(Capítulo VII: Paseando al perro, segunda parte)
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Mi jefe me felicito al final y tras una serie de preguntas de los presentes se dio por terminada la reunión.
Al terminar el director me dijo que le acompañara a su despacho, cosa que hice.
Me cedió el paso y tras decir a la secretaria que me miraba con cara de envidia, que no le molestara nadie, cerró la puerta tras nosotros.
Me indico un como tresillo para sentarme:
"Póngase cómoda... quiere beber algo?"
"No gracias" contesté mientras me sentaba displicente y observaba como la mirada de mi jefe iba de mis piernas a mis pechos y viceversa.
"Vera…" comenzó, "en esta empresa estamos muy contentas con su trabajo.
"En menos de un mes ha logrado Ud. El mismo número de cuentas que el resto de ejecutivos juntos, y la verdad es que estamos sorprendidos. No me negara que esto puede provocar algunas envidias dentro del departamento, por lo cual, manteniéndola su sueldo evolutivo, y sus comisiones en función de las ventas que se hagan desde este momento, quiero proponerla jefe de ejecutivos y subdirectora de zona, en estrecha colaboración conmigo y con don Manuel Valiente, que será su inmediato superior después de mi...que me contesta?"
Me quede alucinada pues no sabía a donde quería llegar, pero el reto, metida en mis otras historias me gustaba. Seguro que ya no podría llevarme tantos clientes a la cama, pero podría ser interesante ascender..."tengo que pensarlo", le conteste.
"Por supuesto...por supuesto...", me respondió sentándose junto a mí en el sofá, por lo cual mi escotada, y ahora por la postura, ahuecada blusa le permitía una "bonita" panorámica de mi pecho derecho.
"Quiero que sepa que han llegado hasta mi rumores de que su trabajo no sigue unas líneas tan ortodoxas como las que ha expuesto hoy en la reunión, pero mientras no impliquen a la empresa directamente y tengan ese nivel de contratación, no me importa saber sus tácticas de venta."
Que cabrón, pensaba yo para mí, no quiere saber si me acuesto o no con los clientes, pero quiere que lo siga haciendo.
"En su nuevo cargo tendrá Ud. acceso a personajes muy importantes e influyentes, por ello le advierto de la discreción, y tacto que deberá mantener en sus relaciones...", dudo un momento mientras miraba con más interés mis pechos,"...profesionales, y por tanto pensar en su propia imagen y la de la empresa."
"Ya lo creo don José", conteste, "no se preocupe que si acepto seré consciente de ello."
"Quiere Ud. decirme algo o hacerme alguna pregunta", me respondió.
"No don José", le conteste.
"Bien, pues entonces voy a pasar a explicarle un delicado asunto", y mientras me decía esto se revolvió inquieto en el sillón.
Ya esta!, pensé yo, quiere acostarse conmigo...
"Ud. dirá don José", le alenté.
"Hay una importante empresa de cosméticos, cuya cuenta seria de gran nombre y reputación para esta empresa.", y me miro detenidamente, "y hemos pensado que quizá debido a sus brillantes logros, deberíamos dejársela a Ud. con el fin de captarnos dicha cuenta"., volvió a hacer una pausa, mientras yo me preguntaba dónde estaba el truco, "pero sucede que hemos comprobado que todas sus nuevas cuentas de un mes a esta parte, son de empresas dirigidas por hombres...
"Y bien..." le interrumpí.
"Que esta cuenta que quiero que nos consiga es de una empresa dirigida por una mujer...me entiende?", y me miro de forma picara.
¡Acabáramos!...esa era la trampa, si no podía sacar esa cuenta, por no poder usar mis encantos, seguro que caería en desgracia y adiós subdirección...pero este tipo no me conoce a mi cuando me pongo persuasiva sean hombres o mujeres..."bueno don José, eso no será ningún problema...Ud. míreme"...
El pobre se puso colorado...
"que ve?", le inquirí inclinándome hacia el...seguro que ahora veía mis dos pechos y quizá hasta el tanga a través del escote de mi blusa...insistí, "que ve!"...
Respiro confundido..."...pues no se a que se refiere..."
"Pues que soy una mujer moderna, que usa cosméticos y vive al día, por tanto sé muy bien cómo abordar a esa señora...Ud. no se preocupe, déjelo de mi cuenta, y pronto la contaremos entre nuestros clientes...algo más?..."
Ante esta última pregunta dio un respingo...y advertí que si pudiera me pediría a gritos que me desnudara allí mismo, pero se controlo..."...bueno, pues...nada más, que tenga suerte y cuando se decida por la otra proposición que le he hecho, me da Ud. una respuesta..."
"...que proposición, don José..?", le dije maliciosamente mientras me ponía en pie, inclinándome ante él, con lo cual esta vez seguro que a través de mi escote vio hasta la punta de mis zapatos...
"...mujer como es Ud.,... la de la subdirección, evidentemente..."
"evidentemente", respondí yo sonriendo.
"Bien señorita...", me dijo levantándose también, "...espero pronto tenerla directamente bajo mis órdenes...", se paro al darse cuenta del sentido doble de la frase,"...profesionales...", añadió rápidamente, estrechándome la mano mientras su vista se perdía en mi escote.
"...estaré encantada de poderle satisfacer plenamente...", le respondí burlonamente.
Se dio cuenta y se revolvió incómodo..."que tenga un buen día", me despidió sin más quizá para no verse pillado en el divertido juego de palabras al que le estaba llevando...
"Yo siempre lo tengo...", apostille y salí del despacho.
Decidí tomarme el día libre, hasta las siete en que debía cumplir mis obligaciones de "perrita guardiana".
Estuve de compras y luego me fui a un restaurante de la plaza mayor.
El día era espléndido y decidí hacerme pasar por turista.
Tras chapurrearle en un fingido castellano al joven camarero que quería comer algo típico, me trajo una ración de jamón, una botella de vino y una tortilla de patatas.
Mientras me servía sonreía y pensando que no le entendía, se asomaba a mi escote mascullando burradas. "vaya par de tetas!...pero hija como puedes andar por ahí sin que alguien te tumbe...!, o seguro que ya te han tumbado unos cuantos...!
"Gustoso te arreglaba yo el cuerpo...y habrá que verla entera en pelotas...para que luego digan...si es que estas tías se merecen que las follen constantemente...mira por donde voy a tener que ir a pelármela al servicio...con lo a gusto que se la metería ahora mismo hasta los cojones!..."
Tras pagar divertida y escuchar algunas burradas más a lo largo de la comida, decidí pasar por mi piso de Madrid, para recoger el correo, y ver como estaba todo.
Al llegar me encontré a unos albañiles que estaban trabajando en otro piso, al lado del mío.
Subí con ellos en el ascensor y el olor de sudor y tabaco de aquellos hombres, que diré de paso que no cumplían ya los cuarenta, me excito muchísimo, pero no podía insinuarme, pues bastante tendría con mi turno de guardias y mi ronda canina.
Llegue y me quite el vestido, tumbándome sobre un sillón aun cubierto de sábanas, mientras repasaba el abundante correo que se había amontonado, y tras prepararme un baño.
Vi un sobre dirigido a mi marido sin más señas ni remite, escrito a mano, sin duda por una mujer, pero no estaba para celos así que no lo abrí y lo puse en una bandeja con muchos más para cuando regresara dentro de unos días mi marido.
De pronto sonó el timbre de la puerta.
"quien será ?", pensé, mientras me ponía una toalla por encima de mi desnudo cuerpo.
