BIENVENIDOS

Al placer y la lectura... la imaginacion la pones tu. To the pleasure and the reading... the imagination puts it your. (Nota: Busco dibujantes para convetir a dibujos o comics mis relatos, sin animo de lucro.) (Notice: I look for designers for convert to drawings, 3D or comics my stories, for free distribution) Visita, http://x3dstoriesvideos.blogspot.com/ Actualización de relatos y videos cada dos días, aproximadamente. Upload, stories and videos, every two days aproxymately

jueves, 26 de agosto de 2010

"REESTRENADA" EN EL GIMNASIO (1)

"Reestrenada" en el Gimnasio



Ella llevaba tiempo deseando apuntarse en un gimnasio. La verdad que a sus cuarenta y tantos no lo necesitaba, pues su cuerpo estaba muy bien formado y moldeado, sobre todo gracias a su gimnasia casera y su natación y al cuidado de su marido, siempre pendiente de ella con regalos sexy de ropa... Y también a que con frecuencia, de dos a tres veces por semana hacían el amor a tope... Pero vio la oferta del gimnasio cerca de casa y decidió apuntarse.

Aquella tarde, aprovechando que su marido estaría fuera por trabajo unos dias, decidio ir.

Estaba muy preocupada por su aspecto, se había puesto una malla azul eléctrico muy ajustada y una camiseta desbocada blanca, con unos calentadores de pie de colores...



Cuando llegó a la sala de bicicleta estaba ella sola y un monitor de color que estuvo explicándole como funcionaba el aparato, ella estaba algo nerviosa y el monitor le peguntó si era la primera vez que iba al gimnasio. Le dijo que sí, y el monitor se ofreció a enseñarle todas las instalaciones y explicarle como funcionaban los aparatos y demás.



Tras hacer juntos un rato bicicleta, el hombre, de unos veintitantos años, 28 le confesaría él después, le dijo que podían pasar a otra sala con peas y maquinas de musculación.



"No te hacen falta, tan solo quizá aplanar un poco el vientre" la miró y la palpó en plan profesional "aunque tampoco, pero vamos a probar alguno"



Entraron en la sala y la llevó a una maquina de abdominales, le explico cómo sentarse y como colocar las piernas y el mismo la ayudo a ir haciendo los ejercicios... Pasados unos minutos, ella ya sudaba y el body se le pegaba a su cuerpo bien formado, un culo redondo pero generoso dentro de un límite y sobre todo notó que su sexo rasurado en su totalidad se marcaba como una hucha a pesar de sus braguitas, y sus pechos, talla 90, pero proporcionados y todavía erguidos empezaban a llamar la atención por sus pezones erectos que cuando se ponían "en marcha" eran como dos canicas grande y duras.



Recorrieron el gimnasio y ella empezó a sorprenderse de su ligera calentura. Nunca había tenido una relación con ningún hombre desde que se había casado hacia ya 15 años... llegaron a la piscina "tienes bañador?" le preguntó el monitos."Si en la taquilla" dijo algo ruborizada "pues date una ducha recógelo y te espero en la piscina" le dijo él con una mirada tierna pero excitante, o al menos eso le pareció a ella.



Estaba muy nerviosa bajo la ducha, sus pezones parecían enormes y cuando se puso el bañador le pareció que era como si no llevara nada.



Llegó a la piscina y allí estaba él, torso desnudo, piernas fuertes y musculosas, se dio cuenta de que no era muy alto, quizá 1,80, pero estaba como un tren. Le hizo un gesto y se lanzaron a la piscina, nadaron despacio uno junto al otro "que te parece el gimnasio" le peguntó él."Está bien" dijo con voz trémula, quizá por el esfuerzo.



Nadaron un rato."Te apetece una sauna?" preguntó él de pronto."Bueno dijo ella", pero no son mixtas, yo te espero fuera te enseño el resto del gimnasio y te invito a tomar algo luego..." le dijo él y al ver que llevaba anillo añadió "si no tienes nada que hacer, claro...", ella respondió "No, me parece bien, como en media hora?" "Si" dijo él "con 10-15 minutos de sauna y luego una ducha, creo que hoy tu cuerpo se ha puesto a tono" ella se ruborizó ante el comentario y al ver como el chico la miraba de arriba abajo..."en media hora" dijo ella dirigiéndose a la sauna y notando los ojos del monitor calvados en su trasero y sus caderas.



En la sauna pensaba en que se sentía muy nerviosa y excitada y que por primera vez veía a aquel hombre como un posible compañero de sexo" No estuvo ni 10 minutos en la sauna, se ahogaba, "pero quizá´" pensó " por lo excitada que estaba"



Cuando salió el ya estaba vestido con sus vaqueros, su ropa informal... ella con su ropa de ejecutiva con su traje pantalón, gris, pues venia del trabajo directamente.



Él le cogió la bolsa "donde vamos" le dijo mirándola por primera vez directamente a los ojos" donde tú quieras" le dijo mientras se sumergía en aquellos ojos color café y una corriente eléctrica le recorría la espalda... "A lo mejor te sueno atrevido, pero quieres que vayamos a mi apartamento a tomar algo" ella dudo un momento "no tiene porque pasar nada si yo no quiero" pensó, "de acuerdo" dijo.



