientras le sentía moverse detrás de mí. Al sentarme comprobé que quizá por el frío o la excitación mis pezones estaban gordos y duros, "Podría describirme a los chicos que la molestaban" le oí preguntar desde detrás mío, "no sé si podré" dije mientras sentía mis pezones arder. , no me dió tiempo a pensarlo otra vez, cuando el muchacho se inclino sobre mí con el vaso de agua.

Le note algo azarado pues al agacharse sus ojos se fijaron primero en el escote de mi blusa, y luego en mis endurecidos pezones que resaltaban de la misma.

Me tendió el vaso de agua y yendo hacia la puerta la cerró.

Trajo una silla y se sentó frente a mí.

jueves, 1 de abril de 2010

UNA ZORRA PARA DOS (II)

UNA ZORRA PARA DOS (II)




La dejó allí de pie, desnuda, junto a la cama de matrimonio, y rodeando está busco el antifaz en el lugar que su amigo le indicara. Allí estaba, lo cogió y se detuvo unos momentos para contemplar a aquella mujer totalmente dispuesta a ser un juguete en sus manos.

Se acercó por detrás de ella, y muy despacio le colocó el antifaz mientras apretaba su pene contra las nalgas de ella, tras bajarle las bragas. Luego la hizo inclinarse hacia adelante sobre el borde de la cama, y suavemente con sus manos separó sus muslos. Le encantaba verla así, dispuesta a recibirle en sus entrañas, sin protestar, entregada y sumisa.

Se inclinó sobre ella y mientras con una mano atrapaba una de sus tetas sacándola del sujetador, con la otra tiró suavemente pero con firmeza de su pelo haciéndola levantar la cabeza.

" No sabes cuánto he deseado tenerte así " le dijo al oído para después deslizar sus labios por su cuello y su espalda mientras su polla se acomodaba entre sus nalgas, deslizándose entre sus muslos para por fin alcanzar la entrada de aquella maravillosa gruta.

Se inclinó sobre su espalda y mientras la obligaba a mantener los brazos extendidos sobre la cama fue poco a poco, centímetro a centímetro, palmo a palmo, introduciendo su aparato entre aquellos labios totalmente mojados que lo engullían como si hiciera mucho tiempo, aunque él sabía que hacia apenas unos minutos, que no disfrutaban de un buen rabo.

" Aguanta como una buena puta" le decía al oído mientras la embestía," y aguanta sin derrumbarte hasta que te llene de leche, sino tendré que castigarte”.

Cada envite le costaba más a aquella zorra, mantenerse erguida, pero estaba segura de que él cumpliría su amenaza. Roxana recordaba la época en la que Joan la ataba a la cama y la azotaba sin piedad. A ella al principio no le gustaba, pero poco a poco ella misma provocaba sus castigos diciéndole que se había portado mal y merecía ser azotada.

Marco seguía aumentando el ritmo, mientras recordaba aquella vez que Joan le contó que le había prestado su mujer a un master sado durante un fin de semana para que la entrenara como esclava puta.

La imagen de ella atada y azotada provocó tal excitación que acabó conrriéndose dentro de su coño.

Aún así siguió empujando deseando que ella se derrumbara. Joan le había dicho dónde guardaba un látigo de siete colas, por si ella le desobedecía. Por fin lo consiguió, ella se dejó caer sobre la cama, de bruces, con los brazos y las piernas abiertas. Marco vio su oportunidad: además de follada, azotada.

Rápidamente rodeó la cama y allí en el armario que su buen amigo Joan le había dicho, encontró el látigo.

No se lo pensó dos veces, y empezó a descargar sobre la espalda y las nalgas de aquella zorra, uno tras otro varios latigazos que ella al principio acusó, pero que luego encajó casi sin oposición.

Mientras la azotaba, Marco miró el reloj de la mesilla, su buen amigo había tenido el detalle, en retrasarse en la vuelta del trabajo, dándole mayor margen para que pudiera disfrutar de aquella furcia a su entero gusto y sin prisas. Cuando la espalda y las nalgas empezaban a tomar un bonito color púrpura, decidió dejar de azotarla.

Mientras ella sollozaba en silencio él salió del dormitorio, se dirigió al baño donde se ducho y regreso a la alcoba donde aún la mujer de su amigo seguía tumbada boca abajo sobre la cama. Se vistió en silencio y dándola dos sonoros azotes con la mano abierta, en ambas nalgas aún enrojecidas por los latigazos, le dejó un billete de 5000 pesetas junto a la cara," Esto es para que se lo des a tu marido, por el tiempo que he disfrutado contigo. Y pronto volveré a disfrutarte " luego terminó de vestirse y se puso la chaqueta," se me olvidaba " le dijo mientras cogiéndola de pelo, la obligaba a levantar la cabeza " dile a Joan que el truco de los libros fue muy efectivo " y soltando la cabeza, salió del dormitorio y pocos segundos después de la casa.

Hoy por el fin era aquel día y por fin iba a disfrutar de verdad de aquella zorra. Cuando llamó a la puerta y aunque esperaba encontrarla le sorprendió lo hermosa que estaba con aquella blusa azul que realzaba sus hermosos pechos y aquel pantalón de flores ajustado que hacía sus muslos francamente apetecibles.
" Que haces tú aquí " preguntó ella nerviosa," Joan puede llegar en cualquier momento... Y si te encuentras aquí... ".

" No dices que el te da libertad para follar con quien quieras... Además he venido a traer los libros que él te pidió... ".

" Si pero no en nuestra casa... Además, como justificaría que tu estés aquí ".

" Venga no seas tonta y ofréceme al menos un café... ".

Marco la empujó suavemente hacia el interior de la casa y cerro la puerta. Ella a regañadientes llegó hasta la cocina," Vale un café pero enseguida y... enseguida te marchas... ".

"De acuerdo... venga ese café..." contestó él mientras la achuchaba hacia la cocina.