Mire por la mirilla y vi a los dos albañiles con los que había subido en el ascensor, me quede sorprendida.
Abrí expectante.
"Buenas tardes, que desean?", pregunte mientras observaba sus caras de sorpresa.
"Vera señorita, es que estamos aquí al lado trabajando y se nos ha caído una herramienta en su terraza..."se quedaron dudando un momento, "podemos pasar a buscarla?".
Les mire divertida, "por supuesto!", y les franquee el paso, mientras sujetaba mi toalla de forma que pudieran verse parte de mis morenas carnes.
Cerré la puerta y les vi titubear en el hall.
"Esperen yo paso delante y les enseño… " he hice una maliciosa pausa…" …el camino", les dije mientras pasaba delante de ellos con lo cual la toalla que me cubría por delante apenas lo hacía por detrás y así aquellos hombres podían disfrutar de una buena vista de mi desnudo culito.
Me volví de pronto y les sorprendí absortos en mis redondeces, "en que terraza ha caído?"
Se vieron sorprendidos..."pues no sé", dijo uno de ellos, "cuantas terrazas tiene?", pregunto el otro ambos sin mirar más arriba de mi cuello.
"Veamos", respondí yo divertida, "empezaremos por el dormitorio", dije mientras ellos me seguían.
Entramos en el, y aun sobre la cama mi vestido y mi ropa interior, de la que no perdieron detalle.
Se asomaron a la terraza.
"No aquí no está", dijo uno de ellos.
Después fuimos al salón y allí estaba lo que buscaban, aunque sin duda lo que ellos buscaban era verme desnuda.
"Bien... es todo lo que querían?", les pregunte en tono pícaro.
"Si...si..., muchas gracias señorita y perdone las molestias"
Nos dirigimos hacia la puerta yo delante de ellos, y tras abrirles y ya a punto de cerrar, deje caer la toalla, con lo cual durante unos segundos pudieron verme desnuda antes de darles con la puerta en las narices.
Mire por la mirilla y les vi discutir:
"!seguro que quería marcha...!, decía el más joven de los dos, de unos cuarenta y pico.
"Tu siempre estas salido..., y si nos metemos en un lío?", le contestaba el otro.
"Bueno al menos tuvo el detalle de quitarse la toalla...y como esta de buena!...y que culito...", respondió el primero.
Se perdieron por el pasillo, y yo decidí tumbarme un rato.
Y me quede dormida...
Continuará...
UN LUGAR PARA LEER... APRENDER... ...Y DISFRUTAR... ...CADA UNO A SU MANERA. A PLACE TO READ... TO LEARN... AND TO ENJOY... EACH ONE TO THEIR WAY
BIENVENIDOS
Al placer y la lectura... la imaginacion la pones tu. To the pleasure and the reading... the imagination puts it your. (Nota: Busco dibujantes para convetir a dibujos o comics mis relatos, sin animo de lucro.) (Notice: I look for designers for convert to drawings, 3D or comics my stories, for free distribution) Visita, http://x3dstoriesvideos.blogspot.com/ Actualización de relatos y videos cada dos días, aproximadamente. Upload, stories and videos, every two days aproxymately
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lunes, 29 de marzo de 2010
DE FIEL CASADA A... (VII-II)
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martes, 26 de enero de 2010
CAZADOR NEGRO,PIEZA BLANCA (II)
LA CAZA
Y llegó el momento. El germen estaba sembrado, yo estaba deseando que aquel misterioso hombre disfrutara e hiciera disfrutar a mi mujer... y tal vez disfrutara de mí...
Me llamó para irle a buscar al aeropuerto y así lo hice, pero también me dio mi primera orden: que me metiera el consolador de mi mujer en el culo y sin sacarlo me pusiera unas bragas suyas y fuese de esa guisa a buscarle. Lo intenté pero tuve que decirle que me era imposible y muy incómodo, que prefería dejarle mi virginidad anal a él. No dijo nada y no supe si eso era buen o mal presagio...
Cuando le vi, me gustó como amante para mi mujer. Daba sensación de serenidad y misterio, pero también de experiencia en el terreno sexual, quizá lograra dominar sexualmente a mi mujer, ese dominio que yo tenía, hasta cierto punto, sobre ella, pero que ninguno de sus amantes había logrado, quería verla deseando que pasaran los 15 días para que él viniera a follarla y dejarse hacer por él lo que él quisiera... literalmente...
Le llevé al hotel y por el camino fuimos charlando.
Pero quizá sea mejor, que el mismo lo cuente...
Cuando llegué al aeropuerto era una hora más tarde de la hora en que había quedado con el cornudo pero él se había ofrecido muy sumiso a ser mi criado siempre que estuviese en Madrid así que no tenía importancia, incluso me gustó ver sus ojos nerviosos cuando le vi en la terminal.
Estaba absolutamente perdido y sin saber si largarse o esperarme pero haría lo segundo, seguro. Pensé: “éste cornudo es muy sumiso y obediente y puede ser un criado excelente...” me planté delante de él y le dije que nos íbamos y él casi sin saludar me llevó a su coche y una vez allí empezamos a hablar de ella. Me dijo que se había preparado muy bien cuando se había vestido por la mañana aunque seguía insistiendo en que no se dejaría tocar. Es un juego muy delicado porque en cualquier momento se puede perder a la presa si ella mentalmente se había preparado para no caer y más cuando el marido me comentó que el día anterior ella había estado follando un buen rato con uno de sus amantes... si era el caso probablemente estaría aún menos asequible, pero lo de la ropa interior prometía...
Llegamos al hotel y le dije al cornudo que aparcase el coche. Me fui a la habitación y le mandé un mensaje al móvil dándole el número. Cuando él subió le hice desnudar y duchar porque olía a sudor y a miedo, le ordené que se cepillara los dientes con estos cepillos de promoción del hotel... le dije que mi polla requería un trato especial y me encantó ver su cara cuando se lo decía... era algo que quería pero no pensaba que llegase tan pronto y le cogió de sorpresa. Luego no dejé que se vistiera excepto por las bragas negras y con unas tirillas a los lados, tipo tanga. A mí los hombres realmente no me excitan nada pero le debía a este cornudo una propina por sus esfuerzos y además pienso que de ahí puede nacer una relación que dará muchas satisfacciones y mucho morbo.
Me bajé bragueta y le di mi polla a chupar mientras cerraba los ojos y pensaba en su mujer, en lo que pensaría si supiese que a esas horas su marido estaba comiendo la polla al hombre al que soñaba con ver como amante de su esposa mientras llevaba sus bragas y ese pensamiento hizo que la polla tuviese de inmediato una erección de caballo y aquello pareció gustar al cornudo porque se afanó más en su labor tragando y tragando. Tuve que pararle porque no quería correrme en su boca... debía reservarme para el coño de su mujer porque si algo tenía claro era que si ella entraba en el juego habría que dejarle un muy buen sabor de boca para hacerla entrar en situaciones morbosas en el futuro.
Le despedí y me duché a mi vez. Quedaban cuatro horas para la cita a cenar puesto que ella había querido que fuese pronto con la excusa que no podía llegar muy tarde a casa y que no pensaba aceptar copas ni paseo después de cenar. Conecté el ordenador portátil en la habitación y me puse a trabajar pero con la cabeza puesta en lo que acababa de pasar y en lo que se avecinaba.... y se me puso como una piedra al pensarlo.