Hablaron muchas cosas mientras se dirigían a pocos metros del gimnasio a un edificio grande de apartamentos dónde ella había vivido antes de casarse "conozco esos apartamentos ahí viví yo hace algunos año" ("algunos" pensó" ya hace mas de 15 años¡¡¡").



La verdad es que ella se sentía sexy así vestida medio hombre medio mujer, pues el traje de corte de hombre resaltaba sus tetas y la blusa semi abierta "hasta el punto justo" incitaba a sumergirse entre sus pechos.



En el ascensor, un tanto estrecho, el la miraba con elegancia pero con ojos de deseo y ella se decía así misma que tomaría una copa "y nada más" pero su excitación iba en aumento.



Llegaron a la planta 10, al final del pasillo, largo e impersonal pasillo, apartamento 1010, ella se sorprendió pues cuando vivía allí ella había vivido en el apartamento justo encima, el 1110, se lo dijo y ambos rieron "el destino dijo él" mientras abría la puerta.



La hizo pasar y ella sintió su mirada sobre su espalda y su deseable culo. "Ponte cómoda" le dijo él "que quieres beber" y se fue a la cocina. Cuantos recuerdos de aquellos años en el apartamento cuando su ahora marido iba a verla y pasaban largas horas follando como adolescentes que eran... "pensabas" dijo él entrando en la habitación. El salón era amplio, ella lo recordaba así, pero Charles, que así se llamaba él, lo había arreglado de forma que en un lado había un mini gimnasio, una maquina de abdominales sencilla una tabla para ejercicios y una bici..."nada, pensaba cuando yo vivía aquí".



El sonrió "no me dijiste que bebes" ella se volvió a él, se había quitado la sudadera y lucia una camiseta ajustada blanca que resaltaba su color y sus fuertes brazos. "Si el ahora saltara sobre mi" pensaba ella mirándolo fijamente" que podría hacer? tal vez gritar, sería absurdo, he venido voluntariamente..." se acercó él "sigues pensativa, no te quitas el abrigo?" ella pareció reaccionar "si claro" dijo quitándoselo "puedes quitarte la chaqueta si quieres, pondré más alta la calefacción" dijo él volviendo a la cocina.



"Que bebes?" grito él desde lejos "una tónica" respondió quitándose la chaqueta.



Instintivamente se abrió la blusa un botón más, lo justo para que se viera el inicio de su canalillo, y se sentó en el sofá con las piernas juntas, como una colegiala buena.



Él se sorprendió de verla así al entrar, sin duda desde arriba podía verse no solo el canalillo sino parte del sujetador azul de raso y encaje que ella llevaba..."tu tónica" dijo inclinándose reverencioso, tal vez para poder ver más de cerca aquellos pechos temblorosos.



Durante algunos minutos hablaron de música, el puso algo de jazz, de cine, de literatura. El hombre era bastante culto.



Ella no quería parecer una puta, aunque así se sentía, pero tenía ante ella a un tío de color, fuerte y musculoso quizá el sueño de muchas mujeres blancas y estaba deseando insinuarse para que el saltara sobre ella y la forzara allí mismo.



"Perdona una pregunta" dijo él.



"Si" respondio ella.



"Estas casada?" ella se ruborizó, "Si lo estoy", el sonrió y se sentó más cerca de ella en el sillón "pues envidio a tu marido, pues aparte de una mujer interesante, tienes un magnifico cuerpo..." ella se quedó cortada.



"Yo soy un caballero y nunca en la primera cita le propongo nada a una mujer, pero..." la miró a los ojos, " no te preocupes, aunque me ha parecido ver en ti cierto aire de aventurera" ella volvió a ruborizarse, " yo?" dijo como ofendida, “verás, no.. es que..." no pudos eguir pues el hombre la besaba en la boca suavemnete, mientras le cariciaba el cuello y el pelo.



Ella se resistió al principio "no debo parecer una puta fácil" pensaba, pero acabo no sólo sucumbiendo a aquel beso sino correspondiéndolo con su lengua dentro de la boca de él.



Tras un apasionado morreo, el se separó de ella y la hizo poner en pie.



Ella temblaba como una colegiala, estaba claro que después de casi 20 años de fidelidad a un hombre, aquel negro iba a poseer aquel cuerpo que había sido solo de su marido, y ella estaba dispuesta a disfrutarlo...



Se colocó frente a ella y mientras la miraba le fue quitando la blusa muy despacio mientras la besaba el cuello, la cara, los ojos, los hombros... después le quitó el cinturón el pantalón que cayó al suelo.



Se inclino y tras quitarle los zapatos le quitó del todo el pantalón.



Ella estaba allí de pie en ropa interior y con aquellas medias hasta los muslos que tanto le gustaban a su marido, de color negro, ante un hombre que la haría gozar en unos minutos...



El se quitó la camiseta despacio, luego se desabrocho el pantalón y ella se dio cuenta de que se había quitado ya los zapatos ye estaba descalzo.