Llegué al restaurante a las 20.15 h y habíamos quedado a las 20.30. El restaurante es uno muy íntimo no lejos del hotel, no quería tiempos muertos esa noche, y tiene una especie de bodeguita de vino a la entrada para ir bebiendo mientras se espera. Lo que me gusta es que es muy enfocado al buen vino y por experiencia sé que la bebida de Baco siempre ayuda a ablandar las barreras que las mujeres se construyen cuando no quieren caer a la primera, por lo que se pueda pensar de su respetabilidad... sinceramente yo nunca pienso nada al respecto, no es lo que busco, al revés cuanto menos respetable es la dama en cuestión, sobre todo siendo casada, mucho mejor, aunque el juego de la virtud añade morbo a una conquista.
Ella entró a las 20.40 h, llevaba una blusa beige oscura, una falda negra hasta las rodillas, medias negras y una chaqueta negra. Es delgada, rasgos finos, morena, con ojos color verde oscuro, pechos rotundos y caderas contundentes....todo un manjar, una pieza que todo buen cazador, gustaría cobrar.
Nos pusimos a hablar del tema de las “coincidencias” y creo que se quedó tranquila al respecto, luego la conversación derivó por muchos derroteros mientras yo contemplaba sus labios y esos pechos se adivinaban. Le dejé caer que podríamos tomar una copa al salir, se negó. La invité a dar un paseo, nueva negativa. El tema se empezaba a enquistar y me quedé pensativo mirando sus pechos descaradamente... ella me preguntó que pensaba y le dije que si quería oírlo era para mayores de 18 años... le gustó y aunque cambió de tema vi que el vino empezaba a calentar el ambiente... y a ella.
Al salir sin embargo decidió que se iba a casa y tomó el taxi despidiéndose casi demasiado bruscamente, como si temiera quedarse más. Yo subí a otro taxi en dirección al hotel y le mandé un mensaje por el móvil “Las noches tan intensas como esta deben tener un final más cálido”. Ella replicó bastante cortante “Lo siento, es lo que hay”. Insistí: “habitación 454” y no hubo respuesta.
Llegué a la habitación y me desnudé. Me di otra ducha para relajarme y porque me encanta el olor de la limpieza, es como cambiar de escenario. Me tumbé en la cama a ver la tele y a pensar en ella y en el día tan extraño. En ello estaba cuando llegó un mensaje al móvil “abre la puerta sin preguntas”. Así lo hice y allí estaba ella, sus ojos verdes muy oscuros y entrecerrados y algo nerviosa.
La hice pasar, le quité el bolso y la chaqueta y le besé el cuello. Ni una palabra habíamos cruzado y no hacía falta. Aquella intensa erección volvía a mí y se notaba porque solo tenía una camiseta y unos calzoncillos tipo bóxer...
Aún con su espalda apoyada en mi pecho puse las manos en sus tetas hermosas y apreté mientras clavaba mi polla erecta en su falda. Ella cerraba los ojos y se dejaba hacer. Le quité la blusa poco a poco y desabroché la falda. Todo un espectáculo para los sentidos, cualquier hombre por marica que fuese tenía que notar un bulto en sus pantalones viéndola: Sujetador negro de encaje que le cubría lo justo hasta la areola de los pezones, tanga a juego con una tirita que se hundía en su culo, un body negro transparente y unos panties negros completos...a partir de ese momento fue un torbellino, la tumbé en la cama mientras que la besaba en la boca solo hubo una petición en un susurro “haz lo que quieras y por donde quieras, pero no te corras en la boca o lo estropeamos todo..” Le empecé a mordisquear los pezones mientras mis dedos se hundían por debajo de la braga hasta alcanzar un coño absolutamente mojado, chorreando sin parar y cuando metí dos dedos se contrajo desesperado en torno a ellos succionándolos, ¡¡era un volcán en erupción!! Le empecé a comer el clítoris y la rajita sin parar y la puse encima para que me fuese comiendo la polla mientras me deleitaba mojando además los dedos y metiéndole uno en el culo que ya había lubricado bastante bien con sus propios jugos. Ella estaba como loca comiendo y se retorcía encima de mí. Yo bajé la mano y aguanté su cabeza mientras le follaba bien la boca, hasta el fondo aunque teniendo cuidado de no correrme ahí para no cortarle el entusiasmo. La hice levantar y la llevé al lavabo, encendí la luz e hice que se apoyara en el mármol mirándose al espejo y así, con el culo tieso, le bajé las bragas y volví a meter tres dedos en su humedad, estaba a punto de estallar así que reemplacé los dedos con mi polla y aquello fue como una corriente eléctrica, se corrió en cuestión de segundos mientras yo le abría las nalgas con mis manos y seguía embistiendo mas y mas fuerte hasta que en uno de esos empujones la saqué y se la clavé en el culo directamente...ella se puso rígida, creo que le hizo daño al entrar pero no hizo más gestos hasta que estuvo bien enfundada hasta el fondo y entonces empezó a moverse mas y mas rápido, mas y mas violentamente y bajó la mano y se empezó a masajear el clítoris como una posesa. Era indescriptible y yo estaba a punto para la corrida de mi vida y me agarré fuerte a sus tetas, no me importo si le dolía, las estruje con violencia mientras la atraía hacia mí, tratando de metérsela lo más hondo posible de traspasarla… la atraje hacia mí al hacer la embestida final que le llegó realmente al fondo del culo, ella se corría un segundo después.
La saqué y me metí en la ducha para limpiarme un poco antes de seguir y ella entró conmigo y me cogió la polla con una mano y le pasó el chorro de la ducha. Le puso algo de gel y empezó a hacerme una paja mientras aquello se llenaba de espuma y cuando luego cuando la vio de nuevo a punto le pasó la manguera y se agachó hasta metérsela de nuevo en la boca. Empezó a mamar despacio al principio y yo notaba aquella boca caliente succionando y lamiendo con mucha calma. Notaba hasta la última vena de mi polla a punto de reventar y me senté en la ducha e hice que ella se sentase encima empalándose hasta el fondo en su coño que volvía a estar chorreando. Apenas había espacio y lo que hizo fue moverse en círculos mientras yo me agarraba de nuevo a sus tetas y empujaba. Aquella postura era la que mejor me iba porque podía retrasar mucho mi corrida y no tuve prisa en salir de ahí... ella tampoco. Estaba realmente haciendo lo que le apetecía. Descubriendo su vocación de puta.
Como pude llegué a la manguera de la ducha y abrí el grifo a tope y lo enfoqué hacia su clítoris. Aquello le gustó y empezó a hacerse una paja de nuevo mientras aquel chorro fuerte le masajeaba y yo empujaba mi polla lo más dentro posible en su interior. No sé cuanto duro pero tuvo una corrida realmente buena, intentó salir de encima de mí pero la retuve unos minutos más. Luego nos levantamos y me la llevé al borde de la cama. Se arrodilló con los brazos y el tronco apoyados en el colchón en el mismo sitio donde el cornudo de su marido me la estuvo comiendo unas horas antes y allí se la volví a meter en ese coño tragón. Otra vez lo hice fuerte, empujaba y me gustaba oír el sonido de su culo golpeando en mis caderas mientras la enfundaba sin cesar. Estaba en mi mejor momento y ella estaba a punto de correrse de nuevo. Impedí que bajase la mano y empujé más fuerte. Le dije que se corriera y la agarré de los hombros hacía mí apretando mucho. Ella estaba a punto. Le dije que me lo tenía que decir para hacerlo a la vez y cuando pensé que no iba a aguantar más y que volvería hacerlo antes que ella la oí diciéndome “ya, ya viene!!” y fue una explosión conjunta. Acabamos derrengados y nos acostamos en la cama a reponer fuerzas.