Al caer el pantalón se sobrecogió, la leyenda de los hombres negros era verdad pues lo que se adivinaba bajo aquel slip azul era un enorme bulto.

El se miró el aparato y sonrió.



La cogió de la mano y la llevo a la tabla de ejercicios, la hizo sentar quedando su cabeza a la altura de aquel aparato "sácalo" le dijo casi susurrando.



Ella obedeció y retirando el slip saco un enorme pene parduzco, un poco mayor que el de su marido, pensó al principio, pero conforme lo cogía en sus manos y lo veía más cerca comprendió que casi doblaba, en tamaño y anchura, al de su hombre y este ya lo tenía muy grande, algo que a ella le volvía loca, excepto cuando le daba por el culo que ella sentía como si la estuvieran abriendo en dos.



Sin que él le dijera nada se lo metió en la boca y apenas pudo abarcarlo.



El la acariciaba tiernamente la cabeza, allí de pie frente a aquella boca que trataba de engullir el máximo posible de aquel mango.



Tras unos minutos el la apartó y la hizo tumbar en la tabla.



Ella, como en una nube, se dejaba manejar, por aquellos brazos fuertes y musculados, con la mirada fija, como hipnotizada en aquel grueso pene.

miércoles, 25 de agosto de 2010

DE FIEL CASADA A... (VIII-II)

ENTRE PUNKYS

Yo seguí a mi paso, y el que me había gritado se adelanto y se puso delante de mí. "Oye tía, no entiendes o que..."me dijo mirándome de arriba abajo.


Yo pensé que si me hacia la extranjera a lo mejor cambiaban el rollo..."perdón... mi no entender..."

"Lo que os dije tíos, es una guiri, da buten!.."

En un momento los tuve alrededor, arrinconándome contra una pared, pero de momento no en plan violento...

"Dónde va una titi tan buena, sólita por aquí?... " Me dijo uno mirándome con descaro las tetas... "vaya par de domingas... no sabes que puede pasarte algo?"...

Yo seguía insistiendo, "mi no entender...", Entonces me acorde del club, "uno momento...", dije sacando la tarjeta" poder decirme donde estar esto..."

Uno de los chicos cogió la tarjeta, la miro..."joder tíos, ya tenemos plan, esta iba al night del folleteo, así que quizá le dé lo mismo hacérselo con nosotros y encima le sacamos la pasta...", Y volviéndose a mí me dijo, "ven, nosotros te llevaremos..." Y me hizo un ademán de que les siguiera.

"Joder tipo como esta, vaya tetas, menudo culo, y habrá que ver el chocho que tiene..." Comentaban mientras me sonreían.

"esta me la va a mamar como que me llamo Mark..."

"le vamos a dar una marcha, que se va a enterar..."

"Un momento tíos, pero sin broncas... si buenamente quiere joder, la joderemos, pero en cuanto se ponga borde nos abrimos, no quiero complicaciones con la pasma... de acuerdo..."

"De acuerdo", dijeron los otros.

"Vosotros ser muy afables..." Les seguía yo el juego.

"si, y más que vamos a ser, pequeña..."

Dimos la vuelta a una esquina y me encontré frente a un callejón sin salida, al final se veía una puerta de garaje.

"Ahí detrás, estar el club... ser privado... secret..."me dijo el que llevaba la tarjeta, enseñándomela.

Llegamos a la puerta y uno de ellos saco una llave, abrió y pasamos a obscuras a una especie de nave.

Cuando encendió la luz, era una especie de habitación para un par de coches, había unos camastros, ropa, un par de motos...

Hice ademán de salir, "pero yo...".

"No tía", me dijo el que parecía el jefe, sacando una navaja. "tu no vas a ningún sitio, al menos de momento, hasta que nos des la pasta que llevas... el money... y nos hagas algún favorcito..."

"Por favor... no hacerme daño...", Les dije resistiéndome un poco. Después de todo aunque empezaba a apetecerme que me follaran aquellos tres gachos, quería, sin pasarme, hacerme la estrecha a ver como iba el tema.

Me sujetaron entre los otros dos, y este con la punta de la navaja, con una maestría envidiable me fue desabrochando los botones de la blusa...

"esto es canela pura... tíos... mirar que par de melones... y que portatetas más sugerente..."

"ese me lo quedo yo", dijo uno de los otros...

"Estas agilipollao, para que nos pille la poli... anda tío".

Me cachearon en busca de la cartera o el dinero aprovechando para sobarme bien el culo y el coño.

No llevaba mas que el dinero, pues la documentación, me la había dejado en el coche en el parquing.

"Bueno tíos, solo cinco mil... nos va a pagar cinco mil pelas por hacérselo los tres, le va a salir barato a la guarra esta, pero no se olvidara de nosotros.

Me llevaron medio a rastras, yo seguía resistiéndome un poco para darle morbo, mientras les chapurraba que no me hicieran daño...

"no, si precisamente daño no te haremos..."

Entramos en otro cuarto, con una cama grande desvencijada, sobre la que me tiraron tras quitarme la blusa.

Yo los miraba y pensaba que si pasaba el limite de resistencia tendría problemas, pero si en cuanto me intentara follar el primero, me dejaba llevar, lo iba a pasar en grande...


"mirarla colegas... no os apetece metérsela..."

"Por supuesto!...quien va primero..."

"un momento tíos, que se nos desnude ella sólita..."

"Eh tía ponte de pie...", Como hice que no le entendía, vino y me levanto de un tirón de la cama..."fuera ropa... !", Me dijo desabrochándome el pantalón... yo me lo quite lentamente...

"Acerté colegas... no lleva bragas... !" Dijo uno de ellos.

"Ahora el sujetador... !"dijo el jefe señalándome el pecho.

Me lo quite y lo deje caer al suelo.

Me sentí excitada, asustada, temerosa... fueron muchas sensaciones allí de pie frente a aquellos tres punkys, que en unos momentos me iban a poseer con la fuerza de sus 20 años y alguna mas debido a la excitación.

Me los quede mirando mientras hacia que escondía mis vergüenzas...

"quieta guiri... que te veamos bien..."

Y acercándose comenzaron a dar vueltas a mi alrededor, mientras se quitaban las camisas, dejando ver a pesar de su apariencia unos torsos bien proporcionados y fuertes.

Se alejaron de mí y comenzaron a desabrocharse los pantalones, los tres al tiempo, se los bajaron de un tirón, solo uno llevaba calzoncillos, que cayeron junto con los pantalones, y entonces me quede estupefacta.

Ante mis tres herramientas de las que hacen época...

martes, 24 de agosto de 2010

ESPOSA BLANCA, ESCLAVA EN AFRICA (X)

Esclava Blanca en África X


Como un sueño

Unos minutos después aparecieron las dos esclavas jóvenes que ya conocía. Me levantaron del suelo y me ayudaron a salir del establo.

Caminamos por una especie de jardín hacia una choza de madera y cáñamo. Era como media mañana y el sol empezaba a calentar, había perdido totalmente la noción del tiempo, me parecía que llevaba ya meses en aquella tierra y mi cuerpo de esclava empezaba a identificarse con su trato. A veces sentía que necesitaba más castigo, sin el me sentía inactiva, como inútil. Sacudí al cabeza tratando de quitar esos pensamientos de mi mente.

Entramos y la estancia era bastante agradable, una enorme bañera de hierro rebosante de agua con espuma y perfume me llamo la atención, las chicas con suavidad me llevaron hasta ella y me introdujeron dentro.

Echaron una especie de esencias y líquidos y note una enorme mejoría en mi maltrecho y maltratado cuerpo, ellas mismas se desnudaron y entraron dentro de la bañera.

Empezaron a acariciarme y a pasarme unas suaves esponjas por todo el cuerpo, lavando mi pelo, mi sexo en el que note se detenían las dos con delicadeza empezando a producirme una agradable sensación de placer.

Una vez me hubieron limpiado bien a fondo pero con gran ternura y delicadeza las dos se dedicaron a acariciar y besar cada parte de mi cuerpo, en un momento determinado una de ellas me miro fijo a los ojos, tenia unos enormes ojos negros, y avanzando muy despacio, empezó a besar mi boca.

Yo nunca había sentido algo así, aquella joven y suave boca buscaba mis labios y su lengua trataba de abrirlos, algo que enseguida consiguió. Su lengua se introdujo en mi boca y rebusco pro cada rincón mientras la mía también se activaba y pronto ambas estábamos unidas por un profundo beso.

Mientras la otra chica había ahuecado mis piernas y se detenía con delicadeza en mi sexo, donde pronto su boca empezó a chupar mi clítoris y labios, logrando entre las dos hacerme llegar a un estado de placer y satisfacción increíbles.

Hubiera dado lo que fuera para que aquello siguiera durante horas, pero con suavidad una vez lograron arrancar de mí un par de orgasmos, las dos jóvenes salieron de la tina y tras recoger sus ropas abandonaron la estancia.

Me quedé relajada, disfrutando, de aquella sensación de aquel placer generado por aquellas hermosas jóvenes cuya piel negra yo también disfrute, aunque ellas eran las que dominaban la situación, me gustaba ser dominada en todos los aspectos.

Se abrió la puerta y apareció mi amo. Por un momento mi placer, mi relax se volvió tensión y miedo.

"No temas zorra…" me dijo con voz melosa "también tengo un lado sensible y es ahora el tiempo de probar a mi puta esclava como una autentica mujer" se desnudo y se metió en la tina conmigo.

"Después del placer que te han dado mis zorritas, imagino que estarás receptiva a sentir a un buen macho como yo ya aportarte como una autentica hembra" y se acerco a mi acariciando y besando mi piel.

Como ya había dicho, mi amo a pesar de parecer un hombre mayor, gozaba de un magnifico aparato que ya estaba en plenitud. Me hizo un gesto para que mi boca tomara contacto con aquel pene y sin rechistar lo introduje en mi boca. El mientras acariciaba mis tetas y mi cuerpo.

"Sin duda sabes hacer disfrutar a un hombre del sexo, y estoy logrando hacerte una buena esclava física, con lo cual cuando vuelvas a tu mundo, tendrás un gran futuro como puta esclava y podrás vivir tu y tu amo de lo que has aprendido y perfeccionado aquí" me decía mientras yo seguía mamando bajo el agua y el me acariciaba.