Ella estaba con ganas de seguir inmediatamente y empezó a besarme el pecho, pasó la lengua por los pezones y bajó hasta meterse la polla en la boca de nuevo con mas ansia que antes, empezó a ponerla dura de nuevo en cuestión de segundos y en ese momento se me pasó por la cabeza una locura. Mientras ella comía de una forma cada vez más acelerada le solté de sopetón: “lo del teléfono no fue una casualidad”. Ella paró de golpe y me miró a los ojos. Estaba encendida de furia: “¿De dónde lo sacaste?¿Quién te lo dio?”. “Alguien que desea saberte gozando, que disfruta cuando tú disfrutas”. Se quedó en silencio y aproveché para ponerme encima suyo y mientras le frotaba la polla le fui contando la historia del montaje y cómo su marido disfrutaba con ella aunque sin contarle las fantasías de sumiso de él, eso tenía que llegar por su propio peso. Cuando vi que empezaba a corresponder a mis movimientos le dije al oído: “¿Quieres que le llamemos y le das al sorpresa de oír como te lo estás pasando?” A ella le brillaron los ojos y asintió. La puse de lado, le pasé mi móvil y mientras ella marcaba yo la ensarté desde atrás aunque por el coño. Supe que él había contestado cuando ella le espetó de golpe “Lo sé todo. Me lo ha contado”. Le agarré las tetas y soltó un gemido “¿Oyes eso?” dijo mientras acercaba el teléfono a su coño y se masajeaba con él. “Es como suena cuando un hombre se folla a tu mujer, ¿te gusta oírlo?, pues escucha bien” y dejó el teléfono a un lado, me tumbó de espaldas y se sentó encima mientras gemía. Estaba teniendo un orgasmo intensísimo. Me apretaba la polla con su vulva de una manera brutal mientras yo la cogía de las caderas y la retenía bien adentro.
Y llegó el momento. El germen estaba sembrado, yo estaba deseando que aquel misterioso hombre disfrutara e hiciera disfrutar a mi mujer... y tal vez disfrutara de mí...
Me llamó para irle a buscar al aeropuerto y así lo hice, pero también me dio mi primera orden: que me metiera el consolador de mi mujer en el culo y sin sacarlo me pusiera unas bragas suyas y fuese de esa guisa a buscarle. Lo intenté pero tuve que decirle que me era imposible y muy incómodo, que prefería dejarle mi virginidad anal a él. No dijo nada y no supe si eso era buen o mal presagio...
Cuando le vi, me gustó como amante para mi mujer. Daba sensación de serenidad y misterio, pero también de experiencia en el terreno sexual, quizá lograra dominar sexualmente a mi mujer, ese dominio que yo tenía, hasta cierto punto, sobre ella, pero que ninguno de sus amantes había logrado, quería verla deseando que pasaran los 15 días para que él viniera a follarla y dejarse hacer por él lo que él quisiera... literalmente...
Le llevé al hotel y por el camino fuimos charlando.
Pero quizá sea mejor, que el mismo lo cuente...
Cuando llegué al aeropuerto era una hora más tarde de la hora en que había quedado con el cornudo pero él se había ofrecido muy sumiso a ser mi criado siempre que estuviese en Madrid así que no tenía importancia, incluso me gustó ver sus ojos nerviosos cuando le vi en la terminal.
Estaba absolutamente perdido y sin saber si largarse o esperarme pero haría lo segundo, seguro. Pensé: “éste cornudo es muy sumiso y obediente y puede ser un criado excelente...” me planté delante de él y le dije que nos íbamos y él casi sin saludar me llevó a su coche y una vez allí empezamos a hablar de ella. Me dijo que se había preparado muy bien cuando se había vestido por la mañana aunque seguía insistiendo en que no se dejaría tocar. Es un juego muy delicado porque en cualquier momento se puede perder a la presa si ella mentalmente se había preparado para no caer y más cuando el marido me comentó que el día anterior ella había estado follando un buen rato con uno de sus amantes... si era el caso probablemente estaría aún menos asequible, pero lo de la ropa interior prometía...
Llegamos al hotel y le dije al cornudo que aparcase el coche. Me fui a la habitación y le mandé un mensaje al móvil dándole el número. Cuando él subió le hice desnudar y duchar porque olía a sudor y a miedo, le ordené que se cepillara los dientes con estos cepillos de promoción del hotel... le dije que mi polla requería un trato especial y me encantó ver su cara cuando se lo decía... era algo que quería pero no pensaba que llegase tan pronto y le cogió de sorpresa. Luego no dejé que se vistiera excepto por las bragas negras y con unas tirillas a los lados, tipo tanga. A mí los hombres realmente no me excitan nada pero le debía a este cornudo una propina por sus esfuerzos y además pienso que de ahí puede nacer una relación que dará muchas satisfacciones y mucho morbo.
Me bajé bragueta y le di mi polla a chupar mientras cerraba los ojos y pensaba en su mujer, en lo que pensaría si supiese que a esas horas su marido estaba comiendo la polla al hombre al que soñaba con ver como amante de su esposa mientras llevaba sus bragas y ese pensamiento hizo que la polla tuviese de inmediato una erección de caballo y aquello pareció gustar al cornudo porque se afanó más en su labor tragando y tragando. Tuve que pararle porque no quería correrme en su boca... debía reservarme para el coño de su mujer porque si algo tenía claro era que si ella entraba en el juego habría que dejarle un muy buen sabor de boca para hacerla entrar en situaciones morbosas en el futuro.
Le despedí y me duché a mi vez. Quedaban cuatro horas para la cita a cenar puesto que ella había querido que fuese pronto con la excusa que no podía llegar muy tarde a casa y que no pensaba aceptar copas ni paseo después de cenar. Conecté el ordenador portátil en la habitación y me puse a trabajar pero con la cabeza puesta en lo que acababa de pasar y en lo que se avecinaba.... y se me puso como una piedra al pensarlo.
Llegué al restaurante a las 20.15 h y habíamos quedado a las 20.30. El restaurante es uno muy íntimo no lejos del hotel, no quería tiempos muertos esa noche, y tiene una especie de bodeguita de vino a la entrada para ir bebiendo mientras se espera. Lo que me gusta es que es muy enfocado al buen vino y por experiencia sé que la bebida de Baco siempre ayuda a ablandar las barreras que las mujeres se construyen cuando no quieren caer a la primera, por lo que se pueda pensar de su respetabilidad... sinceramente yo nunca pienso nada al respecto, no es lo que busco, al revés cuanto menos respetable es la dama en cuestión, sobre todo siendo casada, mucho mejor, aunque el juego de la virtud añade morbo a una conquista.
Ella entró a las 20.40 h, llevaba una blusa beige oscura, una falda negra hasta las rodillas, medias negras y una chaqueta negra. Es delgada, rasgos finos, morena, con ojos color verde oscuro, pechos rotundos y caderas contundentes....todo un manjar, una pieza que todo buen cazador, gustaría cobrar.
Nos pusimos a hablar del tema de las “coincidencias” y creo que se quedó tranquila al respecto, luego la conversación derivó por muchos derroteros mientras yo contemplaba sus labios y esos pechos se adivinaban. Le dejé caer que podríamos tomar una copa al salir, se negó. La invité a dar un paseo, nueva negativa. El tema se empezaba a enquistar y me quedé pensativo mirando sus pechos descaradamente... ella me preguntó que pensaba y le dije que si quería oírlo era para mayores de 18 años... le gustó y aunque cambió de tema vi que el vino empezaba a calentar el ambiente... y a ella.