Con una suavidad que me sorprendió, cogió mi cabeza y retiro mi boca de su enorme pene, me hizo poner a cuatro patas apoyada sobre el borde de la tina y con una suavidad increíble me penetro de un solo golpe hasta hacerme sentir sus testículos entre mis muslos, mientras me acariciaba y besaba la espalda.

"Una buena esclava como tu, también merece unos momentos de placer y sexo agradable como premio por su entrega y dedicación, pero aprovéchalos pues aún antes de volver a tu mundo, deberás pasar algunas duras pruebas más" y siguió empujando con ternura pero con firmeza, haciéndome sentir su enorme aparato dentro de mi sexo, llenándolo por completo.

Me bombeó durante largo rato, incluso me hizo volverme y tumbada sobre la tina me levanto las piernas para ensartarme más profundamente y poder ver mi cara de placer y disfrute. Yo también le miraba, era un hombre atractivo y guapo a pesar de aparentar ser mayor, y sus profundos ojos me imponían respeto pero también seguridad.

Me hizo un gesto de que me acercara a su polla una vez la saco de mi coño, y me imagine que llegaba el final. Efectivamente un enorme chorro de leche inundo mi boca casi atragantándome, pero el me obligaba a seguir con su aparto dentro de mi boca "traga, trágate toda esta leche, que sin duda disfrutaras de ella". Así lo hice, hasta que sus espasmos se detuvieron, y entonces con tranquilidad el salio del agua.

No había visto a las dos jóvenes que ahora con un taparrabos esperaban con una especie de manto al hombre que salía del baño y al que cubrieron con él, luego le acompañaron a la salida de la choza y volvieron junto a mi.

Me ayudaron a salir del agua, me secaron y perfumaron y me vistieron con un taparrabos de cuero y unas cintas del mismo material que ataron por debajo y alrededor de mis pechos, uniéndolas por detrás de mi cuello, como en forma de sujetador pero con los pechos al aire.

Me pusieron unas sandalias también de cuero y después me ayudaron a salir fuera.

Caminamos hacia una especie de prado donde pastaban algunos caballos, vi entonces a mi amo, sentado como en un trono de madera, con esclavos a su alrededor que le abanicaban y procuraban sombra con unas sombrillas de colores.

A su lado estaba el capataz, con un taparrabos de cuero, botas de montar y el temido látigo de cuero en su mano derecha.

Las jóvenes me acompañaron ante mi amo.

"!arrodíllate ante él¡" me grito el capataz haciendo restallar el látigo en el aire.

Así lo hice y mi amo se levanto, se acerco a mí y me hizo levantar.

"Ha llegado el momento de tus últimas pruebas como esclava y de esas últimas pruebas se encargara mi capataz." Sentí una gran angustia.

"Desde este momento el pasa a ser tu dueño y tu su propiedad, yo ya no ejerceré ningún tipo de control ni dominio sobre ti, ni para bien ni para mal, y hasta tu regreso a tu lugar de origen, el acabará el entrenamiento y trabajo pactado por tu autentico amo y señor que te trajo aquí para ello."

Hizo un gesto y por fin pude ver a Hans, junto a sus dos amigos que estaban filmando.

Hans llevaba un pantalón corto vaquero, una camisa caqui un enorme sombrero de ala ancha con botas de montar. Me hizo un gesto con la cabeza.

"Bien, llego ese momento" mi amo, cogió mi mano y se dirigió al capataz "es tuya, termina sin ningún tipo de restricciones el trabajo para el que estas preparado" y me hizo inclinar ante el capataz.

Este sonrió, hizo una inclinación de cabeza a su jefe y cogiéndome del brazo me llevo al centro de la pradera. "Ahora si nos divertiremos" me dijo entre dientes.

Hizo un gesto y una de las jóvenes le alcanzó un collar de cuero, una especie de capucha con un agujero en lo alto y una larga cinta de cuero.

La propia joven me coloco la capucha con abertura solo para mis ojos y nariz, y por cuyo orificio superior saco mi pelo en forma de cola de caballo.

Después me colocó el collar de cuero que unió por una trabilla a la cinta de cuero, cuyo extremo entrego al capataz. Este extendió la mano, y la otra joven le dio una especie de consolador terminado en una cola de caballo, con unas cintas a los lados.

Mientras una de las chicas sujetaba las riendas, el me hizo inclinar y se parándome la nalgas, me escupió en el agujero del culo, después sin avisar me enterró de un solo golpe la cola de caballo, haciéndome gemir de dolor, fijo las cintas por delante de mi pubis y me hizo levantar.

Entonces sin mediar palabra le vi coger dos campanillas terminadas en unas pinzas dentadas que sin miramientos colocó en mis pezones causándome un gran dolor notando como desgarraban mis areolas. Sonrió satisfecho al ver me gesto de dolor, tras comprobar que las pinzas habían quedado firmemente sujetas a mis pezones con un movimiento de tirón.