Al salir sin embargo decidió que se iba a casa y tomó el taxi despidiéndose casi demasiado bruscamente, como si temiera quedarse más. Yo subí a otro taxi en dirección al hotel y le mandé un mensaje por el móvil “Las noches tan intensas como esta deben tener un final más cálido”. Ella replicó bastante cortante “Lo siento, es lo que hay”. Insistí: “habitación 454” y no hubo respuesta.
Llegué a la habitación y me desnudé. Me di otra ducha para relajarme y porque me encanta el olor de la limpieza, es como cambiar de escenario. Me tumbé en la cama a ver la tele y a pensar en ella y en el día tan extraño. En ello estaba cuando llegó un mensaje al móvil “abre la puerta sin preguntas”. Así lo hice y allí estaba ella, sus ojos verdes muy oscuros y entrecerrados y algo nerviosa.
La hice pasar, le quité el bolso y la chaqueta y le besé el cuello. Ni una palabra habíamos cruzado y no hacía falta. Aquella intensa erección volvía a mí y se notaba porque solo tenía una camiseta y unos calzoncillos tipo bóxer...
Aún con su espalda apoyada en mi pecho puse las manos en sus tetas hermosas y apreté mientras clavaba mi polla erecta en su falda. Ella cerraba los ojos y se dejaba hacer. Le quité la blusa poco a poco y desabroché la falda. Todo un espectáculo para los sentidos, cualquier hombre por marica que fuese tenía que notar un bulto en sus pantalones viéndola: Sujetador negro de encaje que le cubría lo justo hasta la areola de los pezones, tanga a juego con una tirita que se hundía en su culo, un body negro transparente y unos panties negros completos...a partir de ese momento fue un torbellino, la tumbé en la cama mientras que la besaba en la boca solo hubo una petición en un susurro “haz lo que quieras y por donde quieras, pero no te corras en la boca o lo estropeamos todo..” Le empecé a mordisquear los pezones mientras mis dedos se hundían por debajo de la braga hasta alcanzar un coño absolutamente mojado, chorreando sin parar y cuando metí dos dedos se contrajo desesperado en torno a ellos succionándolos, ¡¡era un volcán en erupción!! Le empecé a comer el clítoris y la rajita sin parar y la puse encima para que me fuese comiendo la polla mientras me deleitaba mojando además los dedos y metiéndole uno en el culo que ya había lubricado bastante bien con sus propios jugos. Ella estaba como loca comiendo y se retorcía encima de mí. Yo bajé la mano y aguanté su cabeza mientras le follaba bien la boca, hasta el fondo aunque teniendo cuidado de no correrme ahí para no cortarle el entusiasmo. La hice levantar y la llevé al lavabo, encendí la luz e hice que se apoyara en el mármol mirándose al espejo y así, con el culo tieso, le bajé las bragas y volví a meter tres dedos en su humedad, estaba a punto de estallar así que reemplacé los dedos con mi polla y aquello fue como una corriente eléctrica, se corrió en cuestión de segundos mientras yo le abría las nalgas con mis manos y seguía embistiendo mas y mas fuerte hasta que en uno de esos empujones la saqué y se la clavé en el culo directamente...ella se puso rígida, creo que le hizo daño al entrar pero no hizo más gestos hasta que estuvo bien enfundada hasta el fondo y entonces empezó a moverse mas y mas rápido, mas y mas violentamente y bajó la mano y se empezó a masajear el clítoris como una posesa. Era indescriptible y yo estaba a punto para la corrida de mi vida y me agarré fuerte a sus tetas, no me importo si le dolía, las estruje con violencia mientras la atraía hacia mí, tratando de metérsela lo más hondo posible de traspasarla… la atraje hacia mí al hacer la embestida final que le llegó realmente al fondo del culo, ella se corría un segundo después.
La saqué y me metí en la ducha para limpiarme un poco antes de seguir y ella entró conmigo y me cogió la polla con una mano y le pasó el chorro de la ducha. Le puso algo de gel y empezó a hacerme una paja mientras aquello se llenaba de espuma y cuando luego cuando la vio de nuevo a punto le pasó la manguera y se agachó hasta metérsela de nuevo en la boca. Empezó a mamar despacio al principio y yo notaba aquella boca caliente succionando y lamiendo con mucha calma. Notaba hasta la última vena de mi polla a punto de reventar y me senté en la ducha e hice que ella se sentase encima empalándose hasta el fondo en su coño que volvía a estar chorreando. Apenas había espacio y lo que hizo fue moverse en círculos mientras yo me agarraba de nuevo a sus tetas y empujaba. Aquella postura era la que mejor me iba porque podía retrasar mucho mi corrida y no tuve prisa en salir de ahí... ella tampoco. Estaba realmente haciendo lo que le apetecía. Descubriendo su vocación de puta.
Como pude llegué a la manguera de la ducha y abrí el grifo a tope y lo enfoqué hacia su clítoris. Aquello le gustó y empezó a hacerse una paja de nuevo mientras aquel chorro fuerte le masajeaba y yo empujaba mi polla lo más dentro posible en su interior. No sé cuanto duro pero tuvo una corrida realmente buena, intentó salir de encima de mí pero la retuve unos minutos más. Luego nos levantamos y me la llevé al borde de la cama. Se arrodilló con los brazos y el tronco apoyados en el colchón en el mismo sitio donde el cornudo de su marido me la estuvo comiendo unas horas antes y allí se la volví a meter en ese coño tragón. Otra vez lo hice fuerte, empujaba y me gustaba oír el sonido de su culo golpeando en mis caderas mientras la enfundaba sin cesar. Estaba en mi mejor momento y ella estaba a punto de correrse de nuevo. Impedí que bajase la mano y empujé más fuerte. Le dije que se corriera y la agarré de los hombros hacía mí apretando mucho. Ella estaba a punto. Le dije que me lo tenía que decir para hacerlo a la vez y cuando pensé que no iba a aguantar más y que volvería hacerlo antes que ella la oí diciéndome “ya, ya viene!!” y fue una explosión conjunta. Acabamos derrengados y nos acostamos en la cama a reponer fuerzas.
Ella estaba con ganas de seguir inmediatamente y empezó a besarme el pecho, pasó la lengua por los pezones y bajó hasta meterse la polla en la boca de nuevo con mas ansia que antes, empezó a ponerla dura de nuevo en cuestión de segundos y en ese momento se me pasó por la cabeza una locura. Mientras ella comía de una forma cada vez más acelerada le solté de sopetón: “lo del teléfono no fue una casualidad”. Ella paró de golpe y me miró a los ojos. Estaba encendida de furia: “¿De dónde lo sacaste?¿Quién te lo dio?”. “Alguien que desea saberte gozando, que disfruta cuando tú disfrutas”. Se quedó en silencio y aproveché para ponerme encima suyo y mientras le frotaba la polla le fui contando la historia del montaje y cómo su marido disfrutaba con ella aunque sin contarle las fantasías de sumiso de él, eso tenía que llegar por su propio peso. Cuando vi que empezaba a corresponder a mis movimientos le dije al oído: “¿Quieres que le llamemos y le das al sorpresa de oír como te lo estás pasando?” A ella le brillaron los ojos y asintió. La puse de lado, le pasé mi móvil y mientras ella marcaba yo la ensarté desde atrás aunque por el coño. Supe que él había contestado cuando ella le espetó de golpe “Lo sé todo. Me lo ha contado”. Le agarré las tetas y soltó un gemido “¿Oyes eso?” dijo mientras acercaba el teléfono a su coño y se masajeaba con él. “Es como suena cuando un hombre se folla a tu mujer, ¿te gusta oírlo?, pues escucha bien” y dejó el teléfono a un lado, me tumbó de espaldas y se sentó encima mientras gemía. Estaba teniendo un orgasmo intensísimo. Me apretaba la polla con su vulva de una manera brutal mientras yo la cogía de las caderas y la retenía bien adentro.
viernes, 15 de enero de 2010
DE FIEL CASADA A...