"No diré las cosas mas que una vez" me dijo tirándome del pelo"empieza a correr a trote ligero en círculos a la distancia que yo te marque de la cinta, como una buena yegua" y me dio unas palmadas en el culo.

Así lo hice y me vino a la mente la imagen de los caballos en los picaderos cuando corren en círculo para su entrenamiento, se iniciaba una nueva fase de mi entrenamiento. Estaba entretenida en mis pensamientos cuando oí retallar el látigo y su punta golpeo con fuerza mi espalda.

"Corre mas puta yegua, quiero que luzcas tus capacidades" mientras yo corría en circulo y mis pechos votaban y saltaban desbocados, el látigo seguía restallando y alcanzando mi espalda y glúteos, haciéndome seguir un ritmo de carrera que empezaba a agotarme.

Hacia ya tiempo que había perdido mis sandalias, por lo cual mis pies estaba también magullados y doloridos por el esfuerzo y la tierra.

El ritmo cada vez era más rápido y los latigazos más duros y seguidos, mi espalda y nalgas estaban de nuevo al rojo.

Pasados unos minutos me hizo parar y me indico que levantara las rodillas hasta la vertical alternativamente. Así hube de dar varias vueltas a su alrededor, mientras los presentes aplaudían y jaleaban.

Me hizo detener y en medio de todos ponerme a cuatro patas. Me colocó entonces un bocado con unas cinchas y agarrándolas se sentó sobe mi espalda tirando hacia atrás de ellas.

"Camina sin derrumbarte pues si lo haces recibirás 25 latigazos sin piedad."

Trate de mantener su peso mientras caminaba y el me daba en los costados con las botas, pero inevitablemente mi aguante tenia un limite y caí a tierra.

"levántate zorra" me dijo tirándome del pelo.

Una vez en pie me hizo separar las piernas y poner los brazos en mi nuca para evitar que el pelo tapara mi espalda.

"serán 25 gloriosos latigazos que espero cuentes en voz alta"

Uno a uno y cantados entre gritos y sollozos los 25 latigazos más duros y espeluznantes que había recibido desde mi llegada fueron cayendo sobre mi espalda, que note húmeda por la sangre que alguno de ellos me provocó.

Después volvió a hacerme correr en circulo a su alrededor, acortando o alargando la cinta con la que me guiaba, haciéndome tropezar con sus tirones hasta caer agotada al suelo.

Entonces me ato las muñecas y los tobillos, y me dejo en medio del prado a pleno sol mientras todos se retiraban a una sombra cercana donde bebieron y comieron sin prestarme atención.

Me sentía desfallecer y me parecía estar viviendo un sueño, lleno de dulzura y placer hacia tan solo unos minutos, y ahora como un animal tirada a pleno sol, mientras mi espalda en carne viva sangraba y mi cuerpo me sorprendía pidiéndome más castigo, necesitaba la acción de sentirme maltratada, mi cabeza empezaba a dolerme.

domingo, 22 de agosto de 2010

MANUAL DEL MARIDO (Cornudo) FIEL (XIV)

DEL DÍA A DÍA (Donde se cuentan las premisas para ser un buen marido cornudo… y disfrutarlo)




Está demostrado que los primeros tiempos de casados son en la mayoría de los casos problemáticos a nivel económico, pero si has seguido nuestro manual y has logrado que tu mujer alcance un buen nivel, tienes un importante activo, que te ayudara en muchas de las situaciones del día a día.

Por ejemplo a la hora de gestionar una hipoteca:

Procura buscar un banco con un director de mediana edad. Cerca de la jubilación y a ser posible con mayoría de personal masculino en la sucursal, aunque tengas que buscar mucho merecerá la pena.

Haz que tu mujer, ya acostumbrada, luzca muy sexy y atractiva cuando vayáis a pedir un préstamo o a gestionar la hipoteca, y si ves que el director, apoderado, etc, la miran con deseo, conseguirás jugosas ventajas fiscales y económicas a cambio de añadir “experiencia financiera” al currículo de tu mujercita.

Tras un par de visitas convence al director de que vaya a cenar a casa para firmar el contrato, si esta casado invitale a ir solo guiñandole un ojo que si no es tonto él lo entendrá, y allí en vuestro terreno ella sabrá como actuar, pero por si acaso una pista: tras una buena cena a la hora de las copas, ella debe empeñarse en enseñarle la casa, por si quiere estudiar una revaloración del préstamo o la hipoteca y mientras tú te quedas en el salón ella hará el recorrido procurando terminar en el dormitorio.

Si escuchas jadeos o tardan en regresar de la “visita” es que esta está siendo productiva.

Quizá esa noche ella no quiera sexo contigo, pero te dirá que la hipoteca os queda con un alto descuento pero con la condición de ser ella la que trate a partir de ahora con el director del banco.

Si además esa noche quiere sexo, la jornada habrá salido redonda.

Desde ese momento deja todas las gestiones económicas a tu mujer, pues se demuestra una vez más que pueden más “dos tetas que 100 carretas”.

El teléfono, el gas, el agua… que ella se encargue de todo y procura, aunque trabaje, que cuando vengan a casa para instalar cualquier historia sea ella quien los reciba, aunque luego este unos días “irritada” y te cierre las piernas.

Algún precio hay que pagar, no seas ansioso.

Cuando equipéis la casa piensa en la comodidad de tu mujer… y en la tuya, así que compra una mullida alfombra para el dormitorio, pues en invierno te tocara dormir en el suelo muchas noches mientras tu mujer se calienta en la cama con sus amantes.

También busca un buen sillón cama para las noches que ella te desterrara al salón mientras retoza con sus machos en vuestro dormitorio.

Y no olvides cuando compres estos enseres, necesarios para tu comodidad, que sea ella quien los elija tras probarlos adecuadamente en la tienda con el vendedor, ella solo se preocupara por tu confort.

viernes, 20 de agosto de 2010

TRIPLE (II)

TRIPLE FOLLADA (II)




Luego se fue al baño a lavarse y unos segundos después ella se incorporaba al baño empezando a acariciarle el torso, la espalda, las nalgas. Estaba realmente caliente y quería que él la follara sin parara mientras estuviera allí. Era consciente de que él debía volver en unas horas a su casa con su familia y ella pasaría el resto de la noche sola en la habitación recordando lo vivido, antes de que el volviera a primera horade la mañana para darle "un buen desayuno" y después ella volara a casa como si nada hubiera pasado.

Se metieron en la ducha y tras enjabonarse y acariciarse el juego comenzó otra vez, el agua caía sobre sus cuerpos, ella se agacho y empezó de nuevo a comerle la polla, como le gustaba aquel miembro y como no, sabia lamerlo y mamarlo para arrancarle verdaderos espasmos de placer.

Cuando volvió a estar listo, él la volvió poniéndola contra la pared y muy despacio, esta vez por el coño, empezó un rítmico mete saca que ella acompañaba con golpes de pelvis buscando en cada envite sentir su polla lo mas dentro posible.

Así estuvieron muchos minutos, mientras el cambiaba de postura, levantándole una pierna e incluso volviéndola de frente para pode ver su cara y sus ojos cuando ella empezó a tener nuevos orgasmos y el aguantaba el tirón tratando de tenerla muy caliente hasta el momento de volver a dejar su leche en su interior.

Al cabo de unos minutos ambos estallaron a la vez y tras quedarse abrazados bajo la ducha que seguía cayendo sobre sus cuerpos, decidieron darse un respiro.

En ese momento sonó el móvil de él. El miró al pantalla le hizo un gesto de fastidio, le hizo una indicación de guardar silencio y contestó. Era del trabajo y le requerían urgentemente un viernes por la tarde cerca ya de las nueve, para un problema surgido. Ella se empeño en acompañarle y tras vestirse rápidamente los dos, salieron hacia la oficina.

Ella le dijo que aparcara un poco mas lejos de la oficina y le esperaría en el coche. Así lo hicieron y tras media hora de espera el la llamó para decirla que podía subir pues debería resolver unos temas pero ya no había nadie en la oficina.

Al llegar a la recepción del edificio se encontró con un vigilante de unos treinta años, moreno alto, atractivo, pensó ella, que la sonrió cuando ella le indico a que planta y oficina iba. Se ofreció a acompañarla, pero ella dijo que no era necesario.

Entro en el ascensor. Piso 17.

Cuando llegó al despacho, el estaba tecleando en el ordenador. Rodeo la mesa y la beso en el cuello. La mano de él se coló bajo la falda y noto su húmedo coño que no llevaba bragas. La acarició mientras terminaba un informe y lo enviaba por coreo electrónico.

Luego se levantó y tomándola por los hombros la beso con pasión mientras la sentaba en el borde de la mesa. Ella busco bajo la cremallera del pantalón hasta sacar fuera el grueso falo de él, que la apartó un momento para ir a cerrar la puerta del despacho.

Cuando volvió ella se arrodillo ante él y empezó a chuparle su aparato. Oyeron ruidos y entonces él se fue a su mesa sentándose mientras ella se colocaba debajo de la mesa y seguía chupando aquel manjar de chocolate.

Unos segundos después el vigilante llamaba a la puerta.

"Sr.... está Ud. ahí"

"Si gracias, ¿pasa algo?" dijo él entrecortada la voz por el placer que ella le daba desde debajo de la mesa.

El vigilante entró y se sorprendió de no ver a la mujer "No estaba Ud. acompañado" pregunto con un deje de malicia "Ah, si... está en el servicio..." dijo él, mientras ella jugaba bajo la mesa con su aparato cada vez más duro...

"Bien solo le traía estos papeles que acaba de traer un mensajero para ud”, dijo el hombre acercándose a la mesa.

Ella podía ver desde su escondite hasta la cintura del vigilante y no sabía bien porque, quizá el imaginara algo de lo que estaba pasando, noto un bulto en su pantalón que le delataba.

Su amante recogió los papeles y el vigilante salió del despacho cerrando la puerta.

jueves, 19 de agosto de 2010

UNA ZORRA PARA DOS (IV)

(IV)


Roxana aguantaba los envites cada vez más fuertes de Marco sobre su coño. Pero estaba segura de que si el no se corría pronto, no podría aguantar mucho más.