CAPITULO II,
EL DESPERTAR DE LOS SENTIDOS
Debían ser cerca de las cuatro de la mañana, cuando note un suave manoseo que comenzaba nuevamente a estimular mi clitoris y mis pechos. La habitación estaba a obscuras y solo oía una jadeante respiración en mi oreja.
Cuando me quise dar cuenta estaba a cuatro patas sobre la cama de espaldas a mi amante que se disponía de nuevo a empalarme con su imponente miembro.
Un vástago increíblemente duro, como un autentico palo, me penetro de un solo golpe por el culo, arrancándome un grito de dolor, que se convirtió en gemido de placer cuando aquel hombre empezó ritmicamente a meter y sacar de mi ano aquel grueso aparato.
De pronto note que no estábamos solos en la habitación pues otras manos acariciaban desde abajo mis pechos, mientras un miembro tan voluminoso o mas que el que hurgaba en mi culo, comenzaba a poseerme por el coño.
Aquello era inaguantable, no sabia como reaccionar, ni como moverme ni que hacer mientras mis dos hombres, o al menos eso creía yo, me estaban penetrando por delante y por detrás.
El jadeo y el ritmo sincronizados sorprendentemente entre los tres, fue en aumento hasta explotar en un orgasmo difícil de explicar y que nunca mas a pesar de todo lo que he vivido sexualmente desde entonces, he vuelto a sentir.
Me quede exhausta y rendida tras el esfuerzo por lo cual no supe quienes habían sido mi follador y mi enculador.
Me despertó miguel ya vestido, cerca de las 7 de la mañana.
Mire a mi alrededor y estaba sola en el dormitorio de invitados, completamente desnuda y tapada por las sábanas y colcha de raso color carne.
Aun mi coño y mi culo recordaban la fiesta del sábado noche.
Me incorpore a medias y bese a miguel que se marchaba durante dos meses dejándome en manos del placer y la lujuria.
Tras despedirme seguí durmiendo un rato mas.
Me despertó una voz extraña cerca de las once de la mañana, la voz de un hombre en mi dormitorio, que me invitaba a levantarme y degustar un oloroso desayuno mientras preparaba mi baño de espuma.
Abrí los ojos y me quede alucinada: allí delante vestido de mayordomo estaba el portero del club nocturno donde se la había mamado a javier y me estaba presentando una bandeja con un suculento desayuno.
Le mire sorprendida al tiempo que me sentaba en la cama: "cual es su nombre?", le pregunte.
"Pedro señora", dijo haciendome una reverencia,"y estoy a su servicio para lo que "desee", y remarco la palabra,"mandar la señora".
"Gracias", solo pude contestar, mientras empezaba a degustar el desayuno.
Poco después llego javier que me pregunto que tal había dormido a lo cual le dije que el sabría mejor que yo como había dormido, ante lo que se sonrió.
Al poco volvió pedro para decirme que el baño estaba listo, mientras me presentaba una bata en la que resguardar mi desnudez.
Javier me acompañó al baño, al igual que pedro y una vez dentro javier me beso fugazmente y me dijo que nos veríamos mas tarde.
Pedro se quedo conmigo y me ayudo a quitarme la bata y sumergirme en el cálido baño, mientras me observaba con una mezcla de deseo, admiración y placer.
"Necesita algo la señora?", me pregunto.
Yo le conteste que no, y el hizo ademán de marcharse.
De pronto se volvió y mirándome fijamente me dijo: "pero yo si", y ante mi sorpresa empezó a desnudarse.
Yo desde el baño mire sorprendida a mi alrededor ,pensé por un momento llamar a javier pero al mirar hacia el espejo del baño, vi escrito sobre el con pasta de dientes"...satisfacerá a cualquier macho que se encuentre en la casa...", y entendí que pedro me iba a suministrar el primer pollazo de la mañana, porque el primero del día, por delante y por detrás había sido de madrugada.
Al verle totalmente desnudo comprobé su gran musculatura y su fortaleza, mientras un rígido, grande y duro miembro me observaba cimbreante desde el borde de la bañera se inclino me cogió en volandas sacándome del agua, me miro como recreándose en mi mojada desnudez..." un momento ",dijo y salió del baño.
Pocos segundos después regreso con unas botas de piel altas de mi vestuario, de fino tacón y me las hizo poner, mientras me observaba detenidamente.
Una vez me las puse, se acerco a mi y suavemente me hizo volver de espaldas a el, entonces me cogió de los hombros y tras hacerme arrodillar en el suelo, ofreciéndole mis nalgas, me monto literalmente, incrustándome aquel duro aparato de un solo golpe de riñones, en mi culo, al tiempo que me llamaba, puta, zorron, calientapichas, y me decía que me iba a enterar en mi frágil culo de señorona de como era una autentica polla obrera.
Al instante se hizo la luz y por sus envites su ritmo y su dureza reconocí a uno de los dos hombres que me habían follado la noche anterior.
¿Dos o tres?, era ya mi duda, mientras luces de colores y una sensación etérea invadían mi cerebro y mis músculos se relajaban sumergidos en una ola de placer.
Tras hacer que me corriera tres veces y llegar el de forma abundante dentro de mis entrañas, sintiendo yo como su cálido semen rebosaba la rajita de mi culo y caía por entre mis muslos, me cogió delicadamente y tras quitarme las botas, me transporto de nuevo al reparador baño aun caliente.
"Si quiere algo mas la señora, no tiene mas que decirlo", me dijo mientras se vestía y salía del cuarto de baño.
Después del baño me puse una bata y me tumbe sobre la cama mientras todo lo vivido en las ultimas horas pasaba atropelladamente, por mi cerebro semiabotargado.
Un profundo sueño me invadió entonces.
Aquel domingo por la mañana aun me quedaba mucho que disfrutar.
Me desperté ya tarde cerca de la una y baje al jardín.
En la pista de tenis, solo con el bañador, javier y pedro jugaban sudorosos.
Yo me había puesto un bikini azul claro muy escueto y me acerque hasta la pista.
"¿lleváis mucho jugando?", les pregunté, al oírme, se volvieron como sorprendidos y me dijeron que como una hora.
Sus cuerpos brillaban por el sudor al sol, mientras sus escuetos bañadores, remarcaban dos buenos paquetes, que yo ya había catado.
"Voy a darme un baño", les dije, y mientras ellos seguian jugando me volví hacia la piscina.
Al llegar a esta me quite la parte de arriba del bikini y me zambullí en el agua fresca hice algunos largos y después salí tumbandome al sol.
Apenas pasados unos minutos, note unas manos que acariciaban mis desnudos pechos.
Entreabri los ojos y vi a javier junto a mi, antes de que me pusiera otra vez en marcha, pues dada su expresión no dude por un momento de su intención de darme caña denuevo, le pregunte que hacia pedro en la casa, y me contesto que anoche cuando estuvimos en el club, mi marido miguel hizo amistad con el y que le propuso que fuera mi mayordomo, "Para todo" según palabras textuales de javier, durante los dos meses a lo que pedro acepto super encantado, "y como no!!.., apostillo javier.
Yo le dije a javier que como le iba a pagar, a lo que el sonrió y me dijo; "en carne muñeca, en carne..."
Y mientras decía esto se inclino sobre mi desnudo y yacente cuerpo...
Así que mi marido añadía a ultima hora una polla mas a la fiesta.
Pero de momento era la de javier la que se abría paso a través de mi húmedo coño, tumbado sobre mi en la toalla.
La verdad es que pedro como cocinero valía un rato y desde que le vi jugar al tenis no volví a verle en toda la mañana justo hasta la hora de comer.
Su aparición en la piscina para anunciar que la comida estaba servida en la terraza del jardín fue divertida pues se había puesto un tanga, que apenas le cubría su imponente armamento, con una pechera blanca la que llevaba en el club y una pajarita, y por supuesto su sombrero de copa que también usaba en el club.
Durante la comida se porto de forma distante, de mayordomo a señora, lo cual me divirtió bastante.
Cuando terminamos de comer yo les dije que estaba muy cansada, lo cual era cierto y que me pensaba echar la siesta así que ellos hicieran lo que quisieran a lo que contestaron que jugarían a las cartas un rato.
Les dije que me llamaran sobre las siete y me fui al dormitorio, al mío por supuesto.¡ por fin toda la cama de matrimonio para mi solita!.
Dormí como una autentica marmota e incluso en sueños me pareció que ellos venían y me follaban.
Debían ser cerca de las siete de la tarde, cuando sentí ruidos en la habitación pero era tal el sueño que tenía que no pude ni levantar los párpados.
Poco después note como unas cosquillas en mi coño, pero eran tan placenteras que no me moleste en comprobar que ocurría, pasados unos minutos empecé a notar que algo trataba de penetrarme, entreabri los ojos y allí estaba pedro de rodillas sobre mis piernas tratando de joderme, me deje hacer y entre sueño y vigilia, me largo una buena andanada que disfruté como una loca.
Me quede dormida otra vez hasta que por fin llego javier a despertarme, me dijo que era muy tarde cerca de las ocho y que teníamos que volver a madrid.
Me levante y medio dormida me metí en la ducha, empecé a enjabonarme y de pronto cuando iba a hacerlo con mi coño, casi me da un pasmo...¡ mi querida rajita estaba totalmente rasurada!, lance un grito y al segundo llegaron los dos muertos de risa, pues sin duda estaban esperando este momento.
Me enfade mucho al principio pero tras darme un par de achuchones decidí perdonarlos por lo cual me dijeron que como premio por habermelo tomado tan bien, me invitaban a cenar.
Mientras preparaba las cosas que debía llevarme a madrid, apareció javier en la puerta del dormitorio impecablemente vestido con un pantalón blanco y un polo verde.
"Hemos pensado, me dijo, que si quieres nos quedamos aquí los dos meses".
La verdad es que me apetecía un montón pues volver a la casa de madrid, al piso con dos hombres, aun no sabia lo del tercero y la dama no era muy agradable por los vecinos no por el que dirán que me importa un comino, sino por los rumores y las historias raras que se monta la gente que no tiene nada que hacer.
"Estupendo",conteste.
Javier mes dijo entonces que a trabajar por las mañanas me llevaría pedro y luego iría a buscarme al mediodía y el se iría por la mañana en su coche y volvería al mediodía.
Al final por cierto, me confesaba que lo de no poder quedarse los fines de semana era preventivo por si no salía bien el tema así que decidía trasladarse.
Fuimos a cenar a madrid a un restaurante, y javier aprovecho para recoger sus cosas y su coche.
Pedro, como vivía en el pueblo cerca del chalet, había trasladado sus cosas por la tarde a la finca.
Aquella noche los dos me respetaron para que pudiera estar lozana al día siguiente y la verdad que salvo los picores del rapado dormí perfectamente.
Proximo capitulo: "Nuevas perspectivas laborales"
EL DESPERTAR DE LOS SENTIDOS
Debían ser cerca de las cuatro de la mañana, cuando note un suave manoseo que comenzaba nuevamente a estimular mi clitoris y mis pechos. La habitación estaba a obscuras y solo oía una jadeante respiración en mi oreja.
Cuando me quise dar cuenta estaba a cuatro patas sobre la cama de espaldas a mi amante que se disponía de nuevo a empalarme con su imponente miembro.
Un vástago increíblemente duro, como un autentico palo, me penetro de un solo golpe por el culo, arrancándome un grito de dolor, que se convirtió en gemido de placer cuando aquel hombre empezó ritmicamente a meter y sacar de mi ano aquel grueso aparato.
De pronto note que no estábamos solos en la habitación pues otras manos acariciaban desde abajo mis pechos, mientras un miembro tan voluminoso o mas que el que hurgaba en mi culo, comenzaba a poseerme por el coño.
Aquello era inaguantable, no sabia como reaccionar, ni como moverme ni que hacer mientras mis dos hombres, o al menos eso creía yo, me estaban penetrando por delante y por detrás.
El jadeo y el ritmo sincronizados sorprendentemente entre los tres, fue en aumento hasta explotar en un orgasmo difícil de explicar y que nunca mas a pesar de todo lo que he vivido sexualmente desde entonces, he vuelto a sentir.
Me quede exhausta y rendida tras el esfuerzo por lo cual no supe quienes habían sido mi follador y mi enculador.
Me despertó miguel ya vestido, cerca de las 7 de la mañana.
Mire a mi alrededor y estaba sola en el dormitorio de invitados, completamente desnuda y tapada por las sábanas y colcha de raso color carne.
Aun mi coño y mi culo recordaban la fiesta del sábado noche.
Me incorpore a medias y bese a miguel que se marchaba durante dos meses dejándome en manos del placer y la lujuria.
Tras despedirme seguí durmiendo un rato mas.
Me despertó una voz extraña cerca de las once de la mañana, la voz de un hombre en mi dormitorio, que me invitaba a levantarme y degustar un oloroso desayuno mientras preparaba mi baño de espuma.
Abrí los ojos y me quede alucinada: allí delante vestido de mayordomo estaba el portero del club nocturno donde se la había mamado a javier y me estaba presentando una bandeja con un suculento desayuno.
Le mire sorprendida al tiempo que me sentaba en la cama: "cual es su nombre?", le pregunte.
"Pedro señora", dijo haciendome una reverencia,"y estoy a su servicio para lo que "desee", y remarco la palabra,"mandar la señora".
"Gracias", solo pude contestar, mientras empezaba a degustar el desayuno.
Poco después llego javier que me pregunto que tal había dormido a lo cual le dije que el sabría mejor que yo como había dormido, ante lo que se sonrió.
Al poco volvió pedro para decirme que el baño estaba listo, mientras me presentaba una bata en la que resguardar mi desnudez.
Javier me acompañó al baño, al igual que pedro y una vez dentro javier me beso fugazmente y me dijo que nos veríamos mas tarde.
Pedro se quedo conmigo y me ayudo a quitarme la bata y sumergirme en el cálido baño, mientras me observaba con una mezcla de deseo, admiración y placer.
"Necesita algo la señora?", me pregunto.
Yo le conteste que no, y el hizo ademán de marcharse.