Marco seguía empujando cada vez con más fuerza mientras tumbado sobre la espalda de ella, masajéaba, amasaba, e incluso a veces apretaba hasta hacerse el mismo daño aquellas bamboleantes tetas, haciéndola gritar cuando la presión de sus manos sobre los pechos de ella era tan fuerte que parecía que la carne se escaparía entre sus dedos, y aquellos calientes globos estallarían.

Él recordaba que Joan le había comentado alguna vez que Roxana habría estado un fin de semana con un amigo que había empezado a entrenarla en las técnicas del sado, por ello seguía apretando aquellas tetas sin piedad mientras bombeaba sobre el coño de la mujer de su amigo.

Cuando por fin se corrió en sus entrañas siguió envistiendo con la intención de hacerla caer, para así poder azotarla. Cuando parecía que no lo conseguiría, ella fruto del cansancio, de aguantar los empujones y el peso de aquel macho se dejó caer de bruces sobre la cama.

Entonces Marco no quiso cometer errores recordó donde guardaba su amigo el látigo, pero prefirió coger su propio cinturón y sin darle tiempo a reaccionar comenzó a golpearle con él las nalgas.

Roxana dio un respingo con el primer correazo... " que haces estás loco " e intentó levantarse, pero Marco la volvió a empujar sobre la cama... " te dije que si no aguantabas te castigaría... Y es lo que voy a hacer... " y diciendo esto comenzó a descargar su cinto sin contemplaciones sobre la espalda y las y nalgas de ella.

Roxana se revolvió... " espera un momento... Sí vas a castigarme hazlo con algo que no deje huellas... " y volviéndose sobre un costado la señaló el armario... " ahí en un rincón hay un látigo de siete colas con el que Joan me azota algunas veces... Y en el cajón de la mesilla unas esposas con las que me ata a la cama... " dicho esto volvió a tumbarse boca abajo sobre la cama pero esta vez con las piernas y brazos en cruz esperando ser atada.

Marco no podía creerlo su sueño se estaba cumpliendo pero incluso ella se prestaba a ser su esclava.

Sacó el látigo del armario y lo dejó sobre la cama luego sacó las esposas del cajón y ato sus muñecas al cabecero de la cama, después hizo lo mismo con los tobillos atándolos a las patas traseras de la cama.

Observó aquel cuerpo totalmente estirado en cruz ofreciéndole sumisión.

Tomo el látigo con la mano derecha y comenzó suavemente a golpear la espalda, las nalgas, y los costados de aquella mujer, hace unos minutos orgullosa y rebelde y que ahora se brindaba a él.

Conforme el látigo caía sobre aquella blanca piel está iba tomando tonos primero rojizos y luego púrpura. La piel parecida en el límite de su aguante. Cuando creyó que el castigo era suficiente, Marco dejó el látigo sobre la cama y se fue al baño. Mientras se duchaba pensó que por hoy era suficiente y que muy pronto la tendría totalmente a su disposición incluso para aquellas orgías con las que soñaba Joan.


Una vez regresó al dormitorio ella continuaba en la misma posición.

Se fue vistiendo lentamente mientras contemplaba aquel templo de placer y deseo. Rememorando su sueño y antes de ponerse la chaqueta, le dio dos fuertes azotes con la mano abierta en ambas rojizas y doloridas nalgas arrancando un gemido de su garganta.

La contemplo despacio, las marcas de su espalda y su culo que sin duda Joan vería y le excitarían. No había escatimado en la fuerza y sucesión de los latigazos, que ella al principio había tratado de esquivar en oro excitante ejercicio físico de aquella espectacular mujer, y que al final acabo, por cansancio y quizá por el propio placer, aceptando solo gimiendo en cada impacto sobre su piel.

Luego se acercó a ella y retirando el antifaz, dejó junto a su cara un billete de 5000 pesetas mientras sonriendo le decía": este es tu precio, dáselas a tu marido, por haberme permitido disfrutar de ti ".

Unos minutos después Marco conducía su coche devuelta a su oficina cuando de pronto sonó su móvil.

Aparcó a un lado y miró quien le llamaba su amigo Joan": lo has pasado bien cabroncete, al menos podrías haberla desatado, el fin luego quedamos y me lo cuentas. Ahí sigue y parece que ella también lo ha pasado bien. AHORA LE VOY A DAR YO UN REPASITO, ENHORABUENA CAZADOR " y colgó.

Aquella noche los dos amigos cenaron juntos celebrando la realización de su sueño.

La mujer de Joan durmió atada a la cama y desde aquel día un par de días por semana Marco la visitaba en su casa y otro día la hacía acudir vestida como una puta, en pleno día, a su oficina en plena castellana de Madrid disfrutando de ella cuanto quiere mientras ella piensa que su marido no lo sabe, hasta que un fin de semana y desde entonces un par de ellos al mes ambos, Marco y Joan, la comparten durante horas mientras la preparan para el gran sueño de los amigos: una gran orgía con tres o cuatro hombres más todos contra ella, y por sorpresa.

Pero como fue el primer fin de semana con los dos y su gran sueño será otra historia que os contaré en otro momento.