De pronto se volvió y mirándome fijamente me dijo: "pero yo si", y ante mi sorpresa empezó a desnudarse.
Yo desde el baño mire sorprendida a mi alrededor ,pensé por un momento llamar a javier pero al mirar hacia el espejo del baño, vi escrito sobre el con pasta de dientes"...satisfacerá a cualquier macho que se encuentre en la casa...", y entendí que pedro me iba a suministrar el primer pollazo de la mañana, porque el primero del día, por delante y por detrás había sido de madrugada.
Al verle totalmente desnudo comprobé su gran musculatura y su fortaleza, mientras un rígido, grande y duro miembro me observaba cimbreante desde el borde de la bañera se inclino me cogió en volandas sacándome del agua, me miro como recreándose en mi mojada desnudez..." un momento ",dijo y salió del baño.
Pocos segundos después regreso con unas botas de piel altas de mi vestuario, de fino tacón y me las hizo poner, mientras me observaba detenidamente.
Una vez me las puse, se acerco a mi y suavemente me hizo volver de espaldas a el, entonces me cogió de los hombros y tras hacerme arrodillar en el suelo, ofreciéndole mis nalgas, me monto literalmente, incrustándome aquel duro aparato de un solo golpe de riñones, en mi culo, al tiempo que me llamaba, puta, zorron, calientapichas, y me decía que me iba a enterar en mi frágil culo de señorona de como era una autentica polla obrera.
Al instante se hizo la luz y por sus envites su ritmo y su dureza reconocí a uno de los dos hombres que me habían follado la noche anterior.
¿Dos o tres?, era ya mi duda, mientras luces de colores y una sensación etérea invadían mi cerebro y mis músculos se relajaban sumergidos en una ola de placer.
Tras hacer que me corriera tres veces y llegar el de forma abundante dentro de mis entrañas, sintiendo yo como su cálido semen rebosaba la rajita de mi culo y caía por entre mis muslos, me cogió delicadamente y tras quitarme las botas, me transporto de nuevo al reparador baño aun caliente.
"Si quiere algo mas la señora, no tiene mas que decirlo", me dijo mientras se vestía y salía del cuarto de baño.
Después del baño me puse una bata y me tumbe sobre la cama mientras todo lo vivido en las ultimas horas pasaba atropelladamente, por mi cerebro semiabotargado.
Un profundo sueño me invadió entonces.
Aquel domingo por la mañana aun me quedaba mucho que disfrutar.
Me desperté ya tarde cerca de la una y baje al jardín.
En la pista de tenis, solo con el bañador, javier y pedro jugaban sudorosos.
Yo me había puesto un bikini azul claro muy escueto y me acerque hasta la pista.
"¿lleváis mucho jugando?", les pregunté, al oírme, se volvieron como sorprendidos y me dijeron que como una hora.
Sus cuerpos brillaban por el sudor al sol, mientras sus escuetos bañadores, remarcaban dos buenos paquetes, que yo ya había catado.
"Voy a darme un baño", les dije, y mientras ellos seguian jugando me volví hacia la piscina.
Al llegar a esta me quite la parte de arriba del bikini y me zambullí en el agua fresca hice algunos largos y después salí tumbandome al sol.
Apenas pasados unos minutos, note unas manos que acariciaban mis desnudos pechos.
Entreabri los ojos y vi a javier junto a mi, antes de que me pusiera otra vez en marcha, pues dada su expresión no dude por un momento de su intención de darme caña denuevo, le pregunte que hacia pedro en la casa, y me contesto que anoche cuando estuvimos en el club, mi marido miguel hizo amistad con el y que le propuso que fuera mi mayordomo, "Para todo" según palabras textuales de javier, durante los dos meses a lo que pedro acepto super encantado, "y como no!!.., apostillo javier.
Yo le dije a javier que como le iba a pagar, a lo que el sonrió y me dijo; "en carne muñeca, en carne..."
Y mientras decía esto se inclino sobre mi desnudo y yacente cuerpo...
Así que mi marido añadía a ultima hora una polla mas a la fiesta.
Pero de momento era la de javier la que se abría paso a través de mi húmedo coño, tumbado sobre mi en la toalla.
La verdad es que pedro como cocinero valía un rato y desde que le vi jugar al tenis no volví a verle en toda la mañana justo hasta la hora de comer.
Su aparición en la piscina para anunciar que la comida estaba servida en la terraza del jardín fue divertida pues se había puesto un tanga, que apenas le cubría su imponente armamento, con una pechera blanca la que llevaba en el club y una pajarita, y por supuesto su sombrero de copa que también usaba en el club.
Durante la comida se porto de forma distante, de mayordomo a señora, lo cual me divirtió bastante.
Cuando terminamos de comer yo les dije que estaba muy cansada, lo cual era cierto y que me pensaba echar la siesta así que ellos hicieran lo que quisieran a lo que contestaron que jugarían a las cartas un rato.
Les dije que me llamaran sobre las siete y me fui al dormitorio, al mío por supuesto.¡ por fin toda la cama de matrimonio para mi solita!.
Dormí como una autentica marmota e incluso en sueños me pareció que ellos venían y me follaban.
Debían ser cerca de las siete de la tarde, cuando sentí ruidos en la habitación pero era tal el sueño que tenía que no pude ni levantar los párpados.
Poco después note como unas cosquillas en mi coño, pero eran tan placenteras que no me moleste en comprobar que ocurría, pasados unos minutos empecé a notar que algo trataba de penetrarme, entreabri los ojos y allí estaba pedro de rodillas sobre mis piernas tratando de joderme, me deje hacer y entre sueño y vigilia, me largo una buena andanada que disfruté como una loca.
Me quede dormida otra vez hasta que por fin llego javier a despertarme, me dijo que era muy tarde cerca de las ocho y que teníamos que volver a madrid.
Me levante y medio dormida me metí en la ducha, empecé a enjabonarme y de pronto cuando iba a hacerlo con mi coño, casi me da un pasmo...¡ mi querida rajita estaba totalmente rasurada!, lance un grito y al segundo llegaron los dos muertos de risa, pues sin duda estaban esperando este momento.
Me enfade mucho al principio pero tras darme un par de achuchones decidí perdonarlos por lo cual me dijeron que como premio por habermelo tomado tan bien, me invitaban a cenar.
Mientras preparaba las cosas que debía llevarme a madrid, apareció javier en la puerta del dormitorio impecablemente vestido con un pantalón blanco y un polo verde.
"Hemos pensado, me dijo, que si quieres nos quedamos aquí los dos meses".
La verdad es que me apetecía un montón pues volver a la casa de madrid, al piso con dos hombres, aun no sabia lo del tercero y la dama no era muy agradable por los vecinos no por el que dirán que me importa un comino, sino por los rumores y las historias raras que se monta la gente que no tiene nada que hacer.
"Estupendo",conteste.
Javier mes dijo entonces que a trabajar por las mañanas me llevaría pedro y luego iría a buscarme al mediodía y el se iría por la mañana en su coche y volvería al mediodía.
Al final por cierto, me confesaba que lo de no poder quedarse los fines de semana era preventivo por si no salía bien el tema así que decidía trasladarse.
Fuimos a cenar a madrid a un restaurante, y javier aprovecho para recoger sus cosas y su coche.
Pedro, como vivía en el pueblo cerca del chalet, había trasladado sus cosas por la tarde a la finca.
Aquella noche los dos me respetaron para que pudiera estar lozana al día siguiente y la verdad que salvo los picores del rapado dormí perfectamente.